Tras la asunción de la nueva dirigencia canaya, que encabeza Raúl Broglia, el ex árbitro internacional pasará a ser el representante de la institución en AFA y deberá devolverle al club de Arroyito el peso que supo tener.
Dirigió cinco superclásicos y conoce la intimidad de la AFA. Sabe lo que es lidiar con presidentes de clubes, con el Tribunal de Disciplina y tiene cintura para fintear golpes bajos. Tendrá a su cargo un frente que fue descuidado en los últimos tiempos y que fue señalado por integrantes del plantel actual como uno de los principales déficit dirigenciales que perjudican al club y al equipo. Ahora, luego de la abrumadora victoria de la lista opositora que lo proponía como el hombre indicado para recuperar el peso perdido en la entidad que rige los destinos del fútbol argentino, Claudio Martín deberá salir a la cancha y demostrar.
“Estoy tranquilo, esperando que se acomode todo para poder empezar a trabajar y, entre otras cosas, acompañar a los directivos a la AFA”, arranca confesando este hombre que maneja su propio taxi, y agrega: “Sabiendo, por sobre todas las cosas, que se trata de una responsabilidad muy grande, porque Central es un club inmensamente grande y necesita del trabajo conjunto de mucha gente”.
Martín en realidad llega de la mano del Ingeniero Alberto Joaquín, líder de la agrupación opositora Marcca (Movimiento Auriazul Rosario Central Campeón), que ya participó de comicios anteriores dentro del frente Te aplaude y te saluda jubilosa.
“Ya en las elecciones que ganó (Horacio) Usandizaga en 2007, nosotros veníamos trabajando con un proyecto muy parecido a éste y en el que me daban la responsabilidad de ir a defender los derechos del club en la AFA”, destaca Martín, y aclara: “Al juntarse en un mismo foro Marcca, el Crece y las otras dos agrupaciones (Socios Independientes y Proyecto Canalla), era cantado que iba a estar trabajando junto a ellos, así que esperamos poder plasmar todo lo que desde hace años venimos armando y que creemos que le va a permitir al club recuperar el peso que perdió en la AFA”.
Cuestión de peso
Después de unos cuantos penales claros a favor que los árbitros de turno omitieron sancionar, una sensación de injusticia invadió a los hinchas de Central. Y la cosa tomó una dimensión mucho mayor luego de que dos referentes del plantel profesional lo denunciaran públicamente. Primero fue el Loco Abreu, que tras ser expulsado ante Godoy Cruz en el Gigante, no tuvo reparos en declarar: “Por diferentes circunstancias y coincidencias que se están dando fecha tras fecha es hora que la gente de Central se ponga los pantalones largos para que no se burlen del club. Creo que llegó la hora de que se gaste un poquito de nafta y se esté más cerca de todo lo que tiene que ver con el mundo AFA, para que este tipo de situaciones no suceda”. Durísimo.
Después, unas fechas más tarde, el que cuestionó la actuación de la Asociación del Fútbol Argentino para con el club de Arroyito, y por ende desacreditó la gestión de la directiva que presidía Speciale, fue el propio técnico Miguel Ángel Russo. Luego de que se reprogramaran encuentros que perjudicaban a Central, el DT disparó: “Uno sabía que después de la muerte de Julio (Grondona) estas cosas podían suceder. A una figura tan fuerte como Grondona nadie se le animaba. Es una falta de respeto para todos, para todo el fútbol. Creo que todos merecemos ser tratados de otra manera, desde la gente, el periodismo, los jugadores, dirigentes y técnicos». A los pocos días, Russo fue citado y debió ir a declarar a la AFA por sus dichos.
La falta de peso en AFA, algo que ya se hablaba en los corredores, pasó a ser el talón de Aquiles canaya y tema de debate en las instalaciones del club del barrio Lisandro de la Torre. Y para el encargado de revertir esa situación, “el cargo tomó más relevancia de lo que en realidad tiene”, y lo argumenta: “Para mí las instituciones tienen varias patas en las que todo tiene que funcionar muy bien: el equipo, el cuerpo técnico, los dirigentes y hasta la hinchada, si se quiere, porque cualquier energúmeno tira un encendedor de la tribuna, como el otro día con Lanús, y te tira por la borda todo el trabajo que la dirigencia pudo haber hecho”.
Martín coincide con Russo en el sentido que “desde la muerte de Grondona quedó un vacío de poder que ahora se están disputando todos los presidentes de los clubes”, y asegura que “la lucha está centrada en ese espacio de poder y habrá que estar a la altura de las circunstancias para poder defender a Central como corresponde”, y concluye: “Yo estoy convencido, desde que era árbitro, que el único secreto es que tengas un equipo competitivo dentro del campo de juego. Uno de afuera puede ayudar y a lo mejor lograr que te toque el partido el día que vos querés, pero no hay que olvidarse que hay 19 delegados más tratando de sacar ventaja para su club. Nosotros vamos a ir a defender nuestros derechos y después el tiempo dirá si las gestiones fueron buenas o no”.
Antes de despedirse, el flamante representante canaya en la entidad madre del fútbol argentino, adelanta que “el viaje a la AFA con los dirigentes está previsto para la semana que viene”, pero aclara que “primero hay que acomodarse, tengamos en cuenta que es una comisión directiva nueva y las cosas llevan su tiempo”, y finaliza: “Después sí, empezaremos a trabajar con el objetivo de posicionar a Central en el lugar que le corresponde por historia y por grandeza”.
Soy hincha de Central
En su época de árbitro de Primera División, a Martín no lo designaban para clásicos rosarinos por su conocida simpatía por Central, pero asegura que “eso me abrió las puertas para dirigir cinco River y Boca (dos por Copa Libertadores)” y señala: “Igual me saqué la espina dirigiendo clásicos en rosarina, donde todo el mundo sabía que soy canaya pero me pedían de los dos clubes para que arbitre yo, lo que me deja más que tranquilo”.
Hablando de hinchas, y respecto a la imposibilidad de que concurran los visitantes, el ex referí entiende que “es una barbaridad que se siga jugando sin hinchas visitantes cuando en Copa Argentina sí se puede, donde encima tienen que viajar dos hinchadas por la misma ruta, y cuando todos sabemos que hay equipos del interior, como ocurrió en Mendoza, que venden entradas «neutrales»”, y concluye: “Hay que unificar criterios: o se juega sin hinchas visitantes en todas las categorías o se permite que vuelvan”.
Por último, al ser consultado sobre un tema candente como el de las barras bravas, Claudio admite que “si no hay una decisión de Estado, no la pueden terminar los dirigentes de los clubes”, ya que “es una medida mucho más profunda”, y finaliza: “Son parte del folclore argentino, y no sólo del fútbol porque en Buenos Aires trabajan en la Legislatura porteña, o en el Congreso, y si ellos no se ponen los pantalones largos ningún dirigente de ningún club va a poder hacer nada… y mucho menos erradicarlas”.
Nota publicada en la edición 164 del periódico semanal el eslabón