La compañía aérea rosarina venía con demoras en los pagos de sueldos hasta que resolvió cesantear trabajadores. Desde Apla la acusaron de ser “incumplidora serial de derechos laborales” y lanzaron un paro que quedó en suspenso por la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo de la Nación. Se trata de la empresa de Transatlántica, que vivió una de las peores tragedias de la aviación nacional, cuando una de sus unidades cayó en mayo de 2011 y murieron 23 personas.
Además de la demora en el pago de los sueldos, la empresa rosarina Sol Líneas Aéreas se despachó con 18 despidos. Desde hace tiempo la compañía acusa problemas, incumple normativas vigentes y desconoce acuerdos laborales firmados por los propios directivos de la aerolínea que se fundó en 2006 a partir de un convenio entre el gobierno de Santa Fe y la firma turística local Transatlántica, con el propósito de cubrir destinos nacionales donde no operaban otras empresas. En rechazo a las cesantías “de manera ilegal, inconsulta y unilateral”, la Asociación de Pilotos de Avión (Apla) resolvió un paro de 24 horas en todas las líneas áreas, aunque la medida quedó en suspenso tras la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo de la Nación para garantizar que el conflicto no afecte la normalidad de los vuelos.
Frente a la crítica situación y la incertidumbre por el futuro laboral, los pilotos de Sol comenzaron a retener sus tareas afectando las operaciones en el aeropuerto de Rosario Buenos Aires y Comodoro Rivadavia. Al argumentar la medida de fuerza que luego fue frenada, desde Apla señalaron: “Sol es una incumplidora serial de toda la normativa laboral y previsional. Sin embargo, siempre hemos actuado con una enorme paciencia y tolerancia, tratando de no poner en peligro la fuente de trabajo de varias familias que dependen de dicha empresa”.
El paro fue anunciado en solicitadas publicadas en distintos matutinos porteños, donde el gremio alertó que los pilotos no tienen “reinserción laboral” y que no están dispuestos a ser “nuevamente expulsados” de su tierra. “Sol Líneas Aéreas cree que, como en los 90, podrán aplicarnos el castigo ancestral más cruel y obligarnos a irnos del país a buscar trabajo”, indicaron desde Apla, al tiempo que pidieron al Estado nacional que “intervenga enérgicamente como lo hicieron en el pasado en Aerolíneas Argentinas y Austral, a fin de resguardar las fuentes laborales”.
En un comunicado, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas postuló: “Creemos firmemente que la aviación aporta al desarrollo económico, geográfico y social de nuestro país; ésa es la causa del accionar histórico de los pilotos argentinos”. Además, señaló que “Sol Líneas Aéreas ha podido actuar casi con impunidad porque han fallado todos los controles que el Estado debía realizar”.
Para el sindicato de pilotos de avión, el presente que los trabajadores viven en Sol refleja “un nuevo avance de las empresas sobre sus trabajadores; la comunidad de pilotos en su totalidad se ve afectada por estas maniobras que, como siempre, buscan que seamos variable de ajuste para mantener la rentabilidad empresarial. No hace falta mencionar casos específicos. A diario vemos ejemplos de cómo buscan recortar nuestros derechos para mejorar sus resultados económicos”.
En octubre pasado, la empresa Sol anunció la suspensión de sus vuelos desde y hacia a Río Gallegos (Santa Cruz) y Río Grande (Tierra del Fuego). Además, la aerolínea había alertado que también podía dejar de operar los vuelos a la provincia de Chubut para meter presión al renegociar la renovación de un subsidio. Sol ya había cancelado, en el mes de julio, sus frecuencias a Córdoba, Mendoza y Neuquén. Y dos meses antes suspendió las rutas aéreas a Bariloche (Río Negro), Esquel (Chubut) y Ushuaia (Tierra del Fuego). De todos modos, incorporó nuevos destinos, como San Luis y frecuencias a Punta del Este (Uruguay) durante el verano y feriados. Si bien la política de achique estaba a la vista, la compañía justificó que todo era parte de una reestructuración de mercado. Por lo visto, en Sol las inversiones y los derechos laborales brillan por su ausencia.
Accidente y despiste
Sol comenzó a surcar el cielo con el fin de darle impulso a la aviación comercial entre las ciudades más grandes del país. Siempre contó con el respaldo del gobierno santafesino. En rigor, durante los primeros años la provincia subsidió el combustible de los servicios entre Rosario y Buenos Aires, entre Santa Fe y Buenos Aires, entre Rafaela y Buenos Aires y entre Rosario y Córdoba.
A cinco años de su creación, en mayo de 2011, Sol fue noticia por una tragedia en la que murieron 22 personas, entre pasajeros y tripulantes, tras la caída de una aeronave de la línea en un paraje cercano a Los Menucos, en la provincia de Río Negro. El vuelo Sol 5428 había partido desde Neuquén con destino a Comodoro Rivadavia. No hubo sobrevivientes en el fatal accidente y la investigación judicial para determinar las causas del siniestro y las responsabilidades quedó empantanada.
Dos años más tarde, en enero de 2012, un avión de la empresa Sol que partía hacia Neuquén despistó durante el despegue en el aeropuerto de la provincia de Mendoza. Por suerte no hubo que lamentar víctimas, aunque la empresa jamás explicó los motivos del incidente que generó pánico entre los pasajeros.
Artículo publicado este sábado, en la edición 173 del semanario El Eslabón.
