En acción. Gioia y Abdo, un dueto cómico local.
En acción. Gioia y Abdo, un dueto cómico local. 

Los actores Liliana Gioia y Juan Carlos Abdo regresan con la tercera temporada de Monólogos del Paraná, una ciudad sensacional. Este sábado 7 de febrero debutan en el teatro La Comedia.

Ni una obra de época ni una adaptación de Shakespeare. Tampoco un espectáculo de stand up. Monólogos del Paraná, una ciudad sensacional es una comedia musical que se propone tomar a Rosario como tema, en la mirada de propios y visitantes.

Convocados por el ciclo Un Verano Fresquito, que promete al público evitar el uso del abanico en la butaca, Monólogos del Paraná vuelve con su espectáculo. En esta oportunidad sobre las tablas del teatro Municipal La Comedia, de Mitre y cortada Ricardone. Los sábados 7, 14 y 28 de febrero, a las 21.30 horas.

Juan Carlos Abdo, que comparte hace décadas una dupla creativa con Liliana Gioia, dialogó con este semanario a días del reestreno de la obra que anteriormente realizó funciones en la salas de Empleados de Comercio, de la Cooperación y en la Subsede.

“Con Liliana tratamos de trabajar en estado de humor puro”, confiesa Abdo y se remonta a una saga de obras sobre la ciudad que realizaron junto a la actriz. Rosario, cuna de grandes, en los noventa; Porota Verano Cóctel, que los llevó a hacer temporada en Mar del Plata en 1999 y Porota Apasionada.

En Monólogos del Paraná, una ciudad sensacional, la dupla se reparte monólogos de personajes que referencian tanto al rosarino como al que viene de visita de España, de Corrientes o el que se llega de cerquita, de Capitán Bermúdez, “por recomendación médica,  para iniciar nuevos romances o reencontrarse con los amores de otros tiempos”.

De esta manera, Juan Carlos Abdo se calza las ropas de un taxista, un cura cantor y luce las pilchas de López Bianchi, un señor de una familia de renombre venida a menos. La Gioia, por su parte, encarna –con ocurrencia– a una española que se casa con un muchacho toba; hace de novia de un sodero que reside en barrio Azcuénaga y le presta el cuerpo a una paraguaya, que en realidad, cuenta Abdo, es una argentina “litoralizada” que canta en Colectividades y es en ese momento que se incorpora a la obra el Gurí Trío.

El tridente de músicos correntinos que acompaña y ameniza la puesta, está integrado por Federico Mayuli, Germán Acuña y Sebastián González; respectivamente en bajo, guitarras y percusión. Finalistas del Festival del Chamamé años atrás, en la obra le crean el pulso a las bandas Los Rabiosos del Paraná, Lo’ Curas,  grupo que acompaña al curita que encarna Abdo y Los Flamencos de Guadalupe Atahualpa.

— ¿Qué lugares de la ciudad se reflejan en la obra?
La costa, el Encuentro de Colectividades, el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez, pero también desfilan personajes como el taxista; hay referencias al público de teatro y hasta nos metemos con el periodismo local.

— ¿Hay un humor autóctono que reconozcan en la ciudad o referentes que puedan nombrar como el Negro Fontanarrosa, Olmedo o, no sé, Berlén?
El referente es Fontanarrosa sin lugar a dudas. Admiramos profundamente su obra. Estuvimos con él en alguna oportunidad pero yo rescato sobre todo el texto de su obra. Nosotros hicimos Sueño de Barrio y Liliana la obra Puro Fontanarrosa. No tenemos de referencia a José Berlén aunque respeto su trabajo. Pero si solemos cruzarnos con Gachi Roldán y el Negro Moyano; y yo respeto mucho lo que hace Andrea Fiorino.

—En épocas de auge del stand up, ¿por qué proponen el monólogo? ¿Qué diferencias o similitudes plantearían con respecto a ambas disciplinas?
—El origen de la actuación tiene que ver con el desarollo de lo monológico. El stand up tiene una técnica muy sencilla y ha logrado efectividad y participación directa del público que se ha acercado mucho más a los teatros y otros reductos. Pero en términos jerárquicos, el teatro como arte madre conlleva al monólogo. El stand up es un monólogo con una técnica determinada.

Además de las actuaciones y la dramaturgia de Liliana Gioia y Juan Carlos Abdo, desde la obra prometen la participación de la “deslumbrante actriz y gimnasta, Vicky Ratti”. Y un elenco que incluye a Ricardo Pagliaro, como artista invitado: Florencia Karting, encargada del vestuario; Franco Bonino, en labores de plástica escénica; y la batuta de Damián Ciampechini, en la dirección general. “Trabajamos mucho con él para hacer las modificaciones y hacer más grande la estructura para la puesta en el teatro La Comedia”, detalla  Juan Carlos Adbo a este periódico.

Los Orígenes. Aunque afirma que le gusta mucho el teatro dramático, Abdo admite: “Lo que más me gusta es trabajar con Liliana, es una diversión permanente. Hay mucha ocurrencia en los trabajos que venimos haciendo y siempre tomando a Rosario como tema”.

El origen de la dupla hacedora de comedia locales ya cumple dos décadas, y en los primeros textos se fantaseaba con los orígenes de la ciudad. “En Rosario, cuna de grandes, que estrenamos en los noventa, Liliana encarna un personaje (Porota Mancuso) que en la obra se convierte en intendenta y, creyendo en la posibilidad de apropiarse del linaje de Santiago de Montenegro (el que le dio nombre a la ex Plaza Pinasco  y sindicado como uno de los primeros pobladores del viejo Pago de los Arroyos) propone firmemente la refundación de la ciudad. Yo representaba a un secretario altamente corrupto. La obra metaforizaba los años más álgidos del neoliberalismo”, cuenta el actor, y agrega: “En esa obra aparecen lugares, empezamos a contar desde el teatro cosas rosarinas, desde nuestra dramaturgia, desde nuestra propia puesta en escena y desde las actuaciones”.

Nota publicada en la última edición del periódico El Eslabón.

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