Alejandro Llamosas participa del proceso completo de construcción del intrumento.
Alejandro Llamosas participa del proceso completo de construcción del intrumento.

Hacedores de instrumentos musicales artesanales de todo el país se reunirán desde este jueves y durante tres días en la ciudad para exhibir sus trabajos. El luthier Alejandro Llamosas coincide con la idea de divulgar y perfeccionar una actividad invisibilizada.

A pesar de que la luthería es una actividad que se transmite tradicionalmente del artesano constructor al alumno, o al aprendiz, es una carrera oficial en la Universidad Nacional de Tucumán y, desde hace años, se crearon dos escuelas, una en Cosquín, y otra en el sur del país, en Lago Puelo. De todas formas, la luthería es un oficio trabajado principalmente en talleres. Conlleva un perfil bajo, un trabajo paciente y silencioso.

Con los años, este actividad que combina el estudio de la música, la acústica y la instrumentación, con la carpintería, el diseño y la ornamentación artística viene asomando por fuera de los reductos de su producción.

Durante tres días: el 18, 19 y 20 de junio, en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, luthiers de todo el país brindarán charlas y exhibirán sus trabajos en el marco del Encuentro Nacional de Músicos llevado a cabo en Rosario.

Alejandro Llamosas es luthier y docente rosarino, tiene 33 años y está abocado a la construcción de guitarras clásicas.

——¿Cómo surge la necesidad de un encuentro de luthiers?
——Es el segundo que se hace en la ciudad, el primero lo hicimos en 2012. Es una muestra coordinada por miembros de la Asociación Argentina de Luthiers que lleva 14 años en Buenos Aires y es la más grande muestra de luthería del país. Que seamos miembros de la Asociación permite garantizar a los expositores la aprobación y fiscalización de sus trabajos.

—Además de la difusión, ¿se busca regular la actividad de los luthiers?
—Nuestra Asociación es nueva, tiene apenas 14 años y se intenta regular un poco la luthería, garantizar el instrumento a cada músico; ya sea su reparación, construcción y no caer en la mano de cualquiera.

—¿En qué lugares se enseña hoy la luthería?
———Uno de los aprendizajes se da a través de la docencia y de los cursos. La única carrera de luthería pertenece a la Universidad Nacional de Tucumán. Se crearon también a través de la Secretaría de Cultura de Nación dos escuelas: una en Cosquín y otra en Lago Puelo, en el sur. La Asociación está intentando abrir todas las escuelas posibles siempre que se consigan los recursos y se regularice la actividad. Tenemos luthiers que son eminencias, algunos muy reconocidos que comenzaron como autodidactas y terminaron especializándose.

——Es un oficio que no se conoce demasiado, ¿por qué?
——Es un oficio más cerrado, más anónimo. La idea es romper ese hielo y acercar al músico con el luthier, que el músico sepa que no está escondido o alejado del músico, que puede reparar o construir su instrumento.

——¿Cómo es la actividad en Rosario?
——Hay muchos luthiers pero falta regulación para evitar descontentos. Aveces los músicos me traen instrumentos y me dicen que le hicieron tal o cual cosa mal; hay muchos luthiers que están empezando y que podrían avanzar mucho más en el oficio, por eso queremos fomentar la luthería, para poder capacitar a todos los que se pueda para que el músico confíe más en el luthier y en su trabajo y no termine comprando en una casa de instrumentos musicales en serie.

—¿Cómo es el perfil del músico que hoy se acerca al instrumento de autor?
—Para la mayoría de los músicos que quieren tener instrumentos a su medida es como subir un escalón. Cuando buscan el instrumento hecho por un luthier tienen más definido que sonido quieren; las características propias del instrumento. Uno habla entonces con el músico y se van puliendo esas cosas. Cualquier instrumento construido por un luthier se está haciendo a conciencia, no con la lógica de la producción en serie, y la idea del instrumento de autor es que dure toda la vida.

——¿Y así perdura el vínculo del músico con su instrumento?
—— Y claro, lo que hacemos es abrir el taller para que el músico vaya viendo antes de darle vida al instrumento, mientras se va construyendo.

——¿Hay grandes talleres de luthería?
——No, cada luthier tiene su taller de forma independiente. Ocurre que muchos de nosotros enseñamos y si alguien trabaja como uno se lo incorpora como ayudante aprendiz.

——¿Cómo llegaste a ser luthier?, ¿es necesario ser músico para poder practicar este oficio?
——Yo siempre digo que para ser mecánico no hay que ser corredor de Fórmula uno, pero sí hay que saber manejar muy bien, y tener bien claro lo que se está haciendo. Nosotros podemos ser buenos pero nunca vamos a estar a la altura de los músicos porque ellos dedican su vida a tocar el instrumento; de todas maneras es necesario estudiar, hay que saber mucho de música. En mi caso se me dió por las dos cosas y tanto en la música como en la madera empecé desde muy chico, tratando de hacer cosas. Uno agarra la madera y ve lo que se puede hacer y yo me incliné por la construcción de instrumento.

——¿Y la inclinación por la construcción de guitarras se debe a que era tu instrumento de ejecución?
——Yo toco la guitarra actualmente y aprendí la luthería de instrumentos de cuerdas y clásicas. Yo hago desde guitarras a violines; al violín le puedo sacar lo necesario pero con la guitarra tengo una cuestión romántica porque la toqué toda la vida, es a la que le puedo sacar más frutos.

Tres días a pura luthería
El encuentro de Luthería de Rosario 2015 abrirá sus puertas este jueves 18 y hasta el 20 de junio en la sala G del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Se realizará en el marco del Encuentro Nacional de Músicos que se desarrolla en la ciudad y reunirá a más de veinte artesanos constructores de instrumentos musicales de todo el país. El evento incluirá charlas y exhibiciones de los trabajos de los luthiers, entre los disertantes y expositores estarán: Esteban Gonzales, Construcción de guitarras contemporáneas; Julio Malarino, Recomendaciones útiles para la elección y compra de una guitarra clásica; Rafael Gedda, Jorge Espinosa y Hernán Rojo, Experiencias en la enseñanzas del oficio; Fernando Barragán, La construcción del siku y la conformación de una orquesta de Sikus; Sergio Nigreli, Pinturas y terminación; y Volker Phoenix, Sistemas tonales, intervalos y su matemática.

Se mira y se toca
El luthier y coordinador Alejandro Llamosas calculó que “habrá más de medio centenar de instrumentos musicales de autor”, y adelantó que él llevará tres guitarras clásicas hechas con sus propias manos. «Nosotros vamos a estar ahí charlando y los músicos podrán probar los instrumentos en exposición”, contó el artesano, y agregó: “Los músicos tienen de nombre a luthiers pero a la mayoría no les conocen la cara. En el encuentro, nuestros trabajos y experiencias estarán al alcance de los músicos”. El cónclave de luthiers, además, contará con las participaciones de Gervasio Barreiro; Abel Bensi; Marcelo Carro; Leandro Cicconi; Daniel Fernández; Marcelo Gurovich; Ruben Knutzen; Darío Lo Bosco; Mario López; Marcos Martín; Eduardo Pino; Ángel San Pedro del Río

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