El máximo referente de Los Leones se calzó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, y en el final de su carrera anhela repetir la hazaña en Río de Janeiro, quizá su última experiencia con la albiceleste.
Las noticias de hockey sobre césped en nuestro país dejaron de ser una exclusividad de las mujeres. Las Leonas perdieron a su mejor pieza y con ello cedieron las principales ubicaciones a nivel mundial, como era costumbre desde hace mucho tiempo bajo la batuta de Luciana Aymar.
El proceso de los varones en esta disciplina es a la inversa, ya que con la obtención del histórico tercer puesto en el mundial del año pasado –disputado en Holanda– y la reciente medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, atraviesan su mejor momento de la mano del rosarino Manuel Brunet, quien en diálogo con el eslabón expresó su “felicidad” por el logro en tierras canadienses y contó lo que se viene en su carrera.
“Las sensaciones son de felicidad y de tranquilidad, porque es un oro y porque seguramente fue mi último Panamericano. Y era una obligación que teníamos porque era nuestro deber ir a Toronto y traer esa medalla”, dice la figura y referente del equipo que conduce Carlos Retegui, en referencia al primer puesto cosechado en Canadá.
Fiel al estilo que lo llevó a convertirse en el jugador clave y de mayor experiencia en el seleccionado argentino, Brunet no detiene su marcha en la conquista obtenida el mes pasado y ya posa su mirada en el año próximo y en Río de Janeiro. “Antes de jugar los Panamericanos ya pensábamos en los Juegos Olímpicos. Porque llegamos a Toronto ya clasificados, algo que nunca se nos había dado”, confesó el volante, y aclaró que “si bien hay mucho aún por delante, el objetivo final es ese y esperemos llegar de la mejor manera”.
“Creo que aún el techo del equipo está lejos. Hay que ser inteligentes, seguir trabajando y que todo esto sea una plataforma para seguir creciendo para llegar de la mejor manera a Río y aspirar a algo importante”, analiza.
El deporte en buen Estado
Como ocurre cada vez que deportistas argentinos de distintas disciplinas –amateurs o semiprofesionales– representan al país en el mundo, el reconocimiento al trabajo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) no se oculta. Manuel fue testigo presencial de aquellas épocas “en las que esperabas hasta último momento para ver si viajabas o no, porque no estaba la plata”, según recuerda. Es por eso que califica la presencia del organismo oficial como “importante” porque “el tema de poder elegir los viajes que uno quiere hacer, los torneos que uno quiere jugar y saberlo de antemano es fundamental para el jugador ya que no tiene que andar con ese nerviosismo de si se viaja o no, o viendo otras alternativas que nunca son buenas”.
“Se nota la diferencia”, confirma el autor del último gol en la final de los Panamericanos ante el dueño de casa, y agrega: “Con el apoyo que hay ahora se vive con más tranquilidad, y si analizamos el porvenir y los chicos que están empezando, hay que pensar que van a tener 10 años de selección con un apoyo como el que tenemos ahora, y eso es impresionante”.
Recuerdos de oro
La historia de Manuel Brunet con este deporte comenzó desde pequeño, cuando se debatía entre el fútbol y el hockey. “Este es un país futbolero y la gran mayoría de los chicos optan por el fútbol”, cuenta este hincha leproso que finalmente prefirió llevar la pelota con un palo. “Me la jugué por el hockey por amistades, pero el fútbol es divino”, continúa relatando el fanático de Juan Román Riquelme que asegura que no era un improvisado con la pelota en los pies, pero que “jugué muchos años al hockey y no me arrepiento de la decisión”.
A la hora de repasar sus principales logros, el ex jugador de Universitario destaca “el mundial Juniors en 2005, en el que salimos campeones en Holanda, y también el bronce del año pasado en el mundial de mayores, que fue un broche de oro por el trabajo que venimos haciendo”. “Fue un premio al esfuerzo de todos”, subraya.
El actual mediocampista del Royal Daring de Bélgica ya mira de reojo su retiro de la actividad y confiesa que es una posibilidad que viene “pensando”. El próximo compromiso de Los Leones está programado para fin de año cuando en India disputen la World League, certamen que reúne a las ocho mejores selecciones del planeta. “Ahora estoy focalizado en llegar de la mejor manera a Río y después veré si doy un paso al costado para darle lugar a los más chicos”, concluye.
De Rosario al mundo
A pesar de ser una ciudad netamente futbolera, el hockey local también exportó grandes figuras. Lucha Aymar fue la más resonante por ser considerada la mejor jugadora de la historia, aunque Brunet también tuvo su experiencia en el exterior. “La historia del hockey rosarino ha sacado grandísimos jugadores y le ha dado mucho a los seleccionados”, confirma la voz de mando del combinado que conduce el Chapa Retegui, y enumera: “Michel Ocaña, Ayelén Stepnik, entre tantos otros, fueron grandes de esta ciudad”.
“En comparación a otros años, veo que el nivel en Rosario ha bajado un poco”, observa el experimentado jugador, que prefiere evitar extenderse en su opinión “porque estoy jugando en Europa y hablar desde afuera no me gusta tanto”.
“En estos días me tocó dar una charla a los chicos de acá en la que remarqué la importancia de entrenar, de ser responsable, que fue lo que se nos inculcó desde chicos y que hoy no lo estaba viendo tanto”, advierte el entrevistado, quien destaca a la institución que lo vio nacer: “Universitario es un club que siempre ha trabajado bien en ese sentido”.
Nota publicada en la edición 207 del periódico el eslabón