El entrenador de Gimnasia elogió a su par del Canaya en la fase final del campeonato. En un mano a mano, repasó desde su trayectoria como jugador y técnico hasta su relación con la madre de Cristina.

La sencillez con la que se maneja habitualmente Pedro Troglio puede ser corroborada en esta nota con el eslabón. Es que para dialogar con el actual técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata no existió la mediación de tediosos protocolos de prensa ni cuestiones burocráticas que los clubes suelen exigir. Tal como se ha manejado a lo largo de su extensa trayectoria, primero como jugador y luego como entrenador, el tipo atendió el teléfono minutos antes de comenzar la práctica matutina y respondió todas las preguntas sin rodeos. Con la alegría y el buen humor que lo caracterizan cuando las cosas le salen bien y con la calentura típica que le provocan los malos momentos, el oriundo de Luján siempre da la cara.

La excusa para charlar con el ex volante de River fue la atrapante definición del torneo local que a dos fechas del final tiene a tres equipos con posibilidades. Aunque tampoco quedaron afuera de la conversación la Selección, su carrera y la amistad con Ofelia Esther Wilhelm, quien además de ser hincha fanática del Lobo, es madre de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El mejor, Central

Si bien Boca está a un paso de coronarse, Troglio se sumó a las tantas voces que rodean el mundo de la redonda que consideran que pase lo que pase, el Rosario Central que dirige Eduardo Coudet “es el mejor equipo del campeonato”, sin desmerecer el trabajo realizado por el Vasco Rodolfo Arruabarrena. “El candidato más claro es Boca. Pero Central es el que reúne las condiciones para decir que juega muy bien. Se ve un equipo aguerrido a la hora de recuperar y de jugar”, analiza el DT, y anticipa que “la definición dependerá mucho del próximo fin de semana, ya que si Boca no gana se define todo en Rosario”.

A la hora de repasar la gran campaña del auriazul, el entrenador le tira flores a su colega. Remarca que el Chacho tuvo un arranque “de manera espléndida” en su nueva profesión, y agrega: “Central logró quebrar algo, que es poder hacer un gasto importante trayendo a Marco Ruben, Javier Pinola, Marcelo Larrondo, Cristian Villagra, el Chelito (César) Delgado, es decir, rodear el plantel de lo bueno que ya tenía, más la aparición de algunos jóvenes que se han potenciado aún más jugando al lado de esta gente”.

“Todo esto, sumado a su carácter, a su manera de ser, debe tener a todos contagiados. Me parece que ha sido una carta triunfal”, resalta.

Por otra parte, a pesar de no pelear cosas importantes en la temporada, muestra conformidad con el rendimiento de su equipo a lo largo del extenso torneo local. “Ha sido una campaña dentro de lo que podíamos hacer –reconoce–. Con 41 puntos estamos dentro de los primeros doce equipos, entrando a una Liguilla Pre Sudamericana. En un momento soñamos con llegar un poco más lejos porque habíamos acumulado 13 partidos sin perder, pero antes de empezar conocíamos nuestra realidad”.

Por eso, teniendo en cuenta el antecedente antes mencionado con el Canaya, considera que en su querido club “en un momento tiene que aparecer un dinero para poder hacer un quiebre, porque sin dinero no se puede”. De todas maneras, concluye señalando que en líneas generales estamos “conformes”. “Hace dos años ascendimos y estamos sumando gran cantidad de puntos para estar tranquilos. Falta la otra parte, que es invertir de otra manera para poder asegurarnos luchar un poco más”, remarca.

Amor tripero

La relación con el Lobo comenzó en 1997 cuando el jugador de los enormes rulos dejó el Fukuoka tras varios años en el fútbol nipón para aterrizar en La Plata. Si bien con los cortos logró sus mayores éxitos con River (un torneo local, una Copa Libertadores y una Intercontinental), la institución que lo adoptó como ídolo es Gimnasia, donde estrechó sus lazos de amor como entrenador tras salvarlo del descenso en su asunción en 2005 y luego de la excelente campaña que realizó al año siguiente cuando acarició el título que finalmente quedó en manos del Boca de Basile.

“Estuve seis años como jugador y me fue muy bien. De ahí empecé la relación con la gente. Después me tocó volver como entrenador en situaciones difíciles, con posibilidades de descenso”, rememora.

Dos años más tarde de su debut con el buzo tripero, pasó a Independiente. Los resultados no lo acompañaron en Avellaneda, por lo que decidió probar suerte en el fútbol paraguayo, donde logró en 2009 su único título como entrenador, dirigiendo a Cerro Porteño. Y luego de un breve lapso por Argentinos Juniors, en 2011 su corazón lo llevó nuevamente a la ciudad de las diagonales, sin importar dirigir en el ascenso. “La última vez agarré la conducción con Gimnasia en la B Nacional y nos fue muy bien”, subraya y reflexiona: “Es normal que tenga a gente en contra, porque me tocó perder un clásico muy pesado (7 a 0 ante Estudiantes) y hay quienes no te perdonan eso. Pero siento el reconocimiento y el aprecio de la gran mayoría de los hinchas”.

Conocedor del palo, Troglio sabe que en el fútbol, “los triunfos te tranquilizan y las derrotas potencian a quienes están en desacuerdo con vos”, pero al final de cuentas se enorgullece en destacar que “por lo general he hecho buenos torneos en Gimnasia, tengo una excelente relación con la gente, y obviamente me gustaría ver al club mucho mejor, y salir campeón”.

Recuerdos que no voy a olvidar

Troglio colgó los botines con la obtención de un campeonato. No en las grandes ligas, ni en esos lejanos países donde los actuales jugadores deciden retirarse a pesar de la poca cultura futbolera que pregonan. Tras su pasado por River en Argentina, Hellas Verona, Lazio y Ascoli en Italia, Fukuoka en Japón, y Gimnasia, Pedro se retiró en 2003 con la casaca de Villa Dálmine y siendo clave en el conjunto de Campana convirtiendo el gol que le dio el título en la Primera C.

“Gimnasia me dejó libre, porque había llegado una comisión que no me dio la posibilidad de retirarme en el club. No iba a jugar más y en aquel momento me llamó el Pepe Basualdo para jugar con amigos. Fui y pasé un año inolvidable, porque salimos campeones en 2003”, recuerda esa experiencia en la cuarta categoría del fútbol argentino. “Me encantó jugar ese año en la C porque se hace todo a pulmón y con el corazón, por eso lo disfruté muchísimo”, destaca y cuenta: “Mis compañeros todos laburaban en otro lado. Algunos llegaban en la bicicleta después de trabajar. Muchas veces me tocaba darles una mano. Me retiré en un club donde terminé dejando una filial, voy todos los años y la gente me recuerda muchísimo. Es imborrable”.

La Selección de ayer y hoy

Con la albiceleste disputó 21 partidos y convirtió dos goles. Uno, el más importante, en la victoria ante Rusia en la primera fase del Mundial de 1990 en Italia. Pedro Troglio abrió el marcador con su larga melena enrulada para el triunfo por 2 a 0. “Todos los años que me puse la camiseta de la Selección fueron únicos, pero el Mundial del 90 y el gol a Rusia, sin dudas que fueron los momentos más fuertes e inolvidables”, revela, y añade: “Fue muy lindo haber llegado a una final, porque los mundiales posteriores nos demostraron que no es tan fácil, ya que pasamos 24 años en volver a jugar otra. Era una Selección enorme, con el mejor jugador de la historia como Maradona”.

Tal como opinan varios futbolistas actuales y de los que ya no juegan más, para el ex mediocampista vestir los colores del combinado nacional “es la máxima satisfacción que puede tener un jugador”.

Con respecto a la situación actual que atraviesa el criticado conjunto conducido por Gerardo Martino, lamenta que “en este país cuestionamos todo, y cuando las cosas se dan en sentido contrario lo borramos con el codo”.

“Este es un país crítico para con el fútbol, siempre está todo mal, y después se olvidan de todo lo que dijeron. Si vos agarrás un compilado de archivos te morís de risa viendo como van cambiando todas las apreciaciones”, continúa Troglio y compara: “Hoy pasa lo mismo con el Tata, que tuvo la desgracia de perder una final de Copa América por penales contra el local: por un penal podes ser un fenómeno o un desastre”.

“Cada vez que perdés se van potenciando las críticas, hasta que ganás algo y todo se olvida. El cuestionar está en nuestra manera de ser, y es algo más propio del fútbol, porque en los otros deportes salís segundo o tercero y está bien, pero en el fútbol es una porquería”, explica.

El mal arranque en las Eliminatorias, con derrota ante Ecuador en el Monumental y empate frente a Paraguay como visitante, no atenta contra las ilusiones del entrevistado en torno al futuro de la Albiceleste, ya que asegura que “va a clasificar” al próximo Mundial que se disputará en 2018, y afirma que con la sola presencia de Lionel Messi “alcanza y sobra”, para sacar el boleto a Rusia. “Y si no lo recupera a Messi tiene a los otros y va a terminar ganando más de lo que va a perder. Tenemos que estar tranquilos”, recomienda.

Tata, Nacho es ArgentinoPor último, aprovecha para postular a Ignacio Fernández al equipo que dirige Martino. “Es el goleador del equipo, un jugador bárbaro. Pero tiene que elegir 22, así que imaginate la cantidad de buenos jugadores que quedan afuera”, reconoce sobre las escasas posibilidades de que hoy su mejor pieza en el Lobo pueda cumpir su sueño de Selección.

Gimnasia para la Victoria

Foto: Télam.
Foto: Télam.

Fiel asistente al estadio del Bosque y tripera a muerte, Ofelia Esther Wilhelm, es una seguidora no sólo del club de sus amores, sino también de Pedro Troglio. “Es hincha fanática. Ahora está medio delicada de salud y viene menos a la cancha o a visitarnos. Pero antes siempre venía a comer conmigo antes de cada partido y ahora, cada tanto, la visito en su casa porque ya no puede moverse mucho. Pero es una tipa que estaba en todos los partidos y en todas las concentraciones comiendo conmigo”. Así se refiere el entrenador a su amiga, la madre de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien “se puede de hablar de todo un poco”.

“De política, de la hija, de fútbol, de miles de cosas. Es una mina con mucho poder a la hora de hablar y de mucho convencimiento. La escuchás e impone respeto. Es una acérrima defensora de su hija”, cuenta Troglio, quien también expresa su admiración por la Jefa de Estado.

“Me gustaría hablar con Cristina porque me parece una tipa interesante, con mucho poder, mucho liderazgo. Creo que me serviría para mi profesión. Veo en ella un poder de convencimiento muy fuerte en todo lo que dice y a veces hasta sus acérrimos rivales se quedan sorprendidos al escucharla”, remarca el DT, y agrega: “Tiene un convencimiento terrible, habla muy bien y ha bancado todas, con sus aciertos y sus errores. Después de Perón, es de esos presidentes que, pueden gustarte o no, pero te quedás a escucharlos. Me parece muy fuerte la tipa”.

Es por esto, que la cuenta pendiente de Pedro es mantener un encuentro con la mandataria, con quien hasta el momento sólo habló por teléfono. “Me agradeció el trato con la madre. Muchas veces Ofelia me propuso ir a Olivos, pero lamentablemente nunca se dio,  seguramente por la agenda de ella y yo por los partidos. Además yo tampoco nunca jodí tanto para armar un encuentro, porque sé la vida que lleva esta gente, todo el día sin parar y no quería cargarle la agenda un poco más”.

“Ahora cuando termine todo esto después del domingo va a estar más tranquila, así que ahí se va a armar. Creo que es mejor verla cuando ya no sea presidenta así está más tranquila”, concluye.

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