El jugador de Los Pumas contó las sensaciones de su debut mundialista en Inglaterra y celebró el buen desempeño argentino. “Generamos una revolución con el sistema de juego”, dijo el centro de Duendes.
Con apenas 24 años, Jerónimo De la Fuente se dio el gusto de jugar en la máxima cita del deporte de la ovalada y dio el presente en seis de los siete partidos que Los Pumas disputaron para lograr la cuarta posición.
En diálogo con el eslabón, el jugador se muestra “muy contento desde lo personal” por haber sido parte del elenco que viajó a Inglaterra, y confiesa: “Fue un logro increíble, un sueño cumplido”.
Desde lo colectivo, resalta la tarea del equipo conducido por Daniel Hourcade porque haber disputado los siete partidos “significa quedarse todo el mundial entero, algo que sólo cuatro equipos pueden hacerlo”, y agrega: “Contento por cómo se dio el mundial, porque fuimos partido a partido, por el nivel que se jugó, porque generamos una revolución con el sistema de juego. Y además muy contento por el grupo que se formó, que es imprescindible para seguir el camino que tomamos”.
El no subir al podio no impidió que el nivel exhibido no sea recordado como uno de los mejores en la historia de nuestro rugby. “En 2007 se consiguió el mejor logro en mundiales” al alcanzar la tercera posición en Francia, “pero de ahí en más el rugby fue creciendo”, según comenta De la Fuente, que argumenta la progresión en “el intento de hacer un juego más dinámico, y para lograr eso nos ayudó enfrentar a rivales como Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia en el Championship, que te obliga a jugar un rugby más dinámico”.
“Son muchos años de jugar contra ellos y los resultados están a la vista. También nos divertíamos adentro de la cancha porque arriesgábamos. Eso es lo que más llama la atención, haber cambiado el sistema de juego de Los Pumas que antes era patear para arriba, presionar, una defensa muy aguerrida; hoy intentamos mantener esa línea defensiva pero también sumarle el ataque para que nos resulte más divertido e incisivo”, analiza.
De todas maneras, con los pies sobre la tierra, el rosarino advierte que “esto es un proceso al que todavía le falta mucho para madurar”, y destaca el rol de los entrenadores que “a los más jóvenes nos dan la confianza y el rodaje con grandes equipos”.
Somos locales otra vez
Impensadamente para muchos, el seleccionado argentino cayó simpático en tierras inglesas. Además del incondicional aliento que Los Pumas recibían de los nuestros, los dueños de casa –que se despidieron del Mundial en primera fase– estuvieron de su lado en los duelos claves. “Cuando uno llega al estadio y ve toda la gente saltando y alentando es increíble. Cuando entrás a la cancha y hay más de 80 mil personas, es hermoso. No imaginábamos que iba a haber tanta gente, la hinchada se notó muchísimo porque alentaban en todo momento”.
De Rosario al mundo
En la ola de crecimiento del rugby argentino, la ciudad cuna de la bandera no se queda atrás. Campeón con Duendes del Torneo del Litoral en varias ocasiones, De la Fuente asegura que en Rosario este deporte “crece más rápido, porque todos los que jugamos en Los Pumas estamos dando una mano y apoyando a nuestros clubes, ayudando a entrenar y en los partidos a corregir”.
Este compromiso que demuestra en el club que lo vio nacer sirve para “bajar línea de lo que son Los Pumas, y ahí se empieza a ver que los equipos empiezan a arriesgar y ya no salen partidos aburridos”.
“El rugby argentino está creciendo muchísimo y sobre todo por cómo se están entrenando los más jóvenes”, agrega.
En este sentido, el centro del Verdinegro, quien firmó contrato con la UAR para jugar en la franquicia argentina del Super Rugby el año próximo, resalta la posibilidad de disputar este prestigioso torneo internacional que permitirá “darle rodaje a muchos jóvenes que no tienen la posibilidad de enfrentar a los grandes rivales”. Y lo define como “un torneo durísimo, en el que tenemos muchas ganas de jugar”.
Es que medirse con las grandes potencias ayudará a consolidar la presencia y el respeto que el conjunto argentino se ganó a nivel mundial. “Las grandes selecciones juegan un rugby profesional y muy duro todo el año, que es lo que vamos a tener en 2016 con el Súper Rugby. Con esta posibilidad, esa diferencia que puede existir se va a emparejar, aunque en ningún momento nos superaron físicamente”, considera.
Te quiero Diego
La presencia de Diego Armando Maradona por los estadios ingleses no pasó desapercibida, y el video con Los Pumas en el vestuario tras la victoria ante Tonga recorrió los medios y redes sociales. Los jugadores celebraron con el 10 al ritmo del cuarteto La Mano de Dios, lo que significó un momento único para Jerónimo De la Fuente. “Para nosotros fue muy lindo. Para los deportistas, Maradona es un dios. Fue un orgullo tenerlo en el vestuario, por las cosas que habló, lo que le tocó vivir en el fútbol. No me olvido más”, cuenta y añade: “Genera mucho el Diego. Argentina es un país futbolero a muerte, e incluso nosotros también. Cantar con él la canción de Rodrigo fue muy lindo”.
Un deporte inclusivo
A diferencia de otros deportes, en el rugby todos son útiles para su práctica y tienen una función dentro de la cancha. Los gordos, los flacos, los grandotes, los rápidos, los bajitos, las hábiles, todos los jugadores son necesarios y por lo tanto preciados. Esta característica genera, según los propios chicos, padres y entrenadores, grupos muy unidos y con mucho sentido de pertenencia. Incluso muchos de los que lo practican consideran que su mejor amigo es un compañero de tackles y no de la escuela o de cualquier otra actividad social que realice.
Esta experiencia, De la Fuente la vivió en Duendes con los compañeros de la división 1991, con quienes sigue teniendo una relación de amistad, a pesar de que no todos continúan jugando al rugby. “Ese grupo de amigos siempre está, más allá de que uno haya llegado más lejos”, dice Jerónimo.
El ex verdulero opina que lo bueno del rugby es que “todos tienen la oportunidad de practicarlo”, ya que “es un deporte que acepta a todos los chicos”, y agrega: “Eso genera un vínculo con tus amigos que en otros deportes no hay, porque en el fútbol si sos malo con el pie no podes jugar y si sos bajito no podes jugar al básquet o al voley”.
Rugby para todos. Para De la Fuente, eso de que el rugby es elitista es un concepto erróneo. “Para mí nunca lo fue, en mi división había chicos de todas clases sociales, desde un millonario a un chico pobre y no por eso no éramos amigos”, afirmó el entrevistado, y añadió: “Hoy cualquier chico se puede acercar a jugar ya que los clubes tienen proyectos y programas de becas para los que no puedan pagar la cuota. Duendes, por ejemplo, está en un barrio bastante humilde, en las Delicias, y se acercan muchísimos chicos del barrio Tío Rolo y las villas, y siempre les abrieron las puertas y hay muchos chicos que agradecen que le hayan dado esa oportunidad”.
Igualmente, el back afirma que lo que hace falta para aumentar el flujo de chicos que se vuelcan a jugar al rugby, es que “el Estado ayude a los clubes, que le den una mano en infraestructura, en marketing para los torneos, que se los ayude económicamente para que se puedan desenvolver en un país donde el fútbol está muy por encima”, y culmina: “El rugby es tan inclusivo que ayuda al Estado a sacar chicos de las villas”.
Antes de despedirse, De la Fuente asevera: “Cuando deje de jugar voy a seguir militando por el rugby. Me veo entrenando algún seleccionado o a mi club, al que quiero devolverle un poquito de lo mucho que me dio”.
