La dirigencia rojinegra llegó a un acuerdo con Sebastián Domínguez y el defensor, de 35 años y campeón con Newell’s en 2004, se transformará en el primer refuerzo del elenco que conduce Lucas Bernardi.
El Negro Domínguez, a quien alguna vez el profe Jorge Castelli bautizó “Castalepra”, volverá a vestir la camiseta del club que lo vio nacer futbolísticamente después de haber pasado por Vélez, Corinthians, América de México y Estudiantes de La Plata. Con el visto bueno del entrenador, la directiva leprosa se sentó a negociar con el zaguero y llegó rápidamente a un acuerdo en el que influyó la decisión del jugador y de su familia de radicarse nuevamente en Rosario.
Este miércoles, después de someterse a la revisión médica, Domínguez estampará su firma y por la tarde entrenará junto al resto del plantel en el complejo Bella Vista.
Danza de nombres
Como suele ocurrir en cada receso, la cantidad de futbolistas mencionados como posibles refuerzos crece con el correr de las horas. Uno de los primeros apuntados por Bernardi fue el chileno José Fuenzalida. Es más, hubo un principio de acuerdo con su representante, Gustavo Goñi, antes de fin de año, pero ahora el lateral que también se desempeña como volante quedó en stand by luego de que le llegaran ofertas de la Universidad Católica y de la MLS.
Otro que parecía tener un pie en el Parque es Juan Manuel Insaurralde, quien ya jugó en Newell’s y que actualmente integra el elenco del Chiapas mexicano, pero la presión ejercida por Boca, otra de las entidades por las que pasó el zaguero, hizo tambalear su llegada.
Por último, Adrián Callelo, que no se había presentado a entrenar con Quilmes y que sonaba fuertemente en los pasillos del club rojinegro, finalmente solucionó sus inconvenientes con la dirigencia cervecera y se alejó del Parque de la Independencia.
Lo cierto es que el próximo sábado, el plantel de Newell’s partirá rumbo a Mar del Plata para continuar con los trabajos de pretemporada y, hasta ahora, el único refuerzo es un viejo conocido de la casa: el Negro Sebastián Domínguez.
Un palo en la rueda
En cuanto a la novela estival protagonizada por Ignacio Scocco, el desenlace sigue siendo incierto. Es que la propuesta económica elevada por River, que hace rato quiere contar con los servicios del goleador, no termina de convencer a los popes rojinegros. Primero se habló de 1,5 millones de dólares y la cesión de un jugador (el lateral Leandro Vega), pero ni siquiera fue estudiada. En las últimas horas los millonarios ofrecieron dos millones de dólares, pero también fue rechazada por sus pares leprosos que pretenden 3 millones de la moneda yanqui para hacerle frente a la deuda que aún mantienen con el Sunderland inglés (2,4 millones) y para tratar de abrochar la llegada de otro delantero que cubra esa vacante. Si bien en los pasillos del Monumental se rumorea que la cosa no está definida, hay un palo de diferencia entre lo que quiere Newell’s y lo que desea desembolsar River.
