Foto: Franco Trovato Fuoco.
Foto: Franco Trovato Fuoco.

La versión en Internet de La Capital, como sucede con todas las publicaciones de la web, suele presentar errores de ortografía, términos mal empleados, expresiones confusas e inconsistentes y demás; pero, lo digo con sinceridad, eso es comprensible por las condiciones en las que trabajan los redactores, en particular, la escasez de tiempo para escribir y, sobre todo, para revisar lo hecho.

Ahora bien, a veces, redactan con una «precisión» inusual, como si alguien les hubiese dicho cuál era la palabrita que había que poner.

Hoy, han titulado: «Cruce entre detractores y simpatizantes macristas en los alrededores de Derecho«.

He hecho un esfuerzo de memoria y me atrevo a jurar que en los últimos doce años, nunca, pero nunca, se usó el término «detractor» para designar a sujetos que se manifestaron contra el gobierno.

Por lo general, se han utilizado colectivos que los incluyen -gremios, organizaciones de la sociedad civil- o el siempre vacuo «la gente».
Nunca usaron la palabra «detractor».

Hoy sí y, bueno, veamos que dice la RAE, acerca de la palabra detractor:
1. adj. Adversario, que se opone a una opinión descalificándola. U. t. c. s.
2. adj. Maldiciente, que desacredita o difama. U. t. c. s.

El o la periodista del diario «La Capital» que redactó la nota, o el editor que intervino, y tituló con «detractores» -ha instancias de sus empleadores o sobreactuando para convertirse en el empleado del mes- ha puesto en el lugar de «maldicientes» a quienes fueron a ejercer su derecho de manifestarse -obvio, me abstengo de valoraciones sobre las cuestiones por las que se acercaron hasta la Facultad de Derecho- y en dulce sitio de «simpatizantes» (1. adj. Que simpatiza. Apl. a pers., u. t. c. s) a quienes fueron a expresar su apoyo al presidente.

Nada resulta extraño. Al menos, no nos han dicho «choriplaneros», «kukarachas», «aluvión zoológico» u otras especies (Bah, ese privilegio se lo reservan a los comentaristas de las notas).

Igual, resulta doloroso ver cómo hay quienes, creyendo hacer su trabajo -y, tal vez, desentendiéndose de él una vez concluida la jornada-, se prestan a ese juego.

Demás está decir, que a uno le duele en tanto ciudadano que se siente con derechos en lo comunicacional -respecto del tipo de información que recibe-, pero más grave es, también en cuanto a derechos a la comunicación, para aquellos ciudadanos que fueron a manifestarse y se los descalificó con el rótulo de «detractores».

¿Es la manera en que ellos hubieran querido que se los nombre? (Para mí son «compañeros», son «patriotas»; pero no me ilusiono con que los nombren de esa manera).

Ahora, ¿qué pasaría si algún asistente a la movilización decidiera redactar una crónica de la movilización y pusiera cosas como «participé de una marcha que fue minimizada o desacreditada por alcahuetes sentados frente a una computadora? Seguramente, y con razón, el destinatario del mote de alcahuete se sentiría ofendido.

Más notas relacionadas
Más por José Dalonso
  • El amigo nuevo

    Detenerse en el principio, a modo de prólogo, implica preguntarse cómo aparece un nuevo am
  • Memoria y corazón

    Yo no sé, no. Manuel llegó gritando: “¡La verdulera me dijo que por la escasez de lluvia e
  • Revisitando a Sábato

    Hace más de 50 años leí Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato. Recuerdo que me impresio
Más en Columnistas

5 Lectores

  1. marro white

    14/03/2016 en 19:57

    Capo José Dalonso,pura claridad.

    Responder

  2. Ivana

    14/03/2016 en 23:12

    José, gracias por escribirlo, alguien se lo tenía que decir. Además la nota de lacrapital resalta ese hecho que no fue más que un intercambio de palabras que ni siquiera es una noticia y da a entender que había dos marchas, dos manifestaciones cuando en realidad había una sola y algunos viejos chetos que andaban por ahí y pasaron a putear como siempre sabiendo y jugando a que nunca se responde a la provocación, pero se ve que nos vamos cansando.

    Responder

  3. Josefina López

    15/03/2016 en 10:42

    La tapa de la edición en papel de La Capital de hoy martes es un fiel reflejo de lo que ayer NO OCURRIÓ en Rosario. Y se pone al mismo nivel las miles de personas que fueron a repudiar a Macri que las pocas que fueron a saludarlo. Mejor dicho: las pocas personas a favor de Macri fueron a insultar y provocar a los que pensaban distinto. Una vergüenza la de La capital y de todos los medios comerciales de Rosario, una muestra más de cómo lo medios nos mienten y se burlan de la gente

    Responder

  4. Alejandra

    15/03/2016 en 11:22

    Queda claro que este Gobierno usa el lenguaje para favorecer la construcción de una realidad(falsa) que coincide con sus intereses.¡Muy buena nota, José Dalonso!

    Responder

  5. Silvana piazza

    15/03/2016 en 17:42

    Lo que sí te digo es que éramos muchos más los detractores que los simpatizantes macristas !!!!

    Responder

Dejá un comentario

Sugerencia

El amigo nuevo

Detenerse en el principio, a modo de prólogo, implica preguntarse cómo aparece un nuevo am