Distintos sectores de la comunidad educativa cuestionaron el Operativo Aprender que impulsa el macrismo. Desde Ctera remarcaron: “Las pruebas estandarizadas contribuyen a reproducir las lógicas de dominación colonial”.
Desde los gremios docentes –que representan tanto al sector público como privado– hasta los estudiantes de escuelas secundarias, protestaron contra la iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación que puso en marcha en todo el país el dispositivo de evaluación con el que pretende determinar la calidad de la educación, e incluso los alumnos del Normal 2 se negaron a realizar las evaluaciones.
Para la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), este plan representa “la cara del neoliberalismo”, según indicaron en un comunicado, en el que agregaron que “las pruebas estandarizadas contribuyen con la reproducción de las lógicas de dominación colonial”.
“Es por ello que nuestra organización hoy sostiene el planteo de un firme rechazo frente al Operativo Nacional de Evaluación que pretende someter a los/as trabajadores/as de la educación a ser meros instrumentos de aplicación estadística y a los estudiantes simples objeto de estudio”, continúa el escrito.
Desde la confederación que dirige Sonia Alesso, también titular de Amsafe provincial, exigieron “un debate amplio y condiciones dignas para un diálogo que posibilite la construcción de un sistema democrático de evaluación en el que el objeto de estudio no sea ni el rendimientos de los alumnos, ni el desempeño de los docentes, sino la complejidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje que se producen en las escuelas”.
Por su parte, los docentes nucleados en Amsafe Rosario –quienes se manifestaron este martes en la plaza San Martín– “la intención del Ejecutivo es construir un ranking de escuelas que se traduciría en diferencias y recortes presupuestarios”.
El secretario general del sindicato, Gustavo Terés, contó en diálogo con Lt8, que «las pruebas del Operativo Aprender trabajan sobre una lógica estandarizada con preguntas que atraviesan de manera genérica a alumnos que son de diversos sectores sociales, que aprenden de diversas condiciones y de diversas regiones. Es una prueba estandarizada que poco habla de la singularidad de los alumnos, de los contexto de aprendizaje. Poco se entiende la educación como proceso».
Ante esta situación, los alumnos del Normal 2 se negaron a hacer el examen y, a modo de protesta, realizaron una sentada ante “el peligro que corren la escuela pública y sus docentes”, según denunciaron. En Buenos Aires, varias escuelas fueron centro de movilizaciones y en Lomas de Zamora, el edificio del ENAM de Banfield fue tomado por los estudiantes.
