Foto: Andrés Macera.
Foto: Andrés Macera.

Reunidos con referentes de la Pastoral Social y organizaciones barriales, dirigentes del Movimiento Sindical Rosarino (CGT) y la CTA de los Trabajadores trazaron un crítico balance del 2016.

Los gremios de la ciudad cerraron el año “muy preocupados” con el rumbo que dio al país el presidente Mauricio Macri y su impacto en la región. No podía ser de otro modo. Las organizaciones de trabajadores más dinámicas, como los enroladas en el Movimiento Sindical Rosarino o la CTA, debieron lanzarse al espacio público en numerosas oportunidades. Primero para resistir a los despidos, enfrentar el ajuste y la ola importadora. Luego en defensa de conquistas y políticas públicas obtenidas a lo largo de la última década, que fueron puestas en jaque por la administración de neto corte neoliberal de Cambiemos. Por último las más recientes manifestaciones en demanda de una reapertura paritaria o un bono compensador para paliar la inflación, que superó el 40 por ciento. En ese marco, el balance realizado junto a la Pastoral Social de la Arquidiócesis local y distintas organizaciones comunitarias fue lapidario: “Hay un agravamiento cada vez más pronunciado de la situación de pobreza y exclusión en la que se encuentran los sectores más humildes de Rosario, sumado a la continuidad en la pérdida y destrucción de trabajo”, coincidieron.

Las conclusiones se hicieron públicas en el marco de una conferencia de prensa realizada el pasado jueves en la Asociación Bancaria (San Lorenzo 1383). Allí se dieron cita dirigentes del Movimiento Sindical Rosarino –que nuclea a numerosos gremios de la CGT–, de la CTA de los Trabajadores y referentes de movimientos y organizaciones barriales y la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Rosario. El eje del encuentro estuvo puesto, según marcaron en la convocatoria, en “realizar un balance del año y abordar la actual situación económica de la ciudad”.

Fue unánime la preocupación “ante el agravamiento cada vez más pronunciado” de la situación de “pobreza y exclusión en la que se encuentran los sectores más humildes de la Ciudad de Rosario”. También se alertó sobre “la continuidad en la pérdida y destrucción de trabajo en las distintas áreas”.

Las críticas al presidente llovieron siempre en la misma dirección: para denunciar el impacto de las políticas implementadas por el gobierno nacional sobre la industria nacional, el mercado interno y el empleo.

No faltó en el encuentro el repudió a la represión ordenada por el gobernador de Jujuy Gerardo Morales, desatada la jornada anterior en las afueras de la audiencia final del juicio a la dirigente social Milagro Sala. La solidaridad con los dirigentes sociales, políticos, sindicales y de derechos humanos que fueron víctimas de estos episodios se expresó con fuerza en la Asociación Bancaria de Rosario.

Voces del encuentro

Viviana Willie Bille, directora de la Arquidiócesis de la Pastoral Social de Rosario, trazó un panorama de “lo que se vio en las parroquias”. “Aumentó la cantidad de personas que piden algún tipo de asistencia y se vio como personas que tenían su trabajo asegurado para varias semanas o meses, ahora tienen su horizonte de ocupación cada vez más corto”, aseguró.

El secretario general de La Bancaria, Matías Layús, planteó las claves del encuentro. “La idea –precisó el dirigentees volver a visibilizar y hacer un llamado de atención a los gobiernos nacional, provincial y municipal con respecto no sólo a la situación del trabajo formal de los sindicatos que representamos sino también a los sectores más vulnerables que están hoy representados por las organizaciones sociales”.

“La pobreza aumentó no sólo en Rosario sino también en el país, y esto tiene una correlación, ya que producto de la apertura de importaciones se está perdiendo el trabajo formal y es un círculo vicioso donde perdemos todos”, denunció Layus.

Otros de los referentes que habló en el encuentro fue el secretario general de la CTA de los Trabajadores de Rosario, Paulo Junco. “Estamos planteando algunos ejes que tienen que ver con la defensa de la industria nacional”, remarcó el dirigente, y añadió: “En nuestro país más del 80 por ciento del empleo lo genera la industria nacional y las políticas que viene llevando a cabo el gobierno, con la apertura indiscriminada de la importación, viene afectando de forma muy grave”, remató.

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