En medio del tétrico manejo oficial de medios y bienes culturales y comunicacionales del que damos cuenta en la tapa y las primeras páginas de esta nueva edición, nos llegan invitaciones que reconfortan. Se trata de aniversarios. Y son cumples de 1 año, de esos que invitan a ver cuán rebosantes de nueva vida están esas criaturas queridas. Los que soplan 1 velita en estos días son compañeros y compañeras de la Agencia Sin Cerco, de aquí de Rosario; y de la cooperativa Por Más Tiempo, integrada por ex trabajadores y trabajadoras del diario porteño Tiempo Argentino. Hablamos de gente con la que quienes hacemos este periódico compartimos un camino, el de la autogestión y el cooperativismo de trabajo en las comunicaciones, puestos al servicio de un pueblo bajo bombardeo informativo permanente de los monopolios y sus repetidoras.
El primer aniversario de Sin Cerco y Tiempo confirma la vigencia de un modelo de gestión de medios que tiene antecedentes de larga data pero se ha ido multiplicando, aún bajo distintos contextos, desde fines del siglo pasado. Orgullosamente y como ya se ha dicho, desde la Cooperativa La Masa, productora de este periódico, formamos parte de ese movimiento y también tenemos razones para invitar a celebrar. Vale un festejo que el eslabón esté por llegar a su número 300. También vale que hace muy poco estrenamos nuevo diseño de nuestro diario digital Redacción Rosario. Ni hablar de las invitaciones que vamos a cursar el año que viene, cuando La Masa llegue a su primera década de presencia.
Valen y mucho estas satisfacciones en este presente complejo, tan gris amarillento, donde parece que nada puede detener la caída de las hojas y los ánimos.
Pero sí, se puede, che. Como dicen ellos. Las consignas vacías que nos tiraron van a volver. Es la ley del búmeran. No jodan, porque todo lo que nos tiran les va a volver. Vaya a saber bajo qué forma, por cuál camino, en cuánto tiempo, pero así será.
Y aquí estaremos, produciendo Sin Cerco, pujando Por Más Tiempo de construcción y esperanza, festejando los cumpleaños de nuestros sueños invencibles.
