El padre del Patón –ex arquero de Newell’s y actual golero de Tigres de México y Selección nacional– es diseñador gráfico y salió a la cancha con una muestra que caricaturiza a los crápulas del gobierno nacional. En una charla con el eslabón, también tiró unas pinceladas de fútbol.

Jorge Luis Guzmán tuvo su debut. Así como alguna vez le tocó a su hijo mayor estar por primera vez bajo los tres palos del Coloso, este artista plástico, diseñador y dibujante estrenó el viernes en la Asociación Empleados de Comercio (Corrientes 462, planta alta) su obra Vagón y sus vagonetas, a la que define como “una caravana antropomorfa rumbo a una dimensión ya conocida”, y en la que ridiculiza a “funcionarios, operadores periodísticos e incluso a los dueños de la Argentina neoliberal que conducen actualmente nuestra república hacia el segundo semestre”. Así caracteriza su laburo en un mano a mano con este periódico. “En manos de todos ellos está la vida de muchísima gente”, alerta el padre de Nahuel, de quien asegura que “está empezando a escribir una leyenda” en el mundo de la redonda.

Pintadas a mano

Jorge se define como “diseñador gráfico, ilustrador”, aunque también tuvo su historia en el arco. De todas maneras, confiesa no haber adquirido “el coraje suficiente para seguir investigando y metiéndome en lo que es realmente el terreno de las artes plásticas”. La habilidad que tiene sus manos no son hoy para tapar una pelota, pero sí para dibujar. Aunque asegura que además de eso “lo interesante de tener alguna habilidad es encontrar la vuelta de tuerca para empezar a decir alguna cosa dentro del lugar que uno ocupa”.

Su incursión en el rubro arrancó desde muy pequeño, pero no en un papel sino en las paredes de su casa. A escondidas, por supuesto, cuando ya se había mandado “alguna macana”, según admite. “De chico uno siempre hace cosas y es bueno observarlos. Yo me hacía hacer los dibujos en la primaria por una vecina, de cómodo nomás”, rememora, y afirma: “El entusiasmo lo adquirí solo, al igual que por la música y el deporte”.

Este hombre de 57 años recuerda que ya de grande le interesaba la antropología, “pero la dictadura había decidido terminar con el pensamiento crítico, con la mirada aguda y desaparecieron esa carrera”, como a los 30 mil.

Lo tiene de hijo

“Yo le dije que se tendría que dedicar al fútbol”, dice entre risas Jorge Guzmán haciendo referencia a su único hijo varón, hoy defendiendo los colores de Tigres de México y de la Selección Argentina. “Hace poquito lo visité, estuve allá en Monterrey y prácticamente es un ídolo después de la final que ganaron y en la que atajó 3 penales en la definición”, se enorgullece el artista. “Él está empezando a escribir una leyenda y aprendió a jugar con eso, porque siempre tiene los pies en la tierra más allá de la realidad que tienen los futbolistas, que muchos están en una burbuja. Pero él, por suerte, le encuentra la vuelta y nunca pierde la perspectiva”, asegura sobre el arquero que durante su paso por Newell’s vistió buzos que lucían la imagen de las islas Malvinas y el emblemático pañuelo de las Madres, símbolos que ahora trasladó a sus guantes.

Pero Jorge Luis no se achica y asegura que él “también era arquero y era muy bueno, aunque más bajito” que el 1,92m de su pibe. “Atajé en Argentino de Rosario y después me fui al campo, a las ligas regionales porque te regalaban chanchos y ladrillos, y era un mundo sensacional”, cuenta este hombre que cuando tiene la oportunidad se va al Marcelo Bielsa a ver a la Lepra. “Somos hinchas de Newell’s, toda la familia. Mis hijas ahora no están en el país, pero apenas vuelvan vamos a la cancha”, remarca.

Pinta mal

Guzmán observa con mucha preocupación la situación actual que atraviesa el país y pinta un panorama complicado: “Esta gestión –más los colaboradores que hicieron posible que estos tipos hoy estén en el gobierno– es grotesca, y hasta sería simpático y gracioso sino fuera porque en manos de todos ellos está la vida de muchísima gente inmersa en un problema gravísimo, porque la mayoría de ellos y ellas están sin trabajo”.

El ilustrador del libro Pelota de Papel (escrito por actuales y ex futbolistas) se muestra sorprendido “al escuchar a estudiosos de la política, incluso en el periodismo, perplejos pensando que ya no íbamos a vivir este tipo de cosas como si no supiéramos adónde conducen las políticas económicas de esta gente y los personajes que las instrumentan”, y asegura que “no hay que ser demasiado astuto ni tener formación académica para, en principio sospechar, y de un tiempo a esta parte, comprobarlo”.

A raíz de esta dura realidad, Jorge Luis advierte que “no es momento para distraerse”, porque “vemos a latinoamérica y el resultado es lamentable, y por eso lo importante es no perder el tiempo”.

Por último, se calza el traje de padre, y reflexiona: “Lo único que puede hacer uno es lograr que los hijos tengan una mirada y un pensamiento crítico, que sospechen de la comodidad de sus propias certezas”, y remata: “Si bien uno no cambia la historia de la humanidad, sí lo puede hacer en pequeñas proporciones”.

Tren fantasma

Ilustración: Jorge Guzmán.

Desde este viernes que pasó hasta el 10 de mayo se podrá ver en el Centro de Estudio y Formación del Sindicato Empleados de Comercio, Vagón y sus vagonetas, abierta a todo el público. “Yo no he hecho muestras, pero me gustó la idea”, admite Jorge Luis Guzmán en la previa a la apertura, que fue a toda orquesta gracias a las milongas de Pablo Read, y que tuvo oficiando de maestro de ceremonia al doctor en letras Roberto Retamoso. “Mi idea es que sea itinerante y tengo muchas ganas de llevarla a la escuela itinerante en Buenos Aires”, donde los maestros levantan su carpa.

Sobre el título de la obra, el artista cuenta que fue idea de Pablo Castro Leguizamón, quien le hizo la segunda en la muestra con sus textos. “A mí lo primero que me sonó fue a Caras y Caretas, una revista de caricaturas políticas de hace muchísimos años, incluso muy anterior a Humor, y fue el pie para el concepto general, porque están todos subidos a un tren”.

“También hay un juego de palabras con las eternas vacaciones que se toma el presidente. Hoy los juegos de palabras los pintan de cuerpo entero, aunque sea de casualidad. Los despropósitos de esta gente superan la ficción, el problema es que estamos en una realidad tremenda y hay que ocuparse de eso. De ahí mi pequeño aporte gráfico, mi relato en el que puedo decir de qué lado estoy parado y visualizar una opinión”, cierra.

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