Abuelas

Abuelas y Madres de plaza de mayo rechazaron la idea de «reconciliación» entre torturadores y asesinos de la dictadura con sus víctimas. La polémica se disparó por la convocatoria de la Iglesia Argentina, que anunció ese tema como uno de los ejes centrales de la 113° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina.

La presidenta de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó el llamado de la Iglesia como un «disparate» y sostuvo que «es herir susceptibilidades, es abrir una brecha más que cerrarla». La discusión pública –que aparece cíclicamente promovida por la Iglesia, los medios hegemónicos o los grupos defensores de los genocidas de la última dictadura cívico militar–, se renovó esta semana por el anuncio de la Conferencia Episcopal Argentina.

«Acá no hay odio, no hay rencor, no le deseo el mal a nadie. Nosotros queremos justicia porque acá hubo un genocidio», aseguró Carlotto en declaraciones a Radio El Mundo y evaluó que la iniciativa puede estar «fomentada por algunas familias afectadas por la dictadura que están en un espacio equivocado».

En este sentido, abundó: «¿Para hablar con los familiares de quién? ¿De los que tenían uniforme y un arma y salían a matar porque les pagaban para eso? ¿Cómo vamos a ir a dialogar? ¡Hay que cumplir con la democracia! Por eso pedimos: memoria y justicia».

De manera oficial, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo también manifestó a través de un comunicado su «profunda preocupación por la idea de ´reconciliación´ entre víctimas y victimarios del terrorismo de Estado».

«No hay diálogo posible con quienes secuestraron, torturaron y desaparecieron a nuestros hijos e hijas; con quienes niegan información sobre su destino final; con quienes saben dónde están los más de 300 nietos y nietas que aún son esclavos de la mentira y, a 40 años de su apropiación, continúan viviendo bajo una identidad falsa», indicó la entidad.

Además, Abuelas sostuvo que «una parte de la Iglesia fue cómplice de las desapariciones» porque «con doble moral avaló las torturas y omitió información para el encuentro» de las personas desaparecidas y precisó: «A través del Movimiento Familiar Cristiano se blanquearon como ´adopciones´ lo que en realidad fueron apropiaciones de, al menos, dos de nuestras nietas».

Por otro lado, la asociación criticó el protocolo que, según trascendió, presentará la Conferencia Episcopal para acceder a los documentos sobre la última dictadura que se encuentran en poder de la Iglesia y cuya apertura fue ordenada por el Papa Francisco en 2015.

«La información indica que solo podrán solicitarlos las víctimas y familiares o los jueces y fiscales que los requieran durante la instrucción de las causas por delitos de lesa humanidad. En este sentido, esperamos que se revea esta decisión que restringe el acceso a documentos que desde hace 40 años venimos reclamando», sostuvo Abuelas de Plaza de Mayo.

El activista consideró que, si no se dieran esos pasos, «sería algo vacío, que no aporta absolutamente nada» y, en este sentido, se preguntó «cómo se puede reconciliar una madre que hasta el día de hoy no sabe dónde está su hijo, o los nietos».

A su turno, la líder de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, minimizó la apertura de los documentos y exigió que «abran en serio los archivos», tras considerar que se trata de «las mismas cartas» que en aquella época enviaban las organizaciones de derechos humanos a la Iglesia para que las ayudaran a buscar a las víctimas del terrorismo de Estado.

«Basta de hipocresías, de ocultamiento y de silencio de la Iglesia. Son las mismas cartas que llevamos al Episcopado y al Vaticano pidiendo que se ocuparan de lo que había pasado con nuestros hijos», explicó la dirigente en declaraciones a Radio Con Vos.

Cortiñas reclamó que se «abran» los archivos «en serio» porque, según dijo, en la Iglesia «saben la verdad» sobre lo sucedido durante la dictadura en la Argentina.

El comunicado completo de las Abuelas

Rechazamos la idea de “reconciliación” con los genocidas que impulsa la Conferencia Episcopal Argentina

La CEA anunció que en su asamblea plenaria recibirá a familiares de desaparecidos y de represores para iniciar “un itinerario de trabajo sobre el tema de la reconciliación en el marco de la cultura del encuentro”.

 
Abuelas de Plaza de Mayo manifiesta su profunda preocupación por la idea de “reconciliación” entre víctimas y victimarios del terrorismo de Estado que está impulsando la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezada por su presidente, Monseñor José María Arancedo.

La CEA anunció que en su asamblea plenaria recibirá a familiares de desaparecidos y de represores para iniciar “un itinerario de trabajo sobre el tema de la reconciliación en el marco de la cultura del encuentro”.

Ante esta información, decimos nuevamente: no hay diálogo posible con quienes secuestraron, torturaron y desaparecieron a nuestros hijos e hijas; con quienes niegan información sobre su destino final; con quienes saben dónde están los más de 300 nietos y nietas que aún son esclavos de la mentira y, a 40 años de su apropiación, continúan viviendo bajo una identidad falsa.

Una parte de la Iglesia fue cómplice de las desapariciones; con doble moral avaló las torturas y omitió información para el encuentro de nuestros hijos. A través del Movimiento Familiar Cristiano se blanquearon como “adopciones” lo que en realidad fueron apropiaciones de, al menos, dos de nuestras nietas. En abril de 2015, luego de la visita de Estela de Carlotto al Vaticano, el Papa Francisco ordenó la apertura de los archivos secretos de la Iglesia Católica: unas 3000 cartas y documentos que se conservan en el Episcopado, en la Nunciatura Apostólica y en la Santa Sede, con pedidos que llegaron a la Iglesia para conocer el paradero de detenidos y desaparecidos y reclamar gestiones ante las autoridades.

Pese a que trascendió que durante esta Asamblea de la CEA se dará a conocer el protocolo para acceder a estos documentos, la información indica que solo podrán solicitarlos las víctimas y familiares o los jueces y fiscales que los requieran durante la instrucción de las causas por delitos de lesa humanidad. En este sentido, esperamos que se revea esta decisión que restringe el acceso a documentos que desde hace 40 años venimos reclamando.

Finalmente, ante la propuesta de “reconciliación” las Abuelas de Plaza de Mayo reafirmamos que seguiremos luchando hasta que el último de los responsables sea juzgado y condenado, hasta que aparezcan los restos de todos nuestros hijos e hijas desaparecidos, hasta que el último nieto apropiado recupere su verdadera identidad. Porque no hay amor en la mentira; no hay reconciliación sin arrepentimiento; no hay perdón sin justicia.

Por eso, volvemos a llamar a todos los feligreses a romper el silencio, a no ser cómplices de la apropiación y a acercar información que nos permita encontrar a nuestros nietos y nietas robados hace ya 40 años.

Fuentes: Abuelas/NA/Aica

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