Soportando el acoso permanente de la oposición golpista y violenta que especula con la muerte en las calles, y bajo la presión de la Organización de Estados Americanos (OEA), EEUU (que amenazó con sanciones) y la derecha regional, la Revolución Bolivariana sube la apuesta. No solo anunció su retiro del organismo multilateral, al que acusó de “injerencista”, sino que además convocó a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) “originaria” para refundar las estructuras del Estado y derrotar los intentos de golpe que tras un mes de violencia dejaron un saldo de 34 muertos y centenares de heridos.
La idea es un intento de frenar la violencia golpista, poner límite el creciente injerencismo en los asuntos internos de Venezuela (cada vez son más los actores que participan en esta tragedia en la que se juega con la sangre del pueblo) y, a la vez, profundizar la participación popular y fortalecer la Revolución modificando la Constitución vigente, la de 1999. Tras un mes de protestas opositoras el saldo es de 34 muertos y centenares de heridos y detenidos.
“Hoy, 1º de mayo, anuncio que en uso de mis atribuciones presidenciales como jefe de Estado constitucional de acuerdo al artículo 347 de la Constitución convoco al poder constituyente originario para que la clase obrera y el pueblo en un proceso popular constituyente convoque a una Asamblea Nacional Constituyente”, señaló el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Yo convoco al poder constituyente originario para lograr la paz que necesita la República, para derrotar a la violencia fascista”, manifestó el presidente.
Maduro firmó el 1º de mayo el decreto para convocar a una ANC “profundamente obrera, comunal, del pueblo”, con el objetivo de “preservar la paz y la estabilidad” del país.
La iniciativa, según informó el gobierno de Venezuela, se basa en los artículos 347 y 348 de la Constitución de la República Bolivariana. El 347 establece que “el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario”. En ejercicio de dicho poder, indica este artículo, “puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”.
El artículo 348 de la Carta Magna indica que la iniciativa de convocar una ANC “pueden tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros”.
Con este objetivo, el jefe de Estado nombró una comisión presidencial para promover la ANC, que tendrá entre sus metas “lograr la paz que necesita la República, derrotar el golpe fascista y que sea el pueblo, con su soberanía, quien imponga la paz, la armonía, el diálogo nacional verdadero”.
El mandatario afirmó que es necesario “transformar el Estado, sobretodo esa Asamblea Nacional podrida que está ahí”. Y llamó a fortalecer “la Constitución pionera, la sabia, la Constitución Bolivariana de 1999”.
De acuerdo a las definiciones del gobierno bolivariano, la ANC se encargará de debatir sobre cómo alcanzar la paz nacional, “en particular ante los sucesos recientes promovidos por sectores de ultraderecha”.
Asimismo, deberá encarar la difícil situación económica en que se encuentra Venezuela. “Aquí debe quedar plasmado un modelo de economía post petrolera. Reconociendo todas las formas de propiedad que existen en la sociedad venezolana hoy día, la propiedad privada, la propiedad social, la propiedad pública, la propiedad comunal, y desarrollar los mecanismos que permitan que todos esos sectores puedan dinamizar el desarrollo de las fuerzas productivas, fortaleciendo la capacidad del Estado para luchar contra los ilícitos económicos”, señaló Elías Jaua, dirigente chavista designado a la cabeza de la comisión que impulsa la ANC.
Este nuevo impulso de la Revolución tiene entre sus objetivos “reforzar las nuevas formas de la democracia participativa y protagónica, la defensa de la soberanía, la integridad de la nación y el rechazo al intervencionismo, y el carácter pluricultural del país”.
Asimismo, se propone prestar una atención muy particular a los derechos de los jóvenes y las mujeres y la preservación del medio ambiente.
El mandatario entregará al Consejo Nacional Electoral (CNE) las bases de la convocatoria, para que el pueblo pueda elegir, por voto directo, a alrededor de 500 constituyentes. “Entre 200 y 250 serán electos por las bases”, indicó Maduro.
En este sentido, el mandatario instó a las fuerzas revolucionarias a definir métodos para seleccionar “a los mejores, que salgan de las bases, para reconstituir y perfeccionar la patria y la Constitución”.
Habrá representantes electos por sectores y otros por circunscripción municipal, señalaron desde el gobierno bolivariano.
Maduro llamó a “un gran debate nacional sobre el tema, en el que participen los Concejos Municipales, los distintos sectores sociales y los empresarios, entre otros”.
Sobre este punto, instruyó a Jaua a reunirse con los partidos políticos de la oposición para exponerles el proceso que comenzó. La Comisión tendrá encuentros con las fuerzas sociales para abordar el tema.
“Todos los sectores están convocados y pueden participar a través de los 335 municipios. Tienen participación las comunas y consejos comunales, los pueblos indígenas, los sectores religiosos”, señalaron desde el gobierno de Venezuela al tiempo que aclararon que no se trata de sustituir la Constitución de 1999, como ocurrió con la de 1961. “Lo que se quiere es que los nuevos sujetos constitucionales, que las formas de gestión de gobierno puedan ampliarse con rango constitucional”, explicó el abogado constitucionalista e integrante de la comisión que promueve la ANC, Hermann Escarrá.
Fuente: El Eslabón
