Martín Sabbattella –ex titular de la Afsca y referente de Nuevo Encuentro– se mostró dispuesto a la “unidad” para fortalecer el Frente para la Victoria y así ganar las legislativas “para ponerle un freno a esta política de ajuste, y prepararse para volver mejores en el 2019”.

“El kirchnerismo es el sentido de pertenencia y la identidad más potente que tiene el campo popular; y el liderazgo de Cristina es el más más fuerte y más contundente. Por eso, se constituye como la líder natural de la oposición”. Estas palabras de Martín Sabbattella –ex titular de la Afsca y referente nacional de Nuevo Encuentro (NE) –, que reafirman un posicionamiento, llegan luego de que describiera un panorama de “deterioro social profundo” generado por la administración macrista –“un gobierno de ricos para ricos que viene a saquear a la Patria”– y que desde su espacio comprometiera su aporte a la unidad, al fortalecimiento del Frente para la Victoria para “ganar en el 2017, ponerle un freno a esta política de ajuste y prepararse para volver mejores en el 2019”. Y, más allá de la participación que la expresidenta tenga en las próximos comicios, sobre lo que dice no saber qué ocurrirá, no duda: “Si alguien se le atreve en las Paso, arrasa; y, después, en la elección general, gana”.

Como parte de una recorrida que viene haciendo por el país, Martín Sabbatella llegó a Rosario el pasado 13 de mayo para reunirse con referentes locales de NE junto a representantes de otros distritos. También aprovechó la ocasión para conversar con dirigentes de otros espacios kirchneristas, a los que denominó “agrupaciones hermanas” (ver aparte).

En ese andar, dialogó con El Eslabón y el comienzo de la charla encontró al ex titular de la Afsca con un duro análisis del presente. “Lo que más nos preocupa y ocupa es el deterioro económico y social, que es lo más grave que está sucediendo hoy en el país. Todos los días, los argentinos y argentinas estamos un poquito peor: pérdida de puestos de trabajo y caída del consumo, como el consumo de la leche que bajó el 25 por ciento; liberaron las importacione, y cierran industrias y comercios”, dice para luego agregar: “Todo eso muestra brutalmente la situación de deterioro social profundo, que también se da en términos de libertades públicas, de garantías constitucionales”.

Atribuyó la actual situación al gobierno nacional, al que definió como “de derecha clásico, profundamente liberal en términos económicos y profundamente autoritario en términos políticos; de ricos que gobiernan para ricos, corruptos e inescrupulosos, que vienen a saquear a la Patria, que vienen a hacer una brutal transferencia de recursos de los sectores populares a los grupos concentrados de la economía”.

Frente a ese cuadro que trazó abogó por la construcción de “un gran frente nacional, popular, democrático, que pueda ganar en el 2017, ponerle un freno a esta política de ajuste y prepararse para volver mejores en el 2019. Y, en ese marco, planteamos una unidad sobre la base de un programa, de un núcleo de ideas, principios y valores, que tienen que ver con defender los intereses de las mayorías populares y cuidar los derechos conquistados”.

Lo dicho lo llevó a reivindicar el papel de la expresidenta dentro de esa construcción a la que abona: “Lo que Cristina ilumina tienen mucho para aportar en esa unidad, porque yo creo que el kirchnerismo es el sentido de pertenencia y la identidad más potente que tiene el campo popular y el liderazgo de Cristina es el más más fuerte, más contundente. Por eso, se constituye como la líder natural de la oposición”.

De todos modos, da señales de una apuesta a ensanchar las bases, aunque con ciertas condiciones que no son menores. “No nos creemos los únicos y, por lo tanto, no le pedimos a todo el mundo que sea kirchnerista; pero sí que sean claramente opositores, sin dobleces, a este gobierno de ajuste, que está endeudando e hipotecando el futuro de nuestros hijos y nuestras hijas”, apunta.

Por eso, propone “fortalecer el Frente para la Victoria y dentro de ese frente poner en valor lo que significa el kirchnerismo y Cristina” e insiste: “Ella es la líder indiscutible en la defensa de los intereses populares”.

—Respecto de la unidad, las recientes expresiones masivas contra el “2×1” de la Corte han dado una señal clara al respecto.

—Este gobierno ha armado una coalición cuasi mafiosa entre el partido judicial, el mediático y la coalición de gobierno, y su núcleo principal es negacionista. Ha generado un clima de impunidad, pero se ha encontrado con que la inmensa mayoría de este país está convencida de que la democracia es el espacio límite de la política, que los derechos humanos tienen que ser política de Estado, y que el futuro habita en la memoria, la verdad y la justicia, y no en la impunidad.

Es un gobierno negacionista, que en su historia tiene vínculos con los momentos más oscuros de nuestro país; porque la familia Macri se ha enriquecido en la dictadura y ha sido parte de su componente civil. Pero también este gobierno lee encuestas y, entonces, es como que vuelve para atrás e intenta acomodar su posición.

—A propósito, se deslizaba la figura de que “retrocede en chancletas”, que no le resulta cómodo volver para atrás.

—No le resulta fácil, lo hace especulando y midiendo en términos de encuestas; pero lo más importante es que, más allá del cinismo o la hipocresía de algunos, ellos mismos son conscientes de que es ampliamente mayoritario el consenso sobre el valor de la justicia para construir el futuro en contra de la impunidad.

—Hay una cuestión de tu biografía que te permite conocer al macrismo desde hace tiempo, por lo que ocurrió en tu distrito, Morón, allá por el 99.

—Claro y eso también explica la matriz corrupta del actual gobierno. Como concejal fui parte de la comisión investigadora del plan cloacal de (el entonces intendente Juan Carlos) Rousselot y los Macri eran la pata empresarial de lo que fue el mayor intento de estafa al pueblo moronense. Ellos tienen una matriz que es corrupta, de gente que se ha hecho rica vinculandose con el Estado y, ahora, quieren hacerse aún más ricos desde el Estado.

—Hacías referencia al liderazgo de Cristina, ¿cómo la ves en esta instancia próxima de las elecciones?

—Cristina es la líder natural. Hay una discusión si va a ser o no candidata, no lo sé. De lo que no tengo ninguna duda es de que, si alguien se atreve en las Paso, arrasa; y, después, en la elección general, gana. Es la gran protagonista de la escena política y pública de este momento de la historia.

—A propósito de las Paso, ¿creés que hay sectores que, consciente o inconscientemente, contribuyen a desgastarla, a esmerilar su figura?

—Hay muchos sectores que quieren desgastar a Cristina, la derecha en su conjunto, el sistema político del establishment.

—Me refiero al “fuego amigo”…

—Adentro también puede haber algunos sectores que son parte de esa idea de que hay que domesticar el sistema político para sentarlo en la mesa del poder; obviamente, saben que Cristina en esa mesa nunca se sienta, que el kirchnerismo vino a patear el tablero, a romper el molde, que es lo que expresa Cristina y que por eso la atacan.

La atacan y la persiguen no solamente como revancha de lo que se animó a hacer sino porque le tienen pánico a su presencia en el presente y a su protagonismo en el futuro.

—Recién decías “volver mejores en el 2019”. Va a costar remontar, ¿cómo imaginás reconstruir lo destruido?

—Hay un tema fundamental para pensar a futuro: no hay posibilidad de reformas estructurales, si no se democratiza la Justicia y si no hay una reforma constitucional o se genera una nueva Constitución, que garantice que esos derechos que se van adquiriendo tengan rango constitucional para que no sea tan fácil volver para atrás.

No puede ser que una persona que gana por un punto y medio que, por supuesto, tiene toda la legitimidad para gobernar, pueda hacer todo lo contrario a lo que se venía haciendo. Si hay derechos que tienen rango constitucional, el que quiera volver para atrás deberá construir mayorías especiales o consensos más amplios.

Diálogo con otros referentes kirchneristas

Martín Sabbatella visitó Rosario como parte de las reuniones regionales que Nuevo Encuentro viene realizando en distintos puntos del país; y, precisamente, hasta nuestra ciudad llegaron dirigentes de Entre Ríos, Córdoba y La Pampa, que compartieron una jornada de trabajo con sus pares de Rosario y de la provincia. El ex titular de la Afsca también aprovechó la ocasión para conversar con el parlamentario del Mercosur Agustín Rossi y con el diputado nacional Marcos Cleri, a quienes definió como “compañeros, con los que somos parte del proyecto nacional que lidera Cristina Fernández Kirchner”. De esa charla también participaron Adrián Grana, diputado nacional de NE, y los dirigentes locales José Tessa y Gastón Seguetti.

Fuente: El Eslabón.

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