Las cooperativas de trabajo de tecnología no escapan al crudo contexto económico, pero desde su federación persisten en la puja contra la concentración.

En la Federación Nacional de Cooperativas de Tecnología, Innovación y Conocimiento (Facttic), de la que forman parte las rosarinas Tecso y Equality y la santafesina Coprinf, dicen que en su rubro también se siente la caída económica. Pero remarcan que esto no ha generado pérdida de puestos de trabajo y tampoco hizo mella en la labor institucional de difundir y reivindicar la cooperación y el uso del software libre. “Si no desarrollamos la tecnología cooperativa, nos van a controlar con la tecnología concentradora”, remarcan. Y para desarrollar la tecnología cooperativa es vital “trabajar en la integración, en el sector y también intersectorial. Tenemos mucho para potenciarnos”, subraya Leandro Monk, que es el presidente de Facttic.

La charla con Monk se da días después del último plenario nacional de la federación, realizado los días 5 y 6 de mayo en la sede de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT). Allí se reunieron 40 representantes de cooperativas que integran la organización, que el próximo 20 de julio cumplirá cinco años de presencia en el mapa de la economía social.

En el encuentro se evaluó que “el mercado interno se retrajo” y, al mismo tiempo, “al momento de exportar, el tipo de cambio no es favorable”. Así, lo que se aprecia en general en el ámbito de las cooperativas de tecnología es “una menor facturación y un relativo estancamiento. “No nos falta trabajo, pero no se puede llevar a precio la inflación y por ende baja el ingreso de los compañeros”, precisó Monk.

Ante tal coyuntura, la decisión de Facttic es priorizar “una de las bases del cooperativismo, la solidaridad en detrimento de la competencia”, y hacer cada vez más intensa la actividad del denominado FIT, un “espacio de socialización de trabajo” para las cooperativas federadas. “Planteamos proyectos intercooperativos para bajar y balancear riesgos entre varias cooperativas, que obviamente tienen que conocer sobre la tecnología que se va a usar en el proyecto. Se va trabajando en conjunto”, explicaron.

En Facttic señalan como otro dato de la crisis la desaceleración en el surgimiento de nuevas cooperativas del sector. Por eso, se planteó también vincular más activamente el FIT con otra de las iniciativas de la organización, a la que llaman la Incubadora, desde la que se asiste a quienes quieran emprender el camino de organizarse como cooperativas de trabajo.

La primera cooperativa de tecnología en el país fue la rosarina Tecso, nacida en 2003. Después, en 2007, en Buenos Aires surgió Gcoop –a la que pertenece Monk–, que fue la primera de software libre. Y ya en el 2012 se conformó la Federación, que por estos días agrupa a 17 cooperativas radicadas en Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Río Cuarto, Tandil y Bahía Blanca.

Cuando se le pide un balance de la primera década de su cooperativa y el primer lustro de la Federación, Monk celebra que “ambas experiencias crecieron mucho y seguimos trabajando en hacerlas crecer más. Vamos por más integración, más socios, más volumen de trabajo, más solidaridad, más dispersión territorial”, manifiesta. Y vuelve a la carga con lo de la importancia de reforzar vínculos intersectoriales para enfrentar la tecnología concentradora y desarrollar otra propia, cooperativa.

En este sentido, en Facttic se iniciaron y se sostendrán espacios y proyectos como el llamado De Mentes Libres, que acerca talleres de robótica e informática a espacios comunitarios; o el Centro de Cómputos propio, que está terminando de instalarse en la Universidad Nacional de Quilmes. En el plenario en Buenos Aires se repasó también el Proyecto de Formación Continua en Software Libre que se está desarrollado con el Ministerio de Trabajo en las ciudades de Buenos Aires, Santa Fe y Tandil. Otro proyecto en danza es ESSApp, una aplicación de georreferenciación de emprendimientos de la economía social de todo el país. Además, se firmaron convenios con la Universidad Metropolitana de los Trabajadores y con la Universidad Nacional de Tres de Febrero, que se suman a los ya existentes con el Ministerio de Agroindustria, el Ministerio de Turismo y la Universidad Nacional de Quilmes. “Tenemos que seguir trabajando en la integración, tenemos mucho para potenciarnos”, insistió Monk.

En la apertura de su último encuentro nacional, los cooperativistas de Facttic no soslayaron el hecho reciente del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que habilitó la ley del 2×1 en beneficio de un represor de la dictadura. “El movimiento cooperativo no negocia la democracia y este tipo de fallos la ponen en duda”, remarcaron.

CONEXIÓN. En el diario El Ciudadano –ahora gestionado por sus trabajadores– saben de los servicios que prestan las cooperativas agrupadas en Facttic. Una de ellas, Gcoop, tuvo a su cargo la instalación de un nuevo sistema informático para el matutino rosarino, cuyos trabajadores conformaron la cooperativa de trabajo La Cigarra.

Fuente: El Eslabón.

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