“Las empresas no pueden decirnos cuándo comprar y cuándo vender”, dijo Sebastián Ferro, dirigente de Empleados de Comercio, sobre la pelea por el derecho al descanso dominical. “No acataron la sanción de la norma ni su promulgación” y ahora ni siquiera la orden del máximo tribunal ¿Cómo sigue la historia?

Cuando la Ley de Descanso Dominical entró en vigencia en julio de 2016, lo primero que hizo un amplio sector de la sociedad fue festejar: no hay mejor excusa que el derecho adquirido. La celebración ofició para tomar aire y fuerzas para seguir. Cada uno de los actores involucrados supo que la real aplicación de la Ley no iba a ser tan fácil. Las empresas Coto y Carrefour no acataron la ley desde un principio: abrieron dos domingos seguidos y cerraron. Pero además, antes de que se aplique la Ley, cada firma despidió a 50 trabajadores, que luego terminaron siendo reincorporados. A fines de 2016, estas dos grandes cadenas se beneficiaron con una resolución de la Sala III de la Cámara Civil y Comercial y el 8 de enero pasado volvieron a abrir cada domingo. Los siguieron Jumbo y Easy, favorecidas por un amparo al que hizo lugar el Juzgado Civil y Comercial Nº 4.

Las cuatro firmas abrieron sus puertas hasta principios de junio, cuando, otra vez, apareció la Justicia. Esta vez, fue la Corte Suprema de Santa Fe la que admitió el recurso de queja impulsado por la Asociación de Empleados de Comercio, la provincia y el municipio. Y hasta que el máximo tribunal se expida sobre la constitucionalidad o no de la Ley, Coto y Carrefour deberán acatarla, ya que Easy y Jumbo quedaron exentos de esta medida. Sin embargo, las grandes empresas no cumplieron y el domingo pasado volvieron a abrir.

Mientras la Ley provincial Nº 13441 va y viene, entre asociaciones, empresarios y el gremio, partidos políticos y juzgados, y mientras espera la decisión final de la Corte, los trabajadores de Coto y Carrefour volvieron al laburo. En el medio está el descanso, es decir, el domingo libre, la familia, salir a pasear, quedarse haciendo fiaca. Y la pelea “por la dignidad”, como la llama el gremio mercantil, que volvió a entrar en escena con el desacato de las grandes empresas.

Sebastián Ferro, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Empleados de Comercio, dialogó con El Eslabón sobre el panorama que se abre en esta lucha.

—¿Cuál es el escenario actual respecto a la Ley de Descanso Dominical?
—Los supermercados tendrían que cerrar desde los primeros días de junio, porque la Corte Suprema de la provincia aceptó el pedido que hicieron la Municipalidad, el sIndicato y la provincia contra el fallo que había dado lugar a que puedan abrir Carrefour y Coto. Esta resolución deja en suspenso la habilitación que les dieron hasta que se resuelva la cuestión de fondo, es decir, la constitucionalidad o no de la Ley de Descanso Dominical. Y esa cuestión es tan jurídica como política: nadie puso en duda la ley, salvo cuando se le dio lugar a Coto y Carrefour. Nosotros sostenemos que el descanso dominical es constitucional porque no modifica la Ley de Contrato de Trabajo sino que regula la apertura y cierre de un comercio y ese control, además, es potestad de la provincia y el municipio, como tantas otras cosas, como, por ejemplo, los horarios de boliches y centros culturales.

—¿Qué lectura hacen de que los que no respetan la ley sean Coto y Carrefour?
—Coto se caracteriza por no haber acatado nada a lo largo de este proceso. Se manejó de forma patoteril, quemó las puertas de la legislatura, extorsionó a los compañeros, no participó de ninguna reunión cuando sí lo hicieron todas las instituciones. Y yo creo que no lo hizo por prepotencia, porque no pensaron que este movimiento que se generó desde el sindicato iba a concretar la ley. Y a último momento, cuando ya se había jugado todo, Coto se metió a presionar como hacen siempre: presionaron jueces y concejales, no acataron la sanción de la ley ni su promulgación, no cerraron los primeros días y ahora, cuando la Corte le dice que tiene que cerrar, abre. Eso te dice todo. Además, es una empresa acostumbrada a tener personal policial en los lugares de trabajo, se le encontraron armas (un arsenal, en Buenos Aires), remarca los precios de forma desorbitante. No nos sorprende nada de Coto.

—¿Y Carrefour?
—Lo mismo. Están en la Asociación de Supermercados Unidos y se maneja de forma similar.

—¿Cómo tomaron los trabajadores la idea del descanso dominical? ¿Se aceptó desde un principio o el convencimiento llegó una vez que se aplicó la ley?
—La precarización de todas las relaciones laborales de los (años) 90 nos impuso que trabajar los domingos y feriados patrios era natural. Yo fui empleado de la primera sucursal de Carrefour en Rosario y trabajamos hasta 16 horas los domingos y lo teniamos incorporado como natural. Claro que siempre hubo compañeros que protestaron en contra de trabajar los domingos. Esa manifestación se fue acrecentando cada vez más, sobre todo en el sector de las cajeras, un sector crítico, imaginate lo que es para las que trabajaban a la tarde y se tienen que ir de su casa el Día de la Madre, del Padre, los cumpleaños, días festivos. Yo he tenido compañeras que llegaban llorando. Cuando supimos esta última decisión de la Corte, se festejó como si fuera un campeonato mundial. Para nosotros es una reivindicación que tiene que trabajarse profundamente de manera política, para que estas empresas no vengan a decirnos cuándo tenemos que comprar y cuándo no, ni cuánto vale nuestra vida. Lo dice el Papa: al mundo mercantilista hay que ponerle ciertos límites, porque sino nos llevan puesto a todas las instituciones, a todas las estructuras colectivas. Esa reivindicación creció cada vez más y hoy, cuando los supermercados abrieron, hubo mucha gente que no quiso volver a laburar los domingos. Y eso es algo que la sociedad entendió, porque es muy poca gente la que va a comprar. Ese es un triunfo social. Y un avance gremial, político y social.

—Ustedes generaron el debate sobre qué hacemos con nuestra vida y nuestro domingo, y eso interpeló tanto a los trabajadores mercantiles como a los consumidores ¿Por qué es un debate gremial esto?
—Y porque se trata de la dignidad de la persona. Para nosotros no se puede comprar un derecho por plata, porque a la larga se termina perdiendo. Es un debate que se dio desde el sindicato pero lo creemos como personas, individuos a favor de la dignidad y en contra de la mercantilización de la vida. Nosotros peleamos por eso y nos parece fundamental en una época en la que el neoliberalismo dispone formas de vida. En lo colectivo tenemos que ir contra eso, no todo se compra, no todo se vende, y menos la dignidad de las personas

La voz de los delegados

Los delegados de Coto y Carrefour defendieron la Ley de Descanso Dominical y apuntaron al sector político, pidiendo que sea contundente con las inspecciones y multas. “La mayoría de los trabajadores es consciente del derecho que se les quiere robar”, aseguró Jorge Schrauf, delegado de Carrefour. “Solicitamos que las instituciones de la democracia le caigan duro a estas empresas, porque no es la primera vez que no cumplen con nuestras leyes. Vienen a nuestro país, hacen recaudaciones extraordinarios y se llevan puesto a nuestra democracia”, remarcó Schrauf, acompañado por dos compañeros más Pablo Castillo (Carrefour) y Mauro Tello (Coto).

“Estuvimos casi seis meses con la ley en vigencia y después de eso muchos compañeros dijeron que no lo cambian por nada. Estar un domingo en familia no tiene precio. Por eso, la gran mayoría está de acuerdo con el descanso dominical. Algunos plantean la cuestión económica, pero nosotros estamos recuperando derechos y no buscamos manejarlo todo a través del dinero sino que apostamos a disfrutar un poco más. El franco semanal no es lo mismo que los domingos”, sostuvieron.

Contra la precarización en los supermercados chinos

Un importante grupo de directivos y delegados del Sindicato Empleados de Comercio se manifestó el miércoles pasado contra las condiciones de maltrato y explotación que sufren los trabajadores mercantiles en los supermercados orientales. El reclamo se realizó frente al supermercado “Hong Kong”, de Rioja entre Corrientes y Entre Ríos. “Instamos a estas cadenas a que se adapten a las leyes laborales vigentes en Argentina. Y también instamos a la clase política a que tome en cuenta lo que está pasando en estos lugares de trabajo”, remarcó Diego Virgili, delegado del gremio mercantil.

El reclamo frente al supermercado chino se realizó cerca de las diez de la mañana y no fue anunciado. Fueron decenas de militantes, delegados y directivos de Empleados de Comercio que marcharon, sorpresivamente, con sus banderas. El recorrido fue desde la sede del Sindicato hasta la puerta del local, donde se repartieron volantes y a puro bombo se visibilizó la problemática.

“Estamos trabajando y haciendo inspecciones a la par con el Ministerio de Trabajo de la provincia. El panorama es siempre el mismo: gente maltratada, que trabaja en negro y sin francos. Estamos cansados porque cada mes volvemos y el problema persiste. No se adecuan a la ley”, explicó el delegado Hugo Taffo. El hombre estimó que en Rosario hay unos cien supermercados conocidos como “chinos”. “Y en cada uno de ellos debemos tener un problema, resumió”.

“Hicimos un relevamiento que indicó que existe un 75 por ciento de faltas en los registros de los empleados y empleadas. A eso se le suman las condiciones de trabajo: cualquier ciudadano conoce estos supermercados y se ve, por ejemplo, cómo las cajeras están sentadas arriba de un cajón de cerveza o verdura”, explicó Diego Virgili, también delegado.

Virgili remarcó que después de las inspecciones la situación suele no cambiar. “Cuando aparece un trabajador no registrado, hacemos las audiencias correspondientes y en algunos casos, muy pocos, terminan registrando al empleado. Lo que pasa es que a los pocos días o lo despiden o les dan de baja. Por eso nosotros instamos a estas cadenas orientales a que se adapten a la ley vigente hoy en Argentina y también instamos a la clase política a tomar cuenta lo que está pasando con estas cadenas extranjeras”.

Fuente: El Eslabón

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