La Asociación de Trabajadores de la Sanidad denunció que cinco clínicas privadas del Gran Rosario corren serio riego de cerrar por las deudas con los profesionales y administrativos de esos efectores.
La Asociación de Trabajadores de la Sanidad de Rosario y el Sur Provincial (Atsa Rosario) se declaró en alerta ante el posible cierre del sanatorio ubicado en Urquiza 1764, perteneciente al grupo Medicina Ambulatoria Sociedad Anónima (Masa), que controla además otros cuatro efectores más: uno en la zona sur de la ciudad, y los restantes en las localidades de Villa Gobernador Gálvez, Capitán Bermúdez y San Lorenzo.
“Están en riesgo las fuentes de unos 220 trabajadores que no han cobrado, muchos de ellos, el sueldo de mayo”, dijo Gustavo Martino, referente de Atsa Rosario, quien señaló que “el argumento de la firma es que PAMI ha cortado los pagos”.
Este miércoles hubo una audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial (con sede en Rosario) donde se citó responsables de la Cooperativa eléctrica Gomara (Villa Gobernador Gálvez) y al Instituto Médico Regional (San Lorenzo) por considerarlos solidariamente responsables, ya que dichas firmas figuran como dueñas de los inmuebles donde funcionan los efectores en las localidades citadas. Por lo pronto, la resolución tomada fue pasar a un cuarto intermedio.
