Yo no sé, no. Pedro me contaba que un amigo de él nació en el 56, que en los sueños quinieleros es “la caída”, y que nació con algunos problemas. Casi se ahoga en el parto, porque venía cruzado, y eso le trajo ciertos inconvenientes en el andar. También se acuerda Pedro que en la canchita apareció un pibe que había dejado hacía poco las muletas y andaba con una bota ortopédica. Pero se las arregló para enfrentar al arquero y hacer un gol. El pibe casi se ahoga de la emoción.

Enfrente de la casa de los abuelos de Pedro vivía el Rúben, se llamaba Rubén, pero todos le decían Rúben. Era ultra cariñoso y siempre entraba a la casa gritando “¡mamma, mamma!”, porque no le salía decir “äiti”, que es “mamá” en finlandés. El Rúben tenía Síndrome de Down.

En nuestra adolescencia, en la zona oeste, estaba Manuel, un pibe de Medicina que venía militando con nosotros y que entraba siempre al barrio con el bebé en brazos. “Me lo dan –decía– porque cuando camino me sale el “meceo” natural. También se acuerda Pedro de esa agrupación de lisiados que en el 73 formó parte del colectivo de liberación y cuya historia se puede buscar en el libro Los rengos de Perón.

En la radio sonaba La fuga del paralítico, de Sui Generis. Creo que estaba en el disco Adiós Sui Generis, arriesga Pedro, y recuerda que al poco tiempo del inicio de la dictadura le decíamos adiós a muchos logros y conquistas. Bueno –sigue Pedro–, ahora estos tipos en materia económica te cortan las piernas, y en lo social parece que vienen y te afanan las muletas. Capaz que tendríamos que hacer como ese hincha de Huracán que se enloqueció y le tiró con las muletas al árbitro. Hablando de árbitros, ¿lo vieron a Baldassi, que ahora es militante Pro, que en un partido de amistoso le pegó de atrás a uno con muletas? Todo un presagio.

Vamos a tener que hacer como aquel pibito del barrio: encarar al arco y pegarle con lo que tengamos. Y si nos tenemos que ahogar, que nos ahoguemos de emoción porque se la estemos empezando a embocar de nuevo.

Más notas relacionadas
  • Alto guiso

    Yo no sé, no. Casi todos esa semana de abril teníamos puesta la cabeza en cómo formar el e
  • El pulso alterado

    Yo no sé, no. Manuel llegó hasta la esquina donde estábamos reunidos diciendo, mientras se
  • El sacrificio

    Yo no sé, no. Manuel llegó a la esquina donde estábamos reunidos, con el Biki (su perro) s
Más por Hilo Negro
  • Alto guiso

    Yo no sé, no. Casi todos esa semana de abril teníamos puesta la cabeza en cómo formar el e
  • Humo y tempestad

    Milei intenta saldar a sangre y fuego el empate histórico entre Nación y colonia, el peron
  • La escuela, como un McDonald’s

    Cuando Mauricio Macri era jefe de gobierno porteño, una vez al mes se reunía a desayunar c
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

“El gobierno plantea rebaja salarial, presentismo y reforma jubilatoria”

Los gremios docentes volvieron a sentarse este jueves con representantes del gobierno prov