Que el espanto une tanto como el amor, ya lo dice la vida y la experiencia. Cuando en los últimos días el ala negra de la proscripción sobrevoló las candidaturas de sus ediles, el Concejo reaccionó sin fisuras y expresó su rechazo y preocupación a través de dos Declaraciones. La exposición de razones y fundamentos fueron los tramos de mayor densidad política de la semana. Pero hubo otro momento intenso, la luz verde para que la cadena Sheraton desembarque en Rosario con “traje a medida”, según tronaron desde algunas bancas.
“Nos llamó la atención el tratamiento express que este expediente tuvo en la Comisión de Gobierno, ni pasó por asesores”, arrancó María Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) en prólogo cantado: rechazar la modificación de los requisitos urbanísticos requeridos por la cadena de hoteles Sheraton para hacer pie en Rosario en el sector vip de la costa rosarina, Puerto Norte.
El ingenio de algunos ediles le puso nombre a la ordenanza que finalmente logró ser aprobada: “traje a medida”. La metáfora de sastrería incluyó la modificación de dos indicadores urbanos para esa zona (condiciones para la construcción) altura y número de metros cuadrados. Pero eso no es todo, también cambiará su rango de preservación el silo conocido como Terminal III.
El escenario es la llamada en los planos Unidad de Gestión 6, donde se levantan las torres frente al río y sobre la cual rige una normativa especial. ¿Qué se modificó para que Rosario pueda tener un Sheraton? “La altura para construir que en ese lugar era de 48 metros pasó a 130 metros además de la posibilidad de construir 20.500 metros cuadrados más y de cambiar los criterios de preservación de los Silos que allí existen”, dijo Gigliani.
Pero hay más. La edila, implacable en el análisis de estos temas, también cuestionó la contraprestación que por esos cambios, deberá pagar a la Municipalidad la firma que los pidió, propietaria del terreno que compró a Servicios Portuarios. “Lo único que se plantea es una compensación de 20 millones de pesos”, dijo Gigliani y tras cartón propuso que esos fondos se apliquen a la reconversión del Mangrullo, uno de los argumentos de la Municipalidad para pedir crédito internacional. “Sería un criterio de justicia, para el desequilibrio territorial”, enfatizó Gigliani.

Pero hay más. La edila, implacable en el análisis de estos temas, también cuestionó la contraprestación que por esos cambios deberá pagar a la Municipalidad la firma que los pidió, propietaria del terreno que compró a Servicios Portuarios. “Lo único que se plantea es una compensación de 20 millones de pesos”, dijo Gigliani y tras cartón propuso que esos fondos se apliquen a la reconversión del Mangrullo, uno de los argumentos de la Municipalidad para pedir crédito internacional. “Sería un criterio de justicia para el desequilibrio territorial”, enfatizó Gigliani.

Que el espanto une tanto como el amor, ya lo dice la vida y la experiencia. Cuando en los últimos días el ala negra de la proscripción sobrevoló las candidaturas de sus ediles, el Concejo reaccionó sin fisuras y expresó su rechazo y preocupación a través de dos declaraciones. La exposición de razones y fundamentos fueron los tramos de mayor densidad política de la semana. Pero hubo otro momento intenso: la luz verde para que la cadena Sheraton desembarque en Rosario con “traje a medida”, según tronaron desde algunas bancas.

“Nos llamó la atención el tratamiento express que este expediente tuvo en la Comisión de Gobierno. Ni pasó por los asesores”, arrancó María Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular), en prólogo cantado: rechazar la modificación de los requisitos urbanísticos requeridos por la cadena de hoteles Sheraton para hacer pie en Rosario en el sector vip de la costa rosarina, Puerto Norte.
El ingenio de algunos ediles le puso nombre a la ordenanza que finalmente logró ser aprobada: “Traje a medida”. La metáfora incluyó la modificación de dos indicadores urbanos para esa zona (condiciones para la construcción): altura y número de metros cuadrados. Pero eso no es todo, también cambiará su rango de preservación el silo conocido como Terminal III.

El escenario es la llamada en los planos Unidad de Gestión 6, donde se levantan las torres frente al río y sobre la cual rige una normativa especial. ¿Qué se modificó para que Rosario pueda tener un Sheraton? “La altura para construir. En ese lugar era de 48 metros y pasó a 130 metros, además de la posibilidad de construir 20.500 metros cuadrados más y de cambiar los criterios de preservación de los Silos que allí existen”, dijo Gigliani.

También cuestionó que la autorización, que salió casi con fritas, no incluyó el correspondiente estudio de factibilidad, lo que en su opinión equivale a dar un “cheque en blanco” sobre el posterior uso de recursos como la energía eléctrica que en la actualidad alimenta a las torres Maui.

Sobre este punto también se expresó Juan Monteverde (Ciudad Futura). “Estamos absolutamente en contra. Habría que hacer una vitrina con los expedientes vergonzosos, que saltean los pasos comunes y éste estaría en los primeros puestos”, enfatizó Monteverde y enumeró doce irregularidades en el camino que realizó el proyecto antes de llegar al recinto de sesiones. Entre ellas, citó: “tumbar una parte de un silo que está como patrimonio”, el monto “irrisorio” de la compensación y el hecho de que “Servicios Portuarios subvendió una parte de su Unidad de Gestión”. “Con eso estamos generando un antecedente peligrosísimo de una maniobra de especulación, el comprador quiere más metros cuadrados, hoy estamos inaugurando la categoría de indicador futuro”, ironizó. “¿Cuándo pide el emprendedor del Sheraton más metros cuadrados?”, interrogó Monteverde. Y la respuesta formó parte de un dato relevante en su exposición: escritura el terreno el mismo día que firma el acta acuerdo con la Municipalidad.

Ghirardi fue la voz oficial en la defensa del desembarco de la cadena hotelera internacional, a manos del titular de Turicentro Viajes SA, Carlos Hugo José Gianni, propietario del inmueble donde se levantará el Sheraton. “Pondrá a la ciudad en mejores condiciones de competencia en la oferta turística y en particular en la realización de eventos y congresos, un rubro en el que venimos creciendo de manera sostenida”, explicó.

También justificó la rapidez con la que llegó el proyecto al Pleno. “El emprendedor nos mostró un acuerdo que tiene con la franquicia internacional y que vence a mediados de este mes. En tal sentido, me parece oportuno dar este primer paso que no define nada. Lo que hoy aprobamos es la modificación de la ordenanza madre de 2008, dando nuevos indicadores, pero no significa que estamos aprobando un convenio urbanístico”, dijo.

Además, consideró a esto último como un segundo paso en el que pesarán las exigencias, entre ellas el estudio de factibilidad ambiental. En su opinión, los índices de construcción modificados no inciden porque “morfológicamente, el emprendimiento respeta lo que se está conformando en ese sector de la ciudad”.

“No acompaño este proyecto porque su paso por la Comisión de Gobierno fue muy fugaz, por eso no acompaño”, dijo a su vez Eduardo Toniolli (PJ), mientras que Osvaldo Miatello y Carola Nin (Compromiso con Rosario) y Jorge Boasso (Bloque Radical) pidieron abstenerse a la votación, que terminó con 15 votos a favor y seis en contra con una novedad que se incluyó en el momento.
Se trata de una iniciativa de Diego Giuliano (Rosario Federal) sobre el destino de los 20 millones de pesos de compensación. “Que sea destinado conforme el índice de carencia del Presupuesto Participativo, que se configura con los valores de salud, educación, vivienda, ingreso y género”, explicó el edil. Su moción fue puesta a consideración y se impuso a la iniciativa de Gigliani sobre el Mangrullo.

Proscripciones

Los concejales habían debatido groso sobre la excepción al proyecto del Sheraton, pero faltaba lo más picante e ineludible de la jornada: el rechazo a la lista presentada por Boasso y las trabas a la lista formada únicamente por mujeres, liderada por la edila Caren Tepp (Ciudad Futura).

“El Concejo Municipal de la Ciudad de Rosario expresa su rechazo y preocupación frente al decreto del Juez Federal con competencia electoral de Santa Fe de fecha 26 de junio de 2017, que observa la presentación de la lista de candidatas a diputadas nacionales constituida en su totalidad por mujeres, exigiendo la incorporación de hombres a la misma, entendiendo este cuerpo legislativo que no existen razones técnicas, jurídicas o políticas para tal condicionamiento”, fue la primera de las declaraciones.

En la argumentación, Monteverde llevó la voz cantante ante la ausencia de Tepp que estaba “dando una pelea muy importante, como hacemos siempre que enfrentamos un cambio verdadero”, dijo. Y agradeció a todos los bloques, a pesar de las diferencias, “que no dudaron ni un momento en acompañar el proyecto en el que el Concejo rechaza la resolución del Juez electoral”.
María Eugenia Schmuck (Radicales Progresistas), Gigliani, Aldo Poy (PDP), Norma López (FpV) aportaron a favor de la lista integrada por mujeres. “El cupo masculino es un invento chino, los cupos se dan a quienes están en minoría”, explicaron.

La convicción y el sentimiento con el que Boasso defendió su lista censurada por la junta electoral del Frente Cambiemos, generó un silencio, casi una empatía en el recinto. “El Concejo Municipal de Rosario exhorta a los partidos políticos a que adopten las medidas necesarias para garantizar la libre participación democrática de los ciudadanos, derogando las acciones directas o indirectas que impidan el pleno ejercicio del derecho a elegir y ser elegido”, fue la segunda declaración de la tarde.

“Nunca imaginé que a esta altura de mi vida volvería a escuchar una palabra espantosa: la proscripción política”, arrancó Boasso y evocó largas luchas contra esa censura, a las que creyó “saldadas en el siglo XXI”. Llamó “ratas que se escondían” a quienes no recibieron su lista en Santa Fe y del dolor que sentía porque eran de “la Unión Cívica Radical y del PRO, alianza que abracé en el 2015, convencido que eran un cambio verdadero”. “Se me escapó una lágrima”, reconoció y pidió abstraer su nombre “hoy vinieron por mí, mañana pueden venir por cualquiera de ustedes, con nuevas formas espúreas y bastardas”, dijo cerrando una “confesión” inédita.

Fuente: El Eslabón

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