Dilma Rousseff, la mandataria electa de Brasil depuesta por un golpe institucional, afirmó este miércoles que está siendo ejercida una ignominia contra el ex presidente Lula «con el objetivo de castrar sus derechos políticos». Fue tras conocerse la noticia de que en un polémico fallo un juzgado de primera instancia condenó a al ex mandatario a nueve años de prisión.

«Lula es inocente. Y el pueblo brasileño sabrá democráticamente rescatarlo en 2018», expresó la mandataria constitucional de Brasil destituida en 2016, Dilma Rousseff, en referencia a las elecciones presidenciales, en las cuales el ex presidente lidera intención de voto con un 30 por ciento sobre sus rivales, según una reciente encuesta del instituto Datafolha.

Ante una notable homogeneidad informativa entre los grandes monopolios de la comunicación del continente, que celebra la noticia, pocas voces asoman disonantes ante el hecho, entre ellas el canal y agencia Telesur.

En uno de sus informes, Telesur dio cuenta que tras la condena Rousseff salió a bancar fuertemente a su líder y mentor político. «Lula es inocente y esta convicción duele profundamente la democracia», remarcó Dilma. La mandataria electa consideró que la condena contra Luiz Inácio Lula da Silva «a nueve años y seis meses de prisión, es una burla» y «una flagrante injusticia y un absurdo jurídico que avergüenzan a Brasil».

«Sin pruebas, cumplen el guión pautado por sectores de la gran prensa. Hace años, Lula, el presidente más popular en la historia del país y uno de los más importantes estadistas del mundo en el siglo XXI, viene sufriendo una persecución sin cuartel», denunció Rousseff en su página web dilma.com.br.

Indicó que la acción contra Lula es una «ignominia que está siendo ejercida contra el ex presidente Lula con el objetivo de casar sus derechos políticos».

«El país no puede aceptar este paso en la dirección del Estado de Excepción. Las garras de los golpistas tratan de rasgar la historia de un héroe del pueblo brasileño. No lo lograrán», expresó Rousseff.

La líder suramericana también a la polémica reforma laboral impulsada por el presidente de facto Michel Temer: «Ayer, con indignación, asistimos a la aprobación por el Senado del fin de la CLT (Consolidación de las Leyes del Trabajo). Una monumental pérdida para los trabajadores brasileños».

El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva fue sentenciado este miércoles a nueve años y seis meses de prisión por la Corte de primera instancia, por estar presuntamente implicado en la red de corrupción de Petrobras.

Fuente: Telesur

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