Los gremios rosarinos y de la región se sumaron a la ola de reproches contra el gobierno nacional y bonaerense por ordenar el violento desalojo contra los trabajadores de la planta que la multinacional tiene en Vicente López.
Los sindicatos locales y de la zona repudiaron el “violento accionar” por parte de la policía bonaerense sobre los trabajadores de PepsiCo, que resisten el cierre de la planta de Vicente López, reclamando la reincorporación de los 600 empleados despedidos. Los apuntados son el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal.
Desde el Movimiento Sindical Rosarino, integrado por La Bancaria, Luz y Fuerza, Sutracovi, entre tantos otros, expresaron su repudio al accionar policial contra los trabajadores y apuntaron a la gestión macrista como “un gobierno que atenta contra los derechos de los trabajadores y lo hace a través de la fuerza que es la única manera de cómo cierra un modelo económico excluyente y miserable”.
Antonio Donello, secretario general de la UOM señaló: “Estamos en contra de todo hecho represivo contra trabajadores. Repudiamos toda violencia contra trabajadores sea del partido que sea el que mande a reprimir. Este gobierno viene demostrando que su plan de ajuste sólo lo cierra con represión y el sector del trabajo debemos estar alertas ante una marcada insensibilidad de un proyecto económico y político que no les importa los laburantes”.
Laura Ferrer Varela, de COAD, pidió a “todos repudiar la represión y solidarizarnos con los trabajadores de Pepsico”, y en ese sentido, recordó la convocatoria a la marcha que se realizará en la ciudad, este jueves a las 18, frente a la Bolsa de Comercio, ubicada en Corrientes y Córdoba.
Para Claudio García, del sindicato de Encargados de Edificio (SuteryH), “la pérdida de logros durante este último año responde a un atentado sistemático sobre trabajadores y jubilados afectando el futuro del país, que son los niños. Esta vez a Macri se le fue la mano, no fue sólo beneficiar al empresariado sino atentar contra la integridad física de los trabajadores repartiendo palos. No se trata de desalojo, esto es represión”.
Asimismo, Julio Barroso, del Sindicato de Trabajadores Químicos de San Lorenzo, aportó: “Estos actos de gobierno muestran que no vinieron a corregir lo que estaba mal, ni cambiar para mejor como prometían, vinieron con sed de venganza a restaurar el país para pocos que en diciembre de 2001 el pueblo en general dijo basta, no sólo en Argentina sino en toda latinoamérica”.
En tanto, el titular del Sindicato de Telefónicos (Sitratel), Claudio Cesar, manifestó: “El gobierno muestra la verdadera cara del modelo, que para que funcione necesita ajuste, exclusión de los trabajadores y represión”.
En el mismo sentido se expresaron desde la Federación Nacional Aceitera. “Toda nuestra solidaridad con los obreros despedidos por la multinacional y repudiamos el intento represivo de desalojo de la planta”, dijo el secretario general de los aceiteros, Daniel Yofra, y agregó: “Como ya ocurrió en AGR-Clarín, nos encontramos ante instancias del Estado que demuestran actuar con celeridad contra trabajadores, mientras expresan una total pasividad ante empresas que, como Pepsico, se encuentran denunciadas por lock out ofensivo, vaciamiento y discriminación”.
