El Tribunal Oral Federal 1 de la Capital Federal sobreseyó este viernes al ex vicepresidente Amado Boudou por la supuesta falsificación de documentos en la transferencia de un automóvil antes de ser funcionario. El proceso judicial iniciado hace ocho años atrás por el juez Claudio Bonadio, en una de las tantas causas mediáticas contra dirigentes vinculados al kirchnerismo, es el principio de una serie de causas que deberá enfrentar en próximos días el ex vicepresidente. El caso más relevante es el de la ex imprenta Ciccone, expropiada en agosto de 2012.

Al leer la sentencia en los tribunales federales de Comodoro Py, los jueces declararon «extinguida por prescripción la acción penal» contra Boudou «en cuanto al hecho por el cual fuera acusado y, en consecuencia», decidieron «sobreseerlo en dicho delito», esto es «falsedad ideológica».

Los magistrados Gabriel Eduardo Vega, José Antonio Michilini y Adrián Grünberg también sobreseyeron a la ex pareja del ex vice Agustina Seguín por prescripción de la acción penal.

El Tribunal resolvió absolver al gestor Rodolfo Basimiani y a la titular del Registro Automotor 2 de la ciudad de Buenos Aires, María Graciela Taboada de Piñero, mientras que sobreseyó por prescripción al gestor Andrés Alberto Soto.

En el veredicto, los magistrados no se expidieron sobre si existió o no un delito en la causa y sólo hicieron referencia al paso del tiempo, que llevó a la prescripción de la causa.

Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 11 de agosto próximo, según informaron los jueces.

Antes de la lectura del fallo, el ex vicepresidente aseguró que «nada» quiso «ocultar, ni esconder» durante la transferencia del vehículo y subrayó que quería ser «breve porque la causa ya lleva
casi ocho años», según la agencia Télam.

La fiscal Stella Maris Scandura había pedido tres años de prisión en suspenso para Boudou y el resto de los imputados por el delito de «falsedad ideológica».

El caso analizaba la presunta adulteración de documentos en la transferencia, en 2003, de su auto marca Honda CRX, el cual compró en 1993 en Mar del Plata, antes de ser funcionario.

El proceso judicial iniciado hace ocho años atrás por Bonadio, en una de las tantas causas mediáticas contra dirigentes vinculados al kirchnerismo, no era el único que enfrenta el ex vicepresidente. El caso más relevante es el de la ex imprenta Ciccone, expropiada en agosto de 2012.

En ese caso, el Tribunal Oral Federal 4 anunciará en los próximos días la fecha de inicio del juicio prevista para este año, tras las elecciones primarias.

Ademas, en los próximos días el fiscal federal Ramiro González pedirá que Boudou vaya a juicio por la compra de 19 vehículos de lujo en diciembre de 2009, cuando estaba al frente
del Ministerio de Economía y por la cual se sospecha se investigan presuntos sobreprecios, publicó la agencia NA.

Boudou actualmente es investigado también por presunto enriquecimiento ilícito por parte del juez Ariel Lijo, el mismo que ya intervino en el caso Ciccone, y está en marcha un peritaje
a cargo de contadores expertos de la Corte Suprema de Justicia para conocer detalles de su patrimonio.

Precisamente, ese juez ya lo indagó y resta que defina además si lo procesa por la renegociación de la deuda pública en 2009 de Formosa para con el Estado Nacional: en la maniobra intervino
asesorando The Old Fund y se le pagó una comisión millonaria.

Pero Boudou está además bajo la sospecha por presuntas dádivas, al asistir en diciembre de 2011 a Necochea a un acto electoral, para lo cual abordó un avión y un helicóptero, este último propiedad de una empresa contratista del Estado Nacional.

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