La líder de la Tupac Amaru, que cumple prisión domiciliaria, dijo que ni los genocidas de la dictadura detenidos en sus casas tienen tantas medidas extremas de seguridad y culpó al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, por la pesadilla que está viviendo.

Milagro Sala, líder de la organización social Tupac Amaru, que se encontraba en la cárcel en Jujuy desde enero de 2016 luego de una denuncia por parte del gobernador de la provincia, Gerardo Morales, por protestas en las que no estuvo presente, fue trasladada a su casa para continuar con la prisión domiciliaria. “No es una prisión domiciliaria, es un traslado de una cárcel a otra”, se quejó la diputada del Parlasur.

“Instalaron cuatro cámaras por cuadra, hay un total de 16 cámaras con audio alrededor de mi casa. Está la Policía y la Gendarmería. Todos los días tengo que salir a mostrar mi cara para cuando hay recambio de guardia. Y además tengo tobillera”, enumeró.

Por las estrictas medidas de seguridad que se implementaron para su prisión domiciliaria, la defensa de Milagro Sala presentó una queja ante la Justicia y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

“Ni a los genocidas les pusieron tanta seguridad”, remarcó Sala en declaraciones a Radio Con Vos, donde apuntó que el gobernador de la provincia de Jujuy tiene familiares en el Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo, además de denunciar negociados con empresas estatales.

En la entrevista radial, Milagro Sala defendió todos los proyectos que realiza su organización social y dijo que todo se decidía en asambleas. También denunció que desde el gobierno jujeño contrataron “150 militares retirados para perseguir y hostigar al que piense distinto”.

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