En una misa multitudinaria en la que participaron ex guerrilleros y damnificados por el conflicto armado en Colombia, el papa Francisco pidió este viernes en Villavicencio, departamento del Meta, que las víctimas “se animen a dar el primer paso” para la construcción de la paz, porque, sin reconciliación, ese proceso “será un fracaso”.
Ante más de 400 mil personas que lo esperaron durante horas bajo la lluvia toda la noche, y con el lema “reconciliarse en Dios, con los colombianos y con la creación”, el pontífice beatificó además a los sacerdotes Jesús Emilio Jaramillo, asesinado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en 1988, y Pedro María Ramírez Ramos, muerto durante el «Bogotazo» de 1948, símbolos de la violencia política en el país.
Se trata de uno de los encuentros más emotivos durante la visita papal a Colombia por la reunión entre las víctimas del conflicto y el papa Francisco con la que se busca dar un ejemplo de reconciliación nacional.
Llegaron miles de sobrevivientes de varias regiones de Colombia, entre ellos civiles, militares, policías y exguerilleros.
El primero en hablar fue Juan Carlos Murcia Perdomo, un ex guerrillero de las Farc, desmovilizado y quien sufrió un accidente al manipular explosivos. “No pierdan la esperanza, por nada. Si yo pude, todos pueden perdonar, ser felices y reconciliarse”, dijo Murcia,
Luego habló Deisy Sánchez Rey, reclutado en su juventud por las Autodefensas Unidas de Colombia. Aunque pasó varios años en la cárcel volvió a la guerra, pero se desmovilizó en el 2006.
“Estoy aquí frente a ustedes para decirles que todo se puede lograr. La guerra no se acaba por más violencia y eso es lo que le digo hoy a quienes empiezan el proceso de dejación de armas”, dijo Sánchez, oriunda de Barrancabermeja. Hoy es psicóloga, especialista en derechos humanos.
A su turno, Luz Dary Landazury, quien resultó herida por una mina antipersona en Tumaco, habló de su experiencia en la guerra e indicó que a pesar de haber perdido la esperanza varias veces, hoy puede decir no solo que salió adelante sino que perdonó a quienes casi le quitan la vida.
“El día que perdonemos y decidamos amarnos a nosotros mismos, encontraremos amor en nuestros corazones”, dijo Landazury, según publicó el diario colombiano El Tiempo.
Luego habló Pastora Mira García. Este fue uno de los testimonios más fuertes de la jornada pues en varias ocasiones la guerra le ha arrebatado a esta mujer, oriunda de San Carlos, Antioquia, sus familiares más cercanos.
“Gracias por esto. Por nombrar lo innombrable y perdonar lo imperdonable”, dijo al inicio de su intervención.
Luego contó como varios actores armados le arrebataron a su padre, a su primer esposo, a su hija y a su hijo y cómo recibió varias amenazas durante su vida.
«Qué la paz triunfe en Colombia y que por fin se acabe cinco décadas de dolor y sufrimiento», dijo
La actividad tuvo una duración de 45 minutos e incluyó el testimonio de dos víctimas y victimario, y la siembra de un árbol simbólico, un flor amarillo, por parte de su santidad.
