Mauricio Macri, de visita en Rafaela, volvió a hablar de un país que sólo él visualiza: «Hace cinco trimestres que crece y el año que viene va a crecer más”. Eso y muy poco más: también recordó el cumpleaños de Miguel Lifschitz.
El Presidente logró una foto-reunión rara: el gobernador Lifschitz; el candidato de Cambiemos a diputado nacional Albor Cantard, que perdió a manos del peronismo en las Paso de agosto; el intendente anfitrión Luis Castellano, que hace poco se pronunció contra el ganador de esos comicios, Agustín Rossi, y el lord mayor de la capital provincial José Corral, involucrado recientemente en el presunto desvío de fondos públicos con fines político electorales. Un combo que suele tener como única explicación la billetera.
El imitador de Freddy Mercury, a través de un discurso que duró siete minutos, no dejó de asestar un mandoble al kirchnerismo, y exhortó a dejar atrás «el modelo anterior, de generar clientelismo, que era equivocado». Sus acompañantes protocolares asintieron en silencio.
Macri evaluó la marcha de la actividad durante su visita a la ciudad santafesina, en la que recorrió las obras que transformarán en autovía la ruta nacional 34, que alguna vez el ex gobernador Hermes Binner bautizó como “la ruta de la cocaína”.
Como se dijo, afirmó que la economía del país «hace cinco trimestres que crece y el año que viene va a crecer más que éste» y exhortó a intendentes y gobernadores a «demostrar su capacidad de hacer obras».
El jefe de Estado agregó: «Todas las obras son importantes. Nos gustaría hacerlas todas a la vez y resolver tantos problemas de tantas décadas, pero todo lleva un tiempo. Lo importante es que empezamos, que estamos en marcha.
En ese sentido, Macri dijo que el crecimiento es posible porque los ciudadanos «se han comprometido, han creído en la capacidad de hacer, en la importancia de la cultura del trabajo, en la importancia del esfuerzo personal aplicado a superarse, a mejorar y no esperar que alguien milagrosamente te resuelva todos tus problemas».
El momento simpaticón
Macri, haciendo gala de una pertinaz vocación histriónica, recordó que este miércoles Lifschitz cumplió 62 años. Y entonces, mirando a sus ministros Rogelio Frigerio y Guillermo Dietrich, también presentes, lanzó la pregunta de ocasión: «¿Quién trajo la torta para el gobernador? ¿Quién trajo la torta con las velitas? Después le vamos a cantar el feliz cumpleaños, Cantard se lo va a cantar».
Según lo que relató el corresponsal del diario La Nación en Santa Fe, el mandatario socialista “demostró ser un político adecuado a las circunstancias. Sólo sonrió y miró hacia un costado diferente de donde estaba Cantard”.
