Son 10 millones de pesos por quincena. Un total de 207 millones al año. Se trata de las horas Ospe de la fuerza de seguridad provincial, una sigla que significa “orden de servicio de policía extraordinaria”. Son las horas extras utilizadas –en teoría– para, por ejemplo, aumentar la presencia de agentes en determinadas zonas a través de patrullajes. Esta semana que culmina, se conoció que medio centenar de uniformados estaban involucrados en una causa por administración fraudulenta de este fenomenal presupuesto paralelo.

El escándalo estalló –¿casualidad?– en un muy mal momento, justo cuando otras impactantes causas ubican en el centro de la polémica a la institución que pone todos los días en las calles de la provincia a unos 23 individuos armados.

Lo que se conoció por estos días sobre la investigación que lleva adelante la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, María Laura Martí, es más bien poco. Trascendió –según publicó José Maggi en Rosario 12– que el comisario mayor Adrián Rodríguez, ex jefe de la Unidad Regional I de Policía estaría entre los denunciados. Rodríguez no es un piche, se ubica segundo detrás del comisario Marcelo Villanúa –jefe policial de Rosario– para ser ascendido a comisario general.

¿Cómo funcionaría la operatoria denunciada? El gobierno baja las Ospe a la Jefatura de Policía, el jefe a las unidades regionales y las unidades a sus distintas áreas, hasta llegar a las comisarías y a los agentes. “Al policía lo llama su jefe, le dice te vamos a depositar tantas horas Ospe y en vez de salir a patrullar, se queda en su casa o haciendo cualquier otra tarea. Después busca la plata en el banco, se queda con su parte y entrega el resto. Y así vuelve hacia arriba”, explicó una fuente de la fuerza a este medio, bajo estricta reserva de su identidad. El miedo, como se ha dicho, no es zonzo. Si hasta la propia fiscal de la causa reconoció haber recibido presiones por la investigación visibilizada esta semana.

Tras la aparición pública de la denuncia, y la sorprendente suspensión de las indagatorias previstas para el pasado martes, los voceros de la investigación guardaron silencio, dejando paso a diversas especulaciones. Pero pocos repararon en las declaraciones del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, del jueves 4 de agosto, quien ante el conductor de Radio 2, Roberto Caferra, negó por esos días que el gobierno provincial hubiese recortado horas Ospe. Ese episodio, adquiere otra dimensión a la luz de los acontecimientos de esta semana.

“Bajo ningún concepto (hay recorte de horas extra)”, dijo el ministro en Radio 2. Y abundó: “Tenemos 10 millones de horas Ospe por quincena y lo venimos respetando, incluso hubo un aumento en algún momento. Tenemos 207 millones para todo el año, estamos por sobre el presupuesto que deberíamos manejar para horas Ospe para los 22 mil policías que brindan servicio ordinario y cuando están de franco pueden dar este servicio extraordinario”, había dicho Pullaro a Caferra.

Un mes y pico después, aquellas declaraciones que negaban un conflicto dentro de la fuerza con las millonarias horas Ospe, cobran otro significado. Un sentido que podrá verse con mayor nitidez los próximos días, cuando se conozcan más datos de la causa.

Fuente: El Eslabón

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