Como era de esperar, la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en las aguas del río Chubut, unos pocos días atrás, generó varias protestas en las elecciones de este 22 de octubre.
También era previsible que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, fuera la principal candidata a sufrirlas. Y así sucedió: la funcionaria y su jefe de gabinete, Pablo Noceti, sufrieron distintas manifestaciones de repudio por sus responsabilidades y desempeños en el caso.
La titular de la cartera de Seguridad llegó muy temprano a su lugar de votación, nada menos que La Rural, en el barrio porteño de Palermo. Y lo hizo fuertemente custodiada y en medio de un operativo “engaño”, por el cual terminó ingresando por una puerta trasera.
Bullrich y su custodia abordaron al lugar por una calle lateral y en cuatro vehículos con el fin de evitar la mayor cantidad de personas y gambetear el escrache que finalmente realizaron jóvenes en la puerta de La Rural.
Los manifestantes, con caretas de Santiago Maldonado y diversas pancartas, repartieron volantes y realizaron pintadas en la veredas y paredes aledañas al ingreso.
Cinco minutos después de las 8 de la mañana la titular de la ministra de Seguridad emitió su voto en la la mesa 6486, en el pabellón Martínez de Hoz, y se retiró inmediatamente sin ofrecer declaraciones.
Otros repudios
Pablo Noceti, quien estuvo presente en Cushamen, lugar de la represión que desató Gendarmería y donde se vio con vida por última vez con vida a Santiago Maldonado, fue saludado con un contundente “asesino” cuando se acercó a la mesa donde votó, en una escuela de San Isidro.
A su vez, en una escuela de San Martín de los Andes, en Neuquén, también hubo repercusiones por la muerte de Santiago Maldonado.
Mercedes Laclau, presidente de la mesa 1.393 del CPEM N° 13, denunció que la obligaron a quitarse su remera con el rostro de Maldonado y la leyenda “Justicia por Santiago”.
Laclau contó que la autoridad máxima electoral del establecimiento le exigió que se sacara la remera, argumentando que representaba un mensaje político. Tras una discusión, la presidenta de mesa accedió a quitarse la prenda Laclau “para no retrasar los comicios”. No obstante, le labraron un acta por su conducta.
Ante la discusión, un fotógrafo del diario Río Negro comenzó a tomar imágenes de los ocurrido, pero inmediatamente los gendarmes que custodiaban la jornada le indicaron que deje de hacerlo.
Fuentes: Clarín/Rosario3