En el marco del Día del Boxeador Santafesino, que se celebra este lunes, el escritor de la ciudad capital presenta Maidana, el peleador de la década, libro que repasa la historia provincial del deporte de los guantes.

Sergio Ferrer abrazó al boxeo de muy pequeño, a partir de una fotografía familiar en la que lo hicieron posar alzando la guardia. Después se enteró que había un par de tíos que se habían calzado los guantes, más tarde se subió a un cuadrilátero y sumó unas pocas peleas, aunque no llegó a ser profesional. Ahora, además de seguir despuntando la pasión con la pilcha de juez –tiene más de cien combates arbitrados– trasladó la sabiduría acumulada en años de lectura e investigación a las páginas del libro Maidana, el peleador de la década, que más allá de tener en su título y como uno de los protagonistas al Chino, lo que hace es repasar la carrera de los principales referentes oriundos de la provincia de la bota en el deporte de las piñas. “El libro es la continuidad de un trabajo que hice en 2011, que se llamó Monzón nunca estuvo solo, y que intentó ser una recopilación sobre boxeadores profesionales santafesinos”, cuenta a poco de presentar su segunda obra en el marco de los festejos que se llevarán a cabo el próximo lunes a partir de las 19 en el gimnasio del sindicato de Empleados de Comercio (Corrientes, esquina Tucumán), y detalla: “Fue un trabajo que hice en aproximadamente 6 meses. En algún momento empecé a corregir, porque quería mejorarlo, y terminé formando una obra más compleja, con mucho más tiempo dedicado, mayor cantidad de peleadores. Y al momento de definir un protagonista, me quedé con Marcos Maidana porque hice una composición a partir del siglo de boxeo que llevamos en la provincia y la elección de otorgarle a cada década un protagonista. Y en la última me quedaba, como principal referente, sin dudas el Chino”.

“No es una biografía –continúa Sergio–. Yo trabajo sobre la posibilidad de redescubrir a los personajes del boxeo santafesino de todas las épocas. Cuando hice el primer libro, apenas tomé como referencia a algunos de los principales pugilistas de Rosario. Entonces presenté a los 4 o 5 más conocidos, como Hugo Rambaldi, Amelio Piceda, Alfredo Bilanzone, el mismo Oscar Pita, que si bien era cordobés fue figura en Rosario”. Pero cuenta que para esta última obra escrita de su puño y letra, “hice algo distinto”, y detalla: “Un colega de Santa Fe (Facundo Ruiz Díaz) me regaló 9 tomos de la revista KO Mundial, y a partir de ahí me metí de lleno en la posibilidad de historiar el boxeo de Rosario, porque en un momento, con el estadio Norte –que funcionó a pleno entre 1950 y 1967– fue la segunda plaza del país. Y ahí empiezan a aparecer personajes muy ricos de la historia pugilística rosarina, al margen de esos que son más conocidos”.

Round de estudio

“Es como si fuera un manual de historia del boxeo”, asevera Ferrer respecto de su segunda obra referida a peleadores santafesinos, y argumenta: “Tiene 100 ilustraciones como mínimo, tiene un ranking de 150 boxeadores argentinos de todos los tiempos, un listado de 50 leyendas o pioneros, y, en el caso de Maidana, un análisis a fondo de sus dos peleas con Floyd Mayweather, su combate con Adrien Broner, que ilustra la tapa, y la que realizó con Devon Alexander, con un serio problema gastrointestinal que lo perjudicó mucho, algo que ignoré durante muchísimo tiempo hasta que me lo contó el propio manager del Chino, Sebastián Contursi. Maidana quedó muy conforme, muy contento. Le llamó la atención que un mismo libro abarque tantos boxeadores”.

En las páginas del libro que Sergio Ferrer presentará por primera vez en la ciudad –en el evento del lunes organizado por el Círculo Amigos del Boxeo– reúne un amplio anecdotario con personajes de este deporte como protagonistas, aunque tampoco faltan en sus páginas datos estadísticos. “Hay muchas historias, algunas muy simpáticas y muy llamativas. En un momento hago el ejercicio de reconstruir el récord de estos peleadores a partir del registro que tiene BoxRec”, revela el periodista, y cita el caso de José El Perforador Balbi, “que si vas al récord que le computa Boxing Central tiene apenas 9 peleas, y la mayoría perdida”, pero resulta que este muchacho “llegó a estar en la mira del promotor que lo llevó a Pita a Estados Unidos, y cuando le toca hacer el servicio militar y después vuelve a la actividad, tiene una derrota sorpresiva en el Luna Park que lo bajonea, cambia un poco el rumbo y se trunca la posibilidad de mostrarlo”, en el país del norte. “Pero era el pichón que venía detrás de Pita. Yo pude reconstruir 40 peleas de su registro, cuando en el carnet figuran 8 o 9”, asegura.

Tampoco faltan las historias de sobrenombres curiosos como “el de un rosarino, Alfredo Capiello, al que le decían Izquierda de Oro; a otro que le decían El Compadrito de Casilda, y era parecido al actor Clark Gable, de Lo que el viento se llevó”, según cuenta Ferrer, mientras los nombres le vienen a la mente.

“Me gusta dedicarme a esto. Me lleva mi tiempo, he invertido mucho porque me he querido dar un gusto, pero como todo lo que se hace desde la pasión, también tiene su riesgo, responsabilidad y compromiso”, confiesa este perseguidor de historias de púgiles santafesinos, entre las que destaca algunas que recién serán publicadas en un nuevo trabajo: “En el próximo libro voy a tener un capítulo de episodios poco conocidos, y voy a desarrollar un tongo que hubo una vez en Casilda, y otro cuando Hugo Villerán le salvó la vida a un chiquito que se estaba por morir electrocutado en Chaco”.

Y por último, se despide con una curiosa anécdota que ya se puede leer en su reciente obra: “Una vez, al gran Horacio Roldán –quien fue una de nuestras primeras figuras– lo declararon vencedor por la disparada del oponente, que se fue. Lo raro es que Roldán mucho no podía contar ese episodio porque a la pelea la hizo con un pseudónimo. Estaba en un pueblo y aceptó que el otro se vaya porque si él se quedaba mucho tiempo arriba del ring, lo iban a descubrir”.

Con los puños en alto

La relación de Sergio Ferrer con el deporte de los guantes comenzó desde que era muy pibito, y se fue afianzando ¡a los golpes! “Soy gemelo con mi hermano y mi mamá siempre nos llevaba a hacer fotografías para un álbum familiar. Y a los 4 años había una que estábamos los dos y yo estoy en guardia, con los puños levantados”, recuerda el cronista del diario de la capital santafesina. Pero parece que la cosa también venía de “sangre” o en los “genes”, como lo cuenta el entrevistado: “En mi familia hubo un par de tíos que se calzaron los guantes, y uno de ellos llegó a ser boxeador”.

Hasta que después llegó el turno de forjar el vínculo desde arriba del cuadrilátero, codeándose –o mejor dicho, golpeándose– con referentes de su Santo Tomé natal, a pesar de que en su casa nada querían saber con eso. “Mi viejo nunca quiso. Yo guanteaba con Carlitos Ríos, con Sandro Vázquez, con Dante Tablada, y llegaba a mi casa todo moreteado, todo marcado en la cara. Y El Petiso Claudio Martínez me decía que con dentífrico se me iba, pero me lo tenía que poner debajo de las sábanas antes que mi viejo me vea la cara”.

De todas maneras, Sergio se salió con las suyas y continuó su lazo con el boxeo arriba del ring, pero como árbitro. “Alcancé a hacer un par de peleas como boxeador, pero mi parte más fuerte la experimenté como árbitro”, remarca este hombre de camisa y moño, y despliega su curriculum: “Tengo más de 100 peleas arbitradas. Soy árbitro de peleas amateur y profesionales, soy juez y árbitro de la Federación Argentina de Box, con posibilidad de participar en peleas internacionales”.

“En los últimos dos años hice un pasito al costado para poder terminar el libro, pero estoy en actividad. Como tengo la licencia actualizada, en algunas veladas televisivas acepto las designaciones para no perder la actualización de la licencia”, admite el periodista de El Litoral, que rememora sus mejores combates impartiendo justicia: “Estuve en peleas por el título latino, como la de José El Tigre de María Juana Ulrich y Darío Balmaceda, estuve en la de Marcelo El Terrible Cóceres y un brasileño, y algunas otras buenas más. Cada dos meses aproximadamente estoy en una televisada”.

Maestro mayor

Desde el pasado 23 de octubre en adelante, en territorio provincial se celebrará el Día del Boxeador Santafesino, gracias a una iniciativa impulsada por el diputado del Frente Justicialista para la victoria, Roberto Miravella. Y si bien el máximo referente en esta materia es Carlos Monzón, nacido en la localidad de San Javier, la fecha recuerda al natalicio del entrenador Amílcar Brusa, oriundo del pueblo santafesino Colonia Silva, quien tuvo bajo su ala a campeones mundiales argentinos como Miguel Ángel Cuello, Alejandra Oliveras, Juan Domingo Córdoba, Jorge Rodrigo Barrios, Hugo Mauricio Bidyeran y Carlos Manuel Baldomir y, por supuesto, a Monzón.

“Los impulsores de esa legislación tuvieron que recurrir a una fecha ligada a Brusa porque hacerlo con Monzón hubiera generado todo un movimiento de rechazo, totalmente legítimo, por las cuestiones de género y el Ni Una Menos”, cuenta Sergio Ferrer, haciendo referencia al episodio más oscuro en la vida de El Gaucho de Hierro, que estuvo tras las rejas por asesinar a su pareja Alicia Muñiz.

En este sentido, el santotomesino aclara que los amantes de este deporte “no defendemos al Monzón golpeador, ni mucho menos; sino que reivindicamos al boxeador, al deportista”, y argumenta: “Fue único, y dentro de ese estilo es difícil encasillarlo o compararlo si hablamos exclusivamente de lo boxístico”.

Pero a la hora de apuntar al mejor de los hombres que dio esta disciplina, tanto en la lona como debajo de ella, ni lo duda: Muhammad Ali. “Es el más grande en todo sentido, porque hasta intelectualmente era distinto. No tiene punto de comparación, porque excede lo boxístico”.

Y después de mencionar a quien se negó a defender la bandera yanqui en la injusta guerra de Vietnam, Ferrer agrega: “El más completo que vi fue, sin ninguna duda, Marvin Maravilla Hagler, porque era ambidiestro, era difícil pegarle y te iba demoliendo de a poco. Elegía la guardia que iba a utilizar de acuerdo al rival que le tocaba y lo hacía por una cuestión estratégica y no por cansancio”.

“De los actuales destaco al ucraniano Vasyl Lomachenko. Cuando hice el examen para juez me tocó rendir con una pelea de él, cuando era amateur, y es una máquina de tirar golpes bien tirados”, señala Sergio, y concluye: “Después está Juan Manuel Márquez, que ahora se está retirando, pero pegaba de lo lindo y se la aguantaba”.

Más notas relacionadas
  • Clases cósmicas

    La revista digital autogestionada Meta lanzó una cátedra maradoniana con Diego como materi
  • De motonautas y motosierras

    Daniel Scioli fue designado secretario de Deportes (y de Ambiente y Turismo) por el gobier
  • Todo mientras Messi y compañía

    El periodista, docente y cuentista Ariel Scher lanzó el libro Apuntes del Mundial, en el q
Más por Santiago Garat y Facundo Paredes
Más en Deportes

2 Lectores

  1. LEYLA MERIT

    11/10/2021 en 22:49

    Sergio Ferrer publicó su tercer libro:»Leyla y Carlos,,carta a un hombre libre antes de decirle adiós».
    Ver en Google y Portales.

    Responder

  2. LEYLA MERIT

    11/10/2021 en 22:53

    Para más información 342-6146314 . Notas y/entrevistas al autor.

    Responder

Dejá un comentario

Sugerencia

Central cerró un flojo torneo con igualdad ante Riestra en el Gigante

Ya sin chances de defender el título, el Canaya empató 1 a 1 ante Deportivo Riestra, en co