“Lo mataron. Y necesitamos saber quién lo hizo”. Menos de veinticuatro horas después de que Mauricio Macri se refirió así a Alberto Nisman, un fiscal pidió que el técnico informático Diego Lagomarsino sea llamado a indagatoria.
La muerte del ex fiscal Alberto Natalio Nisman parece seguir siendo una de las variables políticas, informativas y judiciales predilectas de un aceitado dispositivo, que sólo sufre modificaciones en lo que hace al disparador que genera el impacto en la opinión pública.
A veces es un medio que lanza determinada “noticia”, otras la resolución de un juez, y en otros casos las declaraciones de un funcionario encumbrado, que pone en el centro de la escena y al tope de la agenda mediática cualquier cuestión que concite el interés de las otras dos piezas de ese mecanismo.
Lo cierto es que el fiscal Eduardo Taiano pidió que el asesor informático sea indagado, y opinó que el técnico puede entorpecer la investigación. Ambas cuestiones las deberá resolver el juez federal Julián Ercolini.
Luego de la pericia que realizó la Gendarmería, la cual abona la hipótesis de que a Nisman lo mataron, se esperaba que hubiese movimientos en la causa que investiga la muerte del ex fiscal, aún cuando ese estudio contradice el que llevaron adelante los peritos del Cuerpo Médico Forense que depende de la Corte Suprema.
Pero este martes, fue nada menos que el presidente Macri quien se despachó desde Nueva York con una sentencia al menos audaz: a tres años del deceso, dijo que a Nisman «lo mataron», y remató: «Necesitamos saber quién lo hizo».
El diario Clarín, en su edición de este miércoles, revela lo que sería el origen de las declaraciones presidenciales –“Lo mataron. Y necesitamos saber quién lo hizo”–, aunque siempre resulta enrevesado, porque se conocieron a partir de “un audio de la traducción simultánea del inglés al español de las palabras del Presidente”.
Clarín lo explica así: “El audio no fue difundido pero desde Presidencia confirmaron a la agencia The Associated Press los dichos de Macri en el marco del almuerzo que ayer (por el martes) tuvo en el Council of Americas”.
Podrá decirse que la Justicia en este caso fue más que rápida, puesto que Taiano reaccionó con la velocidad el rayo, solicitando citar a declaración indagatoria a Lagomarsino por haber sido el titular del arma de la que salió el disparo que mató al ex titular de la Unidad Fiscal Amia.
El escrito entregado a Ercolini contiene la opinión del fiscal Taiano acerca de que hay riesgos ciertos de que el técnico pueda entorpecer la causa, y un pedido de indagatoria para cuatro custodios de Nisman, debido a que el fiscal supone que los policías habrían incurrido en incumplimiento de los deberes de funcionario público al no proteger la vida del fiscal.
Taiano considera que Lagomarsino fue partícipe de la muerte de Nisman por haberle dado el arma que terminó con la vida del fiscal, cumpliendo el rol de arma “amiga” como parte del posterior “montaje de suicidio”.
Para Taiano, no hay elementos que sostengan la hipótesis de que el informático fuera autor del homicidio, pero sí que bien pudo ser parte de un plan criminal.
Cabe recordar –el diario Página 12 así lo consigna– que la pericia de Gendarmería sostuvo que a Nisman lo mataron entre dos personas, ante lo cual los abogados de Lagomarsino presentaron un pedido de nulidad del peritaje alegando errores e inconsistencias científicas como que es “altamente dudoso el hallazgo de ketamina en el hígado del fiscal, la droga que en la nueva pericia dicen que habrían usado para sedar al fiscal. Los abogados del experto informático habían pedido también que sean citados a declarar todos los profesionales que intervinieron con anterioridad en las pericias criminalística y forense, ya que las conclusiones fueron opuestas a las de los gendarmes y sus razones no fueron tenidas en cuenta para nada. Para la defensa de Lagomarsino, la Gendarmería actuó en todo momento desde una posición tomada”, señala el diario.
