Todo indica que este jueves la CGT rechazará los términos de la “reforma laboral” que el gobierno de Mauricio Macri pretende sacar por consenso o como sea. En Nueva York, el Presidente se volvió a comprometer con empresarios.
El proyecto macrista, que retrotrae los derechos laborales al preperonismo ya recibió fuertes críticas de parte de dirigentes gremiales del más alto nivel, pero se espera que la propia CGT exprese institucionalmente su rechazo a la reforma.
La voz del secretario general del gremio de Canillitas, Omar Plaini, se hizo escuchar este martes, en el día de los trabajadores de ese sector. “La CGT tendrá que plantarse frente a esto”, sostuvo, para luego agregar: “Tengo la impresión de que el presidente está muy mal informado y asesorado –deslizó-. El habla de alrededor de 3 mil organizaciones sindicales y 600 convenios colectivos que tienen los trabajadores. Yo le quiero decir al presidente que hay organizaciones sindicales que son asociaciones, otras son uniones y otras son federaciones; debajo de cada una de ellas hay cantidad de sindicatos que están relacionados con esa organización madre”.
Otro que salió con los tapones de punta fue el secretario de Interior de la CGT, Francisco “Barba” Gutiérrez, quien con el aval de la UOM, aseguró que “la CGT rechaza todo lo que tiene que ver con la reforma de la Ley de Contrato de Trabajo”.
Por si eso fuera poco, la Secretaría Gremial de la CGT salió a desmentir, a través de un comunicado, los rumores que advertían acerca de un acuerdo ya celebrado puertas adentro por la central obrera y el Gobierno.
“La secretaria gremial de la CGT desmiente categóricamente versiones en la que marcan un acuerdo con el actual gobierno en torno de las grandes líneas del proyecto oficial de reforma laboral”, reza el texto del breve pero contundente documento divulgado este miércoles.
En los siguientes párrafos de ese comunicado puede leerse: “El secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, reafirmó en sus palabras el viernes pasado, cuando aseveró que antes de firmar una reforma en contra de los trabajadores en la CGT se «cortaría las manos»”. Y añade: “Hay que evitar que de este conflicto los platos rotos los paguen los de abajo con desabastecimiento y más inflación. ¡Ni suspensiones, ni despidos, ni rebajas salariales! Que la crisis no la paguen los trabajadores”.
Son tan devastadores los efectos que la iniciativa de Cambiemos tendrán, de ser aprobada, sobre la Ley de Contrato de Trabajo, que tanto la CGT, las 62 Organizaciones Peronistas y las dos CTA ya expresaron su rechazo puertas adentro.
La ratificación de esa disconformidad se plasmará este jueves, según todo indica, con la difusión de la palabra oficial de la conducción cegetista. Pero ya las dos CTA le reclamaron a la central obrera “unidad de acción” contra el mamotreto de 145 artículos que se lleva puesta la gran mayoría de las conquistas obreras y los derechos adquiridos durante décadas de lucha gremial.
En Manhattan, Macri insiste y promete
El Presidente se encuentra en Estado Unidos, en viaje de negocios, y mantiene reuniones con empresarios y hombres de negocios yanquis y locales, a quienes prometió, con diputados y gobernadores de la oposición como testigos, que las bases de la reforma laboral estarán listas «en dos meses». En otras palabras, Macri espera que antes de que termine 2017, la masa crítica del ajuste esté a punto.
Los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Miguel Lifschitz (Santa Fe) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), junto a los diputados Diego Bossio y Marco Lavagna, son los testigos que acompañaron a Macri como parte de la comitiva en su viaje a Nueva York.
Pero además, son quienes elogiaron varias de las políticas del oficialismo en materia económica, según publicó el diario La Nación este miércoles, sin brindar mayores precisiones en torno de cuáles serían esos logros.
Para que prosperen los cambios que desea el Gobierno macrista, que además de la reforma laboral quiere que salga una financiera, debe sellar acuerdos legislativos, y algunos dirigentes de Cambiemos señalaron que los mismos están «atados» a los resultados de la reunión con los gobernadores. En el artículo mencionado, se hace referencia a un chiste que muchos podrían considerar de muy mal gusto: «Ya tenemos todo «abrochado», pero no podemos contarlo». La broma salió de la boca de Lavagna, y el destinatario fue el enviado del diario La Nación, que no lo mantuvo en reserva.
