El Frente Metropolitano de Técnicos y Profesionales Peronistas repudió la represión policial a los trabajadores tercerizados del Hospital Castro Rendón de Neuquén. “Se trata de un acto demencial, un ataque a tiros a un hospital”.
El colectivo de profesionales peronistas, entre otras agrupaciones y fuerzas políticas, manifestó su repudio al accionar del personal policial que desalojó a los trabajadores del Castro Rendon que protestaban en la lavandería de calle Santa Fe 250 de la capital neuquina. La fuerza de seguridad arrojó gases lacrimógenos y disparó balas de goma, hiriendo a varios trabajadores.
El comunicado del frente de profesionales subrayó: “Repudiamos la salvaje represión policial a los trabajadores del Hospital Castro Rendón de Neuquén en la puerta del servicio de Guardia. Se trata de un acto demencial, por el cual deben ser inmediatamente sancionados los responsables de ordenar un ataque a tiros a un hospital, como a quienes ejecutaron esa orden criminal, poniendo en riesgo la vida no sólo de los trabajadores de la Salud que reclaman por sus derechos, sino de los propios pacientes del centro asistencial”.
La cruenta represión que llevó adelante la Policía provincial tuvo como resultado cinco heridos por balas de goma, consecuencia de disparos a corta distancia, según informó el portal de noticias Río Negro.
Desde hace una semana, los trabajadores tercerizados que prestan servicios de limpieza, maestranza y seguridad en los hospitales vienen realizando un paro en reclamo de la revisión de los pliegos de licitación.
El secretario general de ATE, Carlos Quintriqueo, en diálogo con el diario Río Negro, relató: “Estábamos manifestándonos frente a uno de los lavaderos que están en conflicto, fueron a desalojarlos con la policía y raíz de esto se dio una situación de represión. Vamos a seguir resistiendo. Intentamos que haya una mediación, pero no hubo posibilidades”.
La orden de desalojo la dispuso el fiscal jefe Pablo Vignaroli, quien aseguró lo hizo a pedido del abogado de la Subsecretaría de Salud, quien usó como argumento que si no se podía cambiar la ropa de blanco corrían riesgo los pacientes internados.
