La tensión poselectoral en Tegucigalpa se acrecienta. A las denuncias de fraude, opositores asesinados y el clima de terror estatal, se le suma una huelga de las fuerzas de seguridad, que advierten que ya no quieren reprimir.
“Somos pueblo y no podemos estar matando al propio pueblo”. Con esas palabras, un grupo de élite de las fuerzas de seguridad de Honduras denominado “Cobra”, acompañado por los cuadros de base de la Policía Nacional (PN) anunciaron “su rechazo a actuar contra los manifestantes en las calles y expresaron su malestar ante la crisis política que vive el país por la demora de los resultados de las elecciones presidenciales de hace más de una semana”, según informó este martes el sitio de noticias chileno El Desconcierto.
Mientras el secretario de Seguridad de Honduras, Julián Tinoco, llamó a las unidades policiales a respetar las órdenes superiores y atribuyó la desobediencia a supuestas faltas de pagos de salarios, un portavoz de los policías con el rostro cubierto advirtió a la prensa: “En estos momentos estamos de brazos caídos, para manifestar nuestra inconformidad por lo que está pasando a nivel nacional. Nosotros somos pueblo y no nos podemos estar matando con el propio pueblo, nosotros tenemos familia”. No contento con ese dramático mensaje, agregó: “Esto es la anarquía total”.
En videos publicados en Twitter, pueden apreciarse a manifestantes saludando a la policía y gritándole consignas de apoyo, luego de conocer que no reprimirían las protestas. Esos grupos de policías se negaron a reprimir las protestas que desafían el toque de queda decretado por el gobierno.
Además, los cuadros de base de la PN pidieron al mando intermedio tomar el poder de sus instituciones ante la “inoperancia” de sus superiores y alegaron que no continuarían “confrontando y reprimiendo” al pueblo hondureño.
En un comunicado de la PN, los agentes afirmaron que la protesta “no se debe a ideales políticos ni demandas laborales, simplemente a la inconformidad con lo que está sucediendo”.
Tras conocer las informaciones sobre la desobediencia, el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, que afirma haber sido víctima de un fraude electoral, llamó al mando militar a sumarse a la desobediencia.
Tensión en aumento
La tensión en Honduras cobró mayor intensidad desde que este lunes el Tribunal Supremo Electoral (TSE) cerrara el escrutinio electoral de más de mil actas inconsistentes que dieron como ganador al candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández.
El pasado domingo 26 de noviembre los hondureños concurrieron a las urnas para elegir un nuevo presidente. Los principales candidatos eran el actual mandatario, Juan Orlando Hernández, y Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición contra la Dictadura. Este último, contaba con el respaldo del partido Libertad y Refundación (Libre) del expresidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de Estado en 2009.
Durante toda la jornada se dieron a conocer denuncias de fraude y Joaquín Mayor, observador electoral argentino por la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal) denunció al sitio web Notas – Periodismo Popular que en las escuelas «había gente del Partido Nacional con listas de personas y marcaban a quien votaban». El veedor agregó: «Incluso hubo situaciones donde gente del Partido Nacional acompañaba a los votantes y les indicaba qué hacer».
Actas dudosas
El TSE de Honduras habitualmente brinda resultados definitivos la misma noche del domingo o en la madrugada del lunes. Sin embargo, en esta ocasión eso no sucedió y tanto Hernández como Nasralla se proclamaron ganadores.
En el medio, durante el conteo de votos, «se cayó el sistema tres veces», recordó el analista internacional y columnista de Telesur Fernando Vicente Prieto en diálogo con la agencia rusa de noticias RT. En esos cortes se perdieron los datos de más de 5.000 actas de votación. Los partidos políticos que respaldan a Nasralla exigieron entonces que sean revisadas detalladamente.
A pesar de esto, el TSE rechazó el pedido. Vicente Prieto subrayó que este organismo «está presidido por un miembro del partido de Gobierno», lo cual desde su perspectiva «es un escándalo».
El analista aseguró que «previendo eso, los partidos opositores plantearon que debía haber un miembro de su alianza en el tribunal». Y si bien fue aprobado en el Congreso, «tenía que ser ratificado este año y no lo hicieron porque estaban preparando un fraude», añadió Prieto.
La hipocresía internacional
Según RT, el veedor argentino Mayor señaló: «Las cosas que vimos nosotros, lo único que hacen es evidenciar que hubo fraude». Según su mirada, «cualquiera que abogue por la transparencia no debería oponerse a revisar las actas», tal como reclamó la oposición.
Además, recordó que este no ha sido un reclamo solo de quienes apoyan a Nasralla, sino también «del Partido Liberal y sectores del Partido Nacional que se manifestaron en contra del fraude».
Para el veedor internacional existe «una sensación muy fuerte» de que hay una «amplia mayoría de la gente que rechaza la elección». «Ni siquiera se trata de Salvador Nasralla, sino en contra de la reelección de Hernández», agregó.
Fuentes: El Desconcierto / Notas – Periodismo Popular / Agencia RT
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