Violeta Abregú tenía 20 años y una hija de 3. Las dos vivían en Granadero Baigorria. El 3 de diciembre pasado, Violeta murió de un balazo en la cabeza: un disparo efectuado en la nuca, detrás de la oreja, tal como señalan los familiares. Eso es lo concreto. Muchos dicen que estaba en la puerta de su casa discutiendo con su pareja. Tanto él, un joven de 23 años que estaba cumpliendo prisión domiciliaria, como su familia, aseguraron que en medio de la discusión, Violeta entró y se suicidó. El joven la llevó al hospital Eva Perón, pero la muerte era irreversible. La familia de Violeta, sin embargo, pide que se profundice la investigación: no sólo no creen posible la decisión de Violeta, sino que aseguran que la relación que sostenía con su pareja era violenta y que la chica de 20 años vivía amenazada. De hecho, en la Fiscalía de Violencia de Género hay una denuncia realizada por ella en septiembre de este año. La familia espera que la Justicia investigue y determine qué pasó realmente. Pero hasta el momento sólo hay incertidumbre. “Ni siquiera nos mienten. Directamente no nos dicen nada”, dijo un familiar que prefirió permanecer en el anonimato, en la puerta de los Tribunales provinciales. El jueves pasado, una concentración y una marcha sacaron a la calle la pelea por esclarecer la muerte de la joven.

El jueves amaneció nublado. A las 10 de la mañana, sin embargo, un nutrido grupo de personas, sobre todo jóvenes y mujeres, se encontró en los Tribunales de Balcarce y Montevideo. La convocatoria fue tan tranquila como necesaria: se pintaron carteles, se acercaron las muestras de solidaridad, de acompañamiento, se cebaron mates, se acompañó. Por la tarde, el nombre de Violeta volvió a la calle. A ese grupo de personas se le sumaron movimientos sociales, estudiantiles y feministas, partidos políticos, espacios culturales, y se movilizó desde la plaza San Martín hasta la 25 de Mayo. Todos y todas coincidían en un sólo reclamo: justicia por Violeta.

“Nosotros estamos reclamando Justicia. Queremos hacer ruido para que se investigue de una vez y saber qué es lo que pasó. Pero queremos que lo diga la Justicia”, explicó un familiar de la joven. Ni el hombre ni ninguna otra persona cercana a Violeta se animó a dar su nombre o a hablar frente a las cámaras. La cautela prima en este caso: todos y todas, dicen, tienen miedo de entorpecer la causa.

El familiar que dialogó con los medios aseguró que por el momento no hay nada claro. Que mientras su pareja asegura que ella se suicidó, hay “personas que dicen que él la mató” y familiares que aseveran que ella estaba muy deprimida. Lo que este hombre remarcó es que el joven de 23 años la tenía amenazada: “Le decía que si lo dejaba, la iba a matar”. También señaló que desde que salía con él, Violeta perdió contacto con muchas personas. “Ella era muy valiente, una luchadora de siempre que hacía todo por su hija”, remarcó. Tal vez, entonces, sí hay algo claro: la incertidumbre. A nadie le cierra que Violeta haya tomado la decisión de suicidarse.

El caso está en manos del fiscal de Homicidios Dolosos, Pablo Pinto. Desde el Ministerio Público de la Acusación remarcaron que la mecánica de la muerte de Violeta no está clara. Por lo pronto, confirmaron que el 18 de septiembre de este año la víctima había realizado una denuncia por violencia de género sin lesiones constatadas, pero que no volvió a instar la acción penal y la causa quedó sin curso. En el marco de la muerte de la joven, la Fiscalía solicitó una pericia para determinar la distancia desde donde se realizó el disparo y se pidió ampliación del informe de autopsia. La semana pasada, además, se hizo una cámara Gesell con la hija de la víctima, pero no arrojó, en principio, dato concreto. Cabe destacar que el jueves 14 de diciembre se hizo audiencia de revisión de cautelar y se le revocó la prisión domiciliaria a la ex pareja de Violeta, que estaba imputado por robo. El joven de 23 años cumple ahora una prisión efectiva sin plazo.

  • Solidaridad de clase

    Beatriz Introcaso, titular de Coad, habló de la “desazón” en las universidades por las pol
  • Para sembrar la semilla de la memoria

    El Museo municipal de Córdoba y Moreno cuenta con un nuevo espacio destinado a las infanci
  • Alto guiso

    Yo no sé, no. Casi todos esa semana de abril teníamos puesta la cabeza en cómo formar el e
Más notas relacionadas
Más por Laura Hintze
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Solidaridad de clase

Beatriz Introcaso, titular de Coad, habló de la “desazón” en las universidades por las pol