Como en todos los países del mundo, hay personas disconformes con el gobierno que salen a protestar. El problema es que detrás está la CIA azuzando, financiando y tratando de convertir la legítima expresión en un golpe de Estado que beneficie al imperio y sus aliados: Israel y Arabia Saudita.

En todos los países del mundo hay buenos motivos para salir a protestar contra el gobierno, ejerciendo el legítimo derecho a expresarse. Hasta ahí, ningún problema. La cosa se complica cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, escribe que el Imperio “está vigilando”.

Cuando hay protestas en Francia, o en Italia, por solo mencionar dos ejemplos, el mandatario estadounidense no se atreve a semejante injerencia. Pero con Irán sí se atreve. Porque hace rato que le tiene ganas a Irán.

Entonces, qué mejor que montarse sobre las legítimas protestas de un grupo de ciudadanos para desestabilizar al gobierno de Irán. La CIA está allí para azuzar, financiar, repartir armas, hacer propaganda, y convertir una legítima protesta en un golpe de Estado. De eso trabaja la CIA. Se recomienda leer los documentos desclasificados por la propia CIA para confirmar estas afirmaciones con las de la propia agencia. La CIA hizo esto desde que se fundó, en todos los continentes.

Trump quiere hincar sus dientes sobre Irán. Y detrás de Trump, mejor dicho, junto a Trump, están sus aliados en la región: Israel y Arabia Saudita, los enemigos de Irán. Esta jugada tiene que ver con los intereses de estos tres países, que siempre juegan a fondo y dejan un tendal de muertos en el camino.

Según informó este jueves 4 el diario Página 12, el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, culpó a los enemigos de Irán de usar recursos y “aparatos de inteligencia” para desatar la poco común ola de protestas que se extiende por la República Islámica desde el 28 de diciembre y que ya suma 21 muertos y unos mil detenidos, en un medio de un clima de violencia, incertidumbre, falta de información y una creciente tensión con imperio, que sigue con sus provocaciones a través de la cuenta de Twitter del matón devenido presidente.

“Los enemigos de Irán usaron distintas herramientas como dinero, armas, política y aparatos de inteligencia para crear disturbios en la República Islámica”, aseguró el líder religioso y máxima autoridad política del país persa, en un discurso mucho más duro y directo que el del presidente Hasan Rohani, quien reconoció la legitimidad de los reclamos políticos y económicos de los manifestantes.

“El enemigo siempre está buscando una oportunidad y cualquier fisura para infiltrarse y golpear a la nación iraní”, agregó el ayatollah en un acto en Teherán.

Por su parte, el vocero del poderoso Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica, el general de brigada Ramezan Sharif, fue todavía más explícito que Jamenei y mencionó a los enemigos: “existe apoyo abierto y encubierto de EEUU, del régimen sionista (por Israel) y de los sauditas”.

Desde su cuenta de Twitter, Trump no deja de disparar provocaciones que dejan claro que al Imperio nunca le importó la soberanía de los pueblos y que la injerencia es su misión: “El pueblo de Irán por fin está actuando contra el brutal y corrupto régimen iraní. Todo el dinero que tan tontamente les dio el presidente Barack Obama fue a parar al terrorismo y a sus bolsillos”, escribió Trump en su cuenta de Twitter, en referencia a la suspensión de sanciones financieras que el anterior gobierno firmó en el marco del acuerdo nuclear celebrado con otras potencias mundiales.

(Hay que recordar que Obama firmó un acuerdo, en este caso nuclear, con Irán. Al cierre de esta edición, no había sido procesado por encubrimiento ni acusado de traidor a la patria, ni siquiera por Trump.)

El tuiteador serial siguió: “El pueblo tiene poca comida, una gran inflación y ningún derecho humano” y “¡Estados Unidos está vigilando!”.

La ola de protestas en Irán, que no se producían desde la crisis poselectoral de 2009, comenzaron el 28 de diciembre en la ciudad religiosa de Mashad, uno de los bastiones del principal rival electoral del presidente Rohani, el conservador Ibrahim Raisi.

Luego las manifestaciones se fueron extendiendo por otras partes del país, inclusive en Teherán y otras grandes ciudades, donde los reformistas tienen más fuerza y sumaron distintos tipos de reclamos.

Masivas manifestaciones a favor del gobierno

Las manifestaciones a favor fueron convocadas por el gobierno para contrarrestar las protestas por la situación económica y en reclamo de reformas políticas que ya llevan más de una semana, con un saldo de 21 muertos y más mil detenidos.

Los manifestantes a favor del gobierno denunciaron la injerencia interna del imperio estadounidense, Israel y Arabia Saudita, a los que acusaron de “querer destruir a Irán”.

Por su parte, Trump siguió disparando desde su cuenta de Twitter, y volvió a ofrecer su respaldo a los opositores contra “gobierno corrupto” de Irán.

Las manifestaciones en favor del gobierno se produjeron en las ciudades de Ahvaz, Kermanshah, Bushehr, Abadan, Gorgan y Qom, donde los manifestantes portaban carteles en los que le pedían al gobierno que preste atención a las demandas de la población.

Según informó el diario Página 12, medios iraníes informaron que también, en coincidencia con la posición adoptada por el gobierno, los manifestantes gritaban “¡Muerte a EEUU, muerte a Israel!”, y reclamaban el cese de las protestas opositoras.

Asimismo, videos subidos a las redes sociales mostraban que los disturbios continuaban en varias localidades pequeñas ligadas a la producción agropecuaria.

El presidente Rohani dijo que esperaba que las manifestaciones terminen “en unos días”. El jefe de los Guardianes de la Revolución, el general Mohammed Ali Jafari, afirmó poder anunciar “el fin de la sedición”, y aseguró que el número de manifestantes contra el gobierno “no superó los 15 mil en todo el país”.

En el frente externo, y más allá de las provocaciones del matón tuiteador, Alemania abogó por el respeto al derecho a la libertad de expresión y de reunión en Irán, y pidió a las autoridades del país que las fuerzas de seguridad no usen la violencia contra los manifestantes que protestan en las calles. La viceportavoz del Ejecutivo, Ulrike Demmer, admitió que Berlín sigue de cerca y con “preocupación” la evolución de los acontecimientos.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló por teléfono con el presidente iraní, Hasan Rohani, a quien subrayó la importancia de la estabilidad en Irán. Erdogan subrayó la importancia del derecho de los ciudadanos a protestar pacíficamente, siempre y cuando no se viole la ley, indicó la fuente. El presidente iraní manifestó a Erdogan su esperanza de que las protestas finalicen en los próximos días.

Pocas horas después de que la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, pidiera una “reunión de urgencia” del Consejo de Seguridad de la ONU, en Nueva York, y del Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, para tratar la crisis política en Irán, donde en los últimos seis días murieron 21 personas, en su mayoría manifestantes, y centenares de personas fueron arrestadas, el jefe de los Guardianes de la Revolución, el general Mohamad Ali Jafari, anunció «el fin de la sedición», mientras miles de personas salían a la calle en varias ciudades del país para expresar su apoyo al gobierno.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, por su parte, condenó la pérdida de vidas y advirtió que “se debe evitar la violencia» y las autoridades iraníes deben «respetar los derechos a reunirse pacíficamente y a la libertad de expresión».

En las calles de Teherán, la capital, muchos habitantes aseguran comprender los motivos socioeconómicos de las protestas, en un país con una tasa de desempleo que alcanza el 40 por ciento entre los jóvenes, al mismo tiempo que condenan la violencia. Otros tantos rechazan el discurso oficial según el cual las protestas son obra de potencias extranjeras.

“La gente ha llegado a un punto en el que ya no pueden tolerar la presión de las autoridades, ya no pueden más y ahora están en la calle”, dice Soraya Saadaat, de 54 años, desocupada, según reproduce el diario Página 12.

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