Desde hace un par de años, pibas y pibes unidos por el amor hacia Central Córdoba pusieron manos a la obra con el objetivo de recuperar la identidad del club de barrio Tablada. Así nació la Subcomisión de Jóvenes.

Para dejar atrás la imagen desmejorada que ocasionaron distintos episodios violentos en Central Córdoba, y volver a ganarse la confianza de los socios que se alejaron del popular barrio Tablada, unos 14 hinchas del Matador llevan adelante la Subcomisión de Jóvenes, creada a principios de 2016. A través de la autogestión, ya colorearon vestuarios y las paredes del emblemático Gabino Sosa, le dieron voz al estadio durante los partidos y, sobre todo, pusieron en pie la sede de calle San Martín. “La idea es darle vida a esto, ocupar los espacios y llenarlo de actividades”, subrayan.

La juventud unida

“Hace poco más de dos años que empezamos a trabajar. Surgió por la convocatoria de uno de los miembros de Comisión Directiva, que buscaba gente joven que se acerque al club a colaborar”, recuerda el presidente de la subcomisión, Nahuel Trucco, en una charla con el eslabón, en la que estuvo secundado por el resto de los integrantes. Allí, en una especie de aula escolar que hay en la Sede Social que la institución tiene en San Martín 3250, el resto de la pibada se sumó a la conversación apuntando que “anteriormente hubo intentos de formar subcomisiones, pero no trascendieron y quedaron en la nada”.

La cosa arrancó con reuniones, y con el tiempo fue tomando forma. Según comenta Trucco, “con la mayoría ya nos conocíamos, porque éramos vecinos, o jugábamos juntos a la pelota, otros eran compañeros de secundaria, etc”.

La piedra fundacional fue un campeonato de truco, con el que recaudaron fondos para iluminar el predio de Villa Gobernador Gálvez, donde las divisiones inferiores hacen rodar la pelota. “La convocatoria fue a través del Facebook del club. Hicimos una reunión, en la que definimos cómo íbamos a trabajar, y se decidió que sea autogestionado. Así que realizamos ese evento de truco y en base a eso empezamos a ver dónde hacían falta recursos, y con qué podíamos colaborar”, aporta Fernanda Mamani, que sobre el funcionamiento del grupo, añade: “No nos manejamos a través de subsidios, ni de fondos del club. Todo lo gestionamos a través de eventos, como campeonatos de truco, venta de empanadas, rifas, todo para recaudar dinero y ver en qué lo podemos utilizar, sobre todo en la sede, porque es lo que más nos interesa”.

“Hay clubes que se sostienen por el fútbol, sin embargo, acá se lo come todo. Y lo poco que ingresa va a parar al fútbol. Y eso es uno de los motivos por los cuales la sede estaba bastante abandonada, por falta de dinero y también de gente”, continúa la joven.

Le pintan la cara

Foto: Javier García Alfaro

Como una de las primeras medidas, estos muchachos y muchachas se propusieron cambiarle el rostro al club, dándole un toque de color a los paredones que rodean al Gabino Sosa y a la sede, y realizar otras intervenciones más, tal como lo relata Julio Rodríguez, otro de los integrantes: “Se pintó el paredón que da a San Martín, como para darle una mayor identidad al club, colaboramos con los chicos del futsal en el tema de pintar la cancha para adecuarla a las exigencias de la Rosarina, también se pintó el estadio con los pibes de Tablada Charrúa, que son los que llevan las banderas a la cancha”.

Rodríguez, que hace un par de meses atrás publicó El payador de la redonda –libro que repasa la historia del hombre que le da nombre al estadio de Central Córdoba– destaca la vuelta de los festejos en cada año de vida que cumple el club del cual es hincha y socio: “Hicimos buena relación con el Ministerio de Cultura de la provincia, lo que nos permitió después de muchísimo tiempo que la institución festeje un cumpleaños, que era uno de los objetivos que nos habíamos propuesto, porque eso acá pasaba desapercibido. Sólo se recordaba por redes sociales, con un par de fotos y listo”.

Así fue que a la hora de celebrar los 110 pirulos del Charrúa, se tiró la sede por la ventana, con bandas en vivo y la presencia, nada menos, que del legendario Tomás Felipe Carlovich. “Cuando vino el Trinche, al que mucho no le gustan los reconocimientos, fue re importante, aunque hayan sido cinco minutos, porque vio tanta gente y huyó”, dice entre risas Fernanda Mamani, que orgullosa rememora la presencia del ídolo en una joda organizada por la subcomisión: “Para nosotros fue un logro, y sentimos su apoyo a lo que organizamos. Lo tomamos como un gran espaldarazo”.

Rodríguez, que supo poner su pluma al servicio de este semanario, remarca que “una de las políticas que tenemos es que lo que organizamos sea gratis y popular, para que no solamente venga el hincha que va a la cancha sino también gente del barrio, de las distintas disciplinas”. Y al respecto, agrega: “Sabemos cómo está la economía del país, y por eso tratamos de adecuarnos para que venga la mayor cantidad de gente posible. En el cumpleaños del club tocaron las bandas Perro Suizo, Farolitos y La Fuga, entre otras. Fue como una presentación en sociedad del trabajo de la subcomisión, en la que premiamos a jugadores que fueron campeones, y entregamos otras distinciones más”. En ese aspecto, Fabián Passoni se engancha en la conversación y subraya la “gran predisposición” de los ex y actuales jugadores que vistieron y visten la camiseta del Matador: “Nunca hemos obtenido un no de nadie”.

Pero los trabajos no se detienen en pinceladas, ya que también tomaron la posta de la revista Simplemente Charrúa, que se reparte en la previa de cada encuentro que el equipo dirigido por Ariel Cuffaro Russo disputa en casa. “Esta publicación nació en 2009 para reflejar la vida deportiva e institucional de Córdoba. Se entrega gratuitamente y es a colaboración. Algunos te dejan 2 o 5 pesos, otros 100. El costo lo salvamos con las publicidades”, cuenta Julio, a lo que Fernanda aporta: “Otra de las cosas que hicimos fue volver a poner una voz del estadio, que no estaba. Y eso nos parece muy importante, porque es algo básico de cualquier cancha. Aunque lamentablemente, después los costos no nos dieron y no lo pudimos mantener”.

Passoni, por su parte, relata entusiasmado los laburos que vienen: “Después de que se termine todo esto de la pileta, que está en obras y viene bastante avanzado, la idea es seguir metiéndole a la sede. Además queremos que vuelvan los carnavales a Córdoba, pero lleva mucha organización”. Y aclara que el buen presente del Matador en la Primera C “es un aliciente porque cuando el equipo anda bien va más gente a la cancha, se suman a las reuniones, están todos de buen animo, colaboran más, se interesan más por el club”.

Divino tesoro

Los hombres y mujeres que conforman la Subcomisión de Jóvenes están convencidos de que la institución necesita un cambio generacional en las filas dirigenciales, y mientras esperan tener las puertas abiertas en las elecciones de este año, se están capacitando en un curso de jóvenes dirigentes. “Un objetivo cercano es que algunos de los que estamos acá seamos miembros de la Comisión Directiva. Es algo que se ve en muchos clubes de la ciudad”, sostiene Julio Rodríguez.

“La comisión nos brindó el espacio para que nosotros trabajemos dentro del club, pero nuestra idea es que la subcomisión siga laburando independientemente de la dirigencia de turno, porque queremos que exista una voz de los socios, que es algo que se perdió hace mucho tiempo y que queda comprobado en las asambleas”, analiza Trucco, que como presidente del espacio pretende “llevar las inquietudes de los socios a la CD, y a veces eso se consigue en buenos términos, a veces no tanto”.

En este sentido, Mamani coincidió en que “es necesario que haya jóvenes para que el club no se pierda, porque si no se suman nuevos socios, y no hay nadie para laburar, el día que la gente grande no esté más, esto se termina”. Y cierra: “Con la mala fama que se le dio al club, muchos no querían involucrarse, y una institución así sin gente no funciona. Así que se pusieron las pilas con las disciplinas (voley, futsal, handball, taekwondo, patín, zumba, entre otras) y cuando este lugar retoma la actividad, está lleno de gente. La gente ha vuelto a confiar en Central Córdoba como institución”.

Aquí están, estos son…

Con algunas ausencias, aquí está parte de la formación de la Subcomisión de Jóvenes | Foto: Javier García Alfaro

Capitaneados por Nahuel Trucco, la formación de la Subcomisión de Jóvenes Charrúas –que además representan al club de Tablada en el departamento de Cultura de la AFA– está integrada por Julio Rodríguez, Fernanda Mamani, Natalia Furnari, Andrés González, Diego y Damián Masciota, Germán Capomassi, Marcos Cosentino, Fabián Passoni, David Enguelberg, Franco Scarafia, Claudio Fernández y Luciano Colazo.

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