En Rosario también se celebró el duodécimo aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia, que así se denominaron oficialmente a los actos realizados por el gobierno de Evo Morales al cumplirse otro año de su gestión. Claro que no es una gestión cualquiera. Se trata de un período en el que en Bolivia hubo transformaciones lo suficientemente profundas para que la palabra revolución no suene exagerada.

La celebración en Rosario fue sencilla, un encuentro en la sede del Consulado, en la esquina de Santa Fe y Ovidio Lagos, con no más de una veintena de participantes, convocados por el cónsul Sixto Valdez Cueto por su condición de representantes de organizaciones políticas, sindicales y sociales que respaldan las políticas del mandatario boliviano. Ante ellos, Valdez Cueto hizo justamente un repaso de esas políticas, ensayando una síntesis que cuesta lograr debido a la intensidad de los cambios impulsados en un país que en aquel 2006 era una suerte de símbolo de injusticia y exclusión social, y hoy exhibe una recuperación en indicadores de desarrollo económico y humano envidiable para buena parte del planeta. La mortalidad materna bajó de 229 a 90 mujeres por cada 100.000. La esperanza de vida creció de 64 a 71 años. La desnutrición crónica bajó del 27 al 16 por ciento. La extrema pobreza se redujo del 38 al 16.7 por ciento. El salario básico aumentó de 57 a 287 dólares.

El titular del Consulado de Bolivia en Rosario desgranó estos y muchos otros datos al tiempo que se proyectaban en una pantalla montada en la sala de atención al público de la sede diplomática. Pero sostuvo la enumeración casi sin necesidad de apoyarse en la proyección para ayudar a su memoria. Es que Valdez Cueto no es cónsul de carrera, sino un periodista convocado hace ya varios años por Morales para estos menesteres que hoy sostiene, sin perder la corrección diplomática pero con un alto perfil de difusor de la gestión presidencial de Bolivia, con una notoria capacidad de comunicación y también de vinculación con los actores oficiales y sociales de la amplia jurisdicción que le toca atender desde Rosario: las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Misiones; más la ciudad bonaerense San Nicolás y la capital chaqueña, Resistencia.

Volviendo a los indicadores, la economía boliviana, con su 4,2 por ciento, fue la de mayor crecimiento en Sudamérica durante el año 2017, al mismo tiempo que exhibe la menor inflación acumulada, un 2,7 por ciento. En los 12 años de Evo, el Producto Bruto Interno (PBI) subió de 6.000 a 37.000 millones de dólares, mientras la cotización de la moneda estadounidense se mantuvo estable. La Deuda Externa cayó del 74,3 al 35,2 por ciento del PBI y la inversión pública ascendió de 629 millones de dólares en 2006 a 5.000 mil millones de esa misma medida en 2016. Y Bolivia recuperó sus recursos naturales, con el gas como emblema.

Valdez Cueto repasó después los avances en “integración y comunicaciones” a través de la empresa de telecomunicaciones y el satélite propio Tupac Katari, fuente de “democratización y soberanía comunicacional”, destacó.

Junto con muchos más datos, el cónsul reseñó principios a los que englobó bajo la denominación de “Pilares de la Revolución”, entre los que se contaron “recuperación de los recursos naturales, recuperación de la dignidad nacional, nacimiento del Estado Plurinacional, inclusión social: no más discriminación; inclusión cultural: fin a la mentalidad colonial; inclusión educativa: fin al analfabetismo y deserción escolar, democratización universitaria-profesional; inclusión económica: la riqueza para el pueblo” y también otro pilar en el que se detuvo especialmente: “dignificación de los de abajo: ponchos, polleras, ojotas, charangos”, señaló. Y explicó: “Hoy ya no es una vergüenza usarlos, por eso decimos que es la revolución de las ojotas”.

Valdez Cueto también incluyó entre los pilares de la revolución boliviana la “agenda 2025”, es decir la proyección a futuro, que abordó no sin antes haber apuntado hitos fundantes de los doce años transcurridos, sobre todo la nueva Constitución, base del nuevo Estado Plurinacional, sucesor de las anteriores etapas, la colonial y la república.

En cuanto a lo que viene, la mira está puesta en las presidenciales de 2019, a las que Evo llegará con el desafío de imponerse en las urnas frente a una formidable y constante campaña de desprestigio y maniobras desestabilizadoras varias. En este sentido, Valdez Cueto recordó que otro de los logros de la revolución fue el de habilitar el voto a los bolivianos residentes en otros países. Y que en la última ocasión en que hubo que pronunciarse, los que migraron a la Argentina apoyaron masivamente a Morales y el nuevo Estado Plurinacional.

Apoyo a Evo fue también lo que expresaron una vez más los asistentes al acto en el Consulado de Rosario, en el que a todos les quedó claro que, en Bolivia, la cosa va en serio.

Fuente: El Eslabón

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