Este lunes, en un gesto tribunero, el presidente Mauricio Macri presentará un nuevo ajuste, al recortar un 20 del gasto en los 22 ministerios, congelar sueldos y realizar una reducción de unos 600 cargos en la estructura política.
El recorte es presentado como cumplimiento de una promesa realizada a fines de 2017, y como un aporte a la “desburocratización” del Estado, y se prevé que afecte principalmente a los ministerios de Modernización e Interior.
En los pasillos de la Casa Rosada se comenta que detrás de los detalles del ajuste estuvo el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Macri, quien retornó de su su gira europea, anunciará un ajuste del 20 por ciento del funcionariado, lo cual representa unos 600 cargos.
Aunque la medida incluirá a los 22 ministerios, se espera que la poda sea mayor en las carteras de Modernización y de Interior.
Los sueldos que perciben los subsecretarios y aquellos funcionarios por encima de ese cargo –de 150 mil pesos en adelante– serán congelados por un año.
En realidad, el Gobierno busca un golpe de efecto que permita justificar el ajuste que piensa aplicar al imponerle a los gremios un techo del 15 por ciento en las negociaciones paritarias e insistir, aunque en forma desdoblada o por tramos, con la reforma laboral.
Cada ministerio pasaría a tener cinco de las seis secretarías que tiene hasta ahora, y algunas de las dependencias de ese rango se fusionarán o pasarán a ser direcciones generales.
En medio de los corrillos que obviamente circulan en cada área, se filtró que el Gobierno “apretará” a los gobernadores para que lleven adelante un ajuste similar en cada provincia, algo que es de realización más que improbable.
También circuló la fuerte versión de que para concretar estas reformas, Macri està dispuesto a volver a jugar la carta de un DNU, aunque en este caso seràacompañado con decretos y resoluciones especìficas de cada ministerio.
