El gobernador confesó sus deseos de ser candidato en los comicios del año próximo para renovar su mandato, aunque aclaró que “no avanzaría demasiado sino advirtiera un fuerte consenso político”.
En una entrevista concedida a El Cronista, Miguel Lifschitz admitió que “en lo personal, sí me gustaría” ir por otro mandato. De todas maneras, indicó que “tampoco avanzaría demasiado sino advirtiera un fuerte consenso político. No quemaría las naves para tratar de lograr ese objetivo. Si se diera la circunstancia, y hubiera un consenso político amplio, obviamente que en lo personal a mí me gustaría”.
“Quizás el tema pendiente sea la reforma constitucional: el desafío que nos queda para estos dos años. Además de seguir profundizando la política educativa, la salud, las obras, la seguridad. No por la reelección en sí misma. Sería absurdo plantear una reforma sólo por ese tema. Pero hay una cantidad de temas en los que la constitución de Santa Fe quedó anticuada: medio ambiente, derecho del consumidor, Consejo de la Magistratura, participación ciudadana, elección de jueces, Audiencias Públicas. Temas que en la legislación misma y la Constitución Nacional avanzaron y nosotros quedamos atrás”.
Se vienen las paritarias
El gobernador se refirió a las negociaciones salariales que se aproximan con los docentes y los trabajadores del Estado. “Vamos a ver el escenario nacional. Los docentes le ponen el termómetro a la negociación salarial. Nosotros siempre mantuvimos buen diálogo con el gremio docente de Santa Fe. Pero la titular del gremio Amsafe (Sonia Alesso) es titular nacional (de Ctera), con lo cual los conflictos nacionales terminan trasladándose a la provincia”, dijo.
“Somos partidarios de no fijar techo ni pisos a la paritaria porque esas cifras que se tiran no sirven. Siempre tratando de tener criterios de razonabilidad. El año pasado acordamos 25% con cláusula gatillo y tenemos un índice provincial de inflación que a diciembre nos dio 26,1%. Por eso, en el último mes se disparó la cláusula y este mes estamos liquidando el 1,1% de diferencia. Eso da tranquilidad a los trabajadores de que, si eventualmente se disparara el proceso inflacionario, tienen un reaseguro”, agregó Lifschitz.
Sobre la cláusula gatillo, dijo que la van a mantener porque “es razonable y permite una negociación más moderada porque el trabajador tiene garantía de que, si las pautas de inflación no son las que uno supone, tendrán el reajuste correspondiente”.
