Con breves pero contundentes discursos, los principales dirigentes gremiales del país redondearon una multitudinaria marcha contra las políticas de ajuste ejecutadas por el gobierno de Mauricio Macri, por lejos el más criticado.

Decenas de miles de manifestantes del gremio de Camioneros, la Corriente Federal de Trabajadores, las dos CTA, movimientos sociales y sectores políticos –desde el kirchnerismo hasta la izquierda– se concentraron a todo lo largo de la avenida 9 de Julio donde poco antes de las 15 comenzò el acto en rechazo a las polìticas del Gobierno nacional.

De nada sirvieron los operativos montados por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que mandó a la Gendarmería a parar los micros que llegaron desde todos los puntos del país.

De nada valió la intimidación del dispositivo de medios hegemónicos ni las amenazas de funcionarios. Casi 500 mil trabajadores se congregaron para manifestarse en contra del ajuste que lleva adelante el presidente Mauricio Macri.

Los militantes de la Bancaria, de las dos CTA, del Suteba, ATE y el gremio de Dragado y Balizamiento, entre otros, acompañaron a sus pares de de Camioneros, que ocuparon los espacios más próximos al escenario montado de espaldas al ministerio de Desarrollo Social, en la intersección de la 9 de Julio con la avenida Belgrano.

En el mismo se apiñaban junto a Hugo Moyano, su hijo Pablo, secretario general de Camioneros; el triunviro cegetista Juan Carlos Schmid; los líderes de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli; el bancario Sergio Palazzo con la Corriente Federal de Trabajadores; el Movimiento Obrero Santafesino, en el marco del cual marcharon la Festram de Santa Fe junto al Movimiento Sindical Rosarino, y Esteban “Gringo” Castro por los movimientos sociales;, entre muchos otros dirigentes y organizaciones.

Los discursos

A las 14.45 el triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid se dirigió brevemente a la multitud y dejó en claro el tenor de la convocatoria. «En estos dos años, los trabajadores perdieron poder adquisitivo», sostuvo, y agregò: «Ponemos a disposición de todos los compañeros jubilados y pensionados nuestros asesores para comenzar la demanda en contra del Gobierno».

Ademàs, el `referente cegetista manifestó: «Pedimos la derogación de la ley previsional, pedimos  negociaciones libres y sin topes».

Por último, advirtió a los legisladores: «No acompañen con su voto la sanción de leyes que vulneren los derechos de trabajadores y sectores desprotegidos. Ésta es la verdadera convocatoria».

Poco después, hizo uso de la palabra el líder de la Corriente Federal de los Trabajadores, Sergio Palazzo, quien al arrancar su discurso preguntó: «¿Querían saber cuántos éramos? Muchos más que los 50 que apoyan a Macri».

El bancario desvirtuó, además los presagios de desórdenes o enfrentamientos: «Los trabajadores sabemos cuidarnos solos».

Foto: El Cronista

“No nos vamos a callar somos los mismos que marchamos contra la reforma previsional y somos los mismos que le venimos a decir hoy al presidente Macri basta a estas políticas”.

El referente de la CFT arengó: «Violencia es haberle robado a los jubilados en el Congreso. Violencia es querer imponer una nueva ley laboral que quita derechos a los trabajadores. La verdadera grieta está entre los que pueden pagar un plato de comida y los que no».

Por lo demás, Palazzo se refirió a la dirigencia que se bajó o no adhirió a la marcha: “Pueden faltar dirigentes de algunas organizaciones, pero los trabajadores están aquí en la calle”.

Finalmente, se solidarizó con Hugo y Pablo Moyano, y remató: «Dedíquese a gobernar para todos Macri, y no para su clase nada mas».

Luego fue el turno de Pablo Micheli, principal referente de la CTA Autónoma, quien cargó contra el elenco gubernamental de Cambiemos: «Son todos vagos y apuestan a la timba financiera. No queremos más versos de estos tipos, son vagos que vinieron a llenarse los bolsillos a costa de los más pobres».

El dirigente, asimismo, agregó: «Si no paran con el ajuste, no revisan los despidos, tenemos que seguir juntándonos. Así seremos capaces de construir un gran paro nacional. Vamos por más, todos juntos. Sin unidad, no tenemos destino».

Acto seguido, habló el “Gringo” Esteban Castro, secretario general de la Ctep, en representación de los movimientos sociales. Primero , recordó el paro de mujeres del 8 de marzo.

Y luego se refirió a la marcha: «Hay una gran movilización y todos tenemos que acompañar ese paro. Los varones los vamos a reemplazar en esa actividad para que no falte una sola en esa marcha histórica».

Luego llegó el turno de Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores. El maestro fue contundente: «Nosotros sabemos que cada vez que salimos a la calle, este gobierno llama a un juez amigo, interviene algún sindicato o inventa una causa. Por eso nosotros bancamos a Moyano y Baradel. Si quieren buscar un ladrón que vayan a Balcarce 50, ahí tienen que buscar. Nosotros queremos trabajo y dignidad».

Poco antes de las 15.15 Moyano tomó el micrófono y dijo sentirse emocionado por la masiva convocatoria. El camionero también fue duro en su discurso: «Esta movilización fue aprobada en su momento por la CGT. Dicen que vienen a respaldar los problemas legales que yo tengo. Primero: no estoy implicado en ninguna denuncia por corrupción. Si tuviera un problema tengo las suficientes pelotas para defenderme solo. Estuve tres veces en cana, dos en la dictadura, cuando muchos de estos señores estaban abajo de la cama».

Foto: La Nación.

Tras esa intervención, sonrió y reconoció: “Perdónenme pero me salió el camionero de adentro”.

Cuando la multitud comenzó a corear “Mauricio Macri, la puta que te parió”, Moyano instó a que dejaran de entonar el cántico que ya es un hit en varios estadios de fútbol. “Dejen, no hace falta”, apaciguó el líder camionero.

Dirigiéndose a Macri, le espetó: «El objetivo es decirle al gobierno: señor presidente, no siga llevando adelante políticas que hambrean a los jubilados. Los han engañado. Engañaron a los jubilados con lo de la reparación histórica. Todo lo que anuncia el gobierno es mentira, se ríen de nosotros».

Antes de culminar su breve discurso, Moyano afrontó la persecución de que es objeto por parte del macrismo: “No tengo miedo de ir preso. No tengo miedo de que me maten. Estoy dispuesto a dar la vida por los trabajadores”.

Por último, sentenció: “Ni ellos le tienen confianza al modelo. Si le tuvieran confianza traerían la guita que tienen afuera”. Y en esa línea, remató: “¿A quién quieren engrupir? Ni entre ellos se pueden engrupir”.

Ya para entonces, comenzó la lenta pero organizada desconcentración.

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