«¿Cómo es estar en cana? Horrible», admite el ex vice presidente de la República durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, amado Boudou, en declaraciones al programa radial Poné la Pava (lunes a viernes de 7 a 10 por Gran Rosario, 88.9), aunque aclara: «Pero como a todas las cosas de la vida, hay que enfrentarlas con la mejor actitud y con toda la entereza que uno pueda, y así intenté hacerlo yo: sin odio, sin enojo, y tratando de que sea parte de la construcción de la vida».

«El hecho de la proximidad del nacimiento de mis hijos era una mezcla de fortaleza y angustia, porque como todo papá querés estar en ese momento al lado de tu compañera, estar muy cerca, ver cómo crece la panza y acompañarla en el momento del parto y en los primeros días. Era una de las cosas, o la única, que más zozobra me generaba pero, a la vez, una emoción muy fuerte y un faro que me impulsaba a seguir adelante», agregó Boudou.

El ex ministro de Economía, además, fustigó el papel de la Justicia en la era Macri: «Tenemos que tratar de darle un nuevo sentido a las palabras y no hablar de Justicia sino del Poder Judicial, o directamente del Partido Judicial, porque hay gran parte del sistema que opera de esa manera, no digo todos, pero sí una gran parte que opera con los tiempos de los poderosos y de sus propios intereses, en lugar de administrar justicia. Y eso, para la democracia, es algo terrible y que hay que revisar. No por un caso puntual, sino por el devenir de la democracia. Revisar esto de que la Justicia es el único poder que no es interpelado por la sociedad, que no está sometido a ningún control y que está más cerca de un poder monárquico que de una democracia con todas las letras».

Por otra parte, el ex titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés), no de jar pasar la oportunidad de referirse a quienes, desde la asunción de Macri, también sufrieron persecución y procesamientos judiciales, en su mayoría sin demasiados fundamentos. «No permitamos que se invisibilice que en la Argentina hay presos y presas sin condena. Políticos, pero también gremiales, sindicales, empresariales. Esto es, sin lugar a dudas, una gran mancha para nuestra democracia y hay que pedir por la libertad de todos ellos».

«Estamos en una etapa de pérdida de derechos», prosiguió Boudou. «Por eso es tan importante el tema de la unidad y mirar hacia adelante, y es indispensable ganar en 2019. Santa Fe, en ese sentido, es un ejemplo, con lo que hizo el Chivo (Agustín) Rossi de armar una unidad en serio, sin bolillas negras. Una unidad que entiende que cuando perdemos las elecciones, el que pierde es el pueblo, y que hay que dejar de lado cualquier vanidad, o apetencia personal. Santa Fe es un ejemplo que hay que tomar a nivel nacional», añadió.

Para Amado, «las persecuciones, las difamaciones, todo confluye en la pérdida de derechos de los trabajadores», y argumentó: «Lo que quiere este gobierno es un mundo sin recibos de sueldos, porque el recibo de sueldo es un contrato en el cual el Estado se hace cargo de algunos derechos de los trabajadores , como el sistema jubilatorio; y en el que el empleador también se hace cargo de, por ejemplo, pagar las cargas sociales y la obra social. Cuando el macrismo habla del emprendimiento individual, en realidad se imagina un mundo sin recibos de sueldo. El gobierno dice que le gustaría crear trabajos de calidad, ¿cómo no estar de acuerdo?, pero para lograr eso, en el siglo XXI, hay que tener tecnología, hay que fortalecer el Conicet, el Invap, la Comisión Nacional de Energía Atómica, y lo que hace Cambiemos todos los días es sacarle fondos a esos espacios, debilitando todos los centros de creación de tecnología en la Argentina».

En cuanto al futuro, el ex compañero de fórmula de Cristina Fernández, afirma: «La tarea política hoy no tiene que ver con candidaturas o postulaciones, sino con que podamos encontrarnos  en todos los rincones de la patria, hablarnos, escucharnos y consolidar la posibilidad de un peronismo frentista que incluya a muchos espacios opositores para tener una oportunidad de ganar sin ninguna discusión en 2019. Eso es lo que necesita el país, para que los libros de historia, de acá a 50 años, digan que hubo 4 años de retroceso de algo que empezó en 2003 y que continuó con mucha fuerza en 2019».

El economista, que llegó a liderar esa cartera, analizó además el presente de la Argentina: «La figura de la economía hoy, es una olla a presión donde los ingredientes son las lebac, el endeudamiento, la pérdida de consumo interno, la pérdida de poder de compra de los jubilados y los trabajadores, la balanza comercial deficitaria alrededor de 9 mil millones de dólares para este año, la inflación en más del 22 por ciento para este año, el déficit fiscal y cuasi fiscal; todos ingredientes que dentro de esa olla están acelerando una situación muy grave, al punto de que hasta los mismos economistas ortodoxos le están planteando al gobierno que tiene que hacer un canje involuntario de lebacs. Imaginemos que para un gobierno que ha puesto a los mercados financieros en el centro de sus políticas lo que significaría eso. Pero lo más grave de todo es que no hay un rumbo económico definido. Se habla mucho de finanzas pero muy poco o casi nada de economía. Pareciera que de lo único que se habla es de deuda, y a mí me gustaría que se hable de trabajo, de creación de nuevas fuentes, de inversiones empresariales en la economía real, de lo que está pasando con los pequeños y medianos empresarios argentinos . Eso es lo más fulero: no hay un rumbo económico, hay un rumbo financiero que es malo, que les ha servido para sortear sus malas decisiones de estos años, pero que le ha agregado presión a esa olla».

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