Con el Congreso blindado, el presidente, Mauricio Macri abrió el 136° período de sesiones ordinarias. Prometió enviar un proyecto para ampliar la licencia por paternidad y se declaró a favor de la vida, en claro rechazo al aborto.

El marco fue el de siempre que Macri tiene que asistir a un lugar público, y el Congreso no fue la excepción en este caso. La agencia Télam informó que el Gobierno desplegó alrededor de 2.000 efectivos de fuerzas federales en los alrededores del Parlamento nacional. El mandatario, al ingresar al Parlamento, saludó hacia la Plaza de los Dos Congresos, pero fue un saludo a la nada misma, porque estaba vacía.

Foto: cuenta de twitter de Andrea Rivas.

La agencia oficial de noticias, mientras tanto, detalló el dispositivo militarizado: “Los uniformados a cargo de la vigilancia de la zona, que fue epicentro de incidentes en diciembre durante el debate de la reforma previsional, estarán bajo la coordinación general de la Policía Federal desde el comando unificado que se instaló en el Departamento Central de la Policía”.

Macri, evidentemente impactado por la caída de su imagen y la de su Gobierno, y atento al hit del verano, que se difunde como reguero de pòlvora en las redes, quiso tomar la iniciativa, mediante un lenguaje en el que mencionó “un mundo de iguales”, realizó guiños de género y hasta se comprometió a enviar al Parlamento un proyecto que extenderá el período de licencia por paternidad. Y tuvo algunas de sus intervenciones guionadas que sólo él y Jaime Durán Barba deben pensar que son desopilantes: “Lo que estamos haciendo puede funcionar, está funcionando”; “Los invito al entusiasmo del hacer”; “Los salarios le ganaron a la inflación”.

Le pidió al Congreso Nacional que “ordene sus prioridades” para el año legislativo, en el marco de lo que lo obsesiona, la reforma laboral, en la que el tema estaba incluido, habló de la licencia por paternidad.

Como la iniciativa no pasó, el Gobierno se encargó de divulgar que intentaría hacer tratar los diferentes tòpicos de esa reforma por separado. La licencia para los padres era uno de ellos, y el proyecto apunta a extenderla de 2 a 15 días.

En su afán por ganarse el favor de las mujeres, sentenció: “No podemos permitir que un hombre gane más que una mujer. No es justo. No está bien y según datos del Indec la diferencia llega a ser del 30 por ciento, por eso, tienen mi compromiso para que el salario igualitario que establecen las leyes, sea una realidad”.

Y en ese momento fue cuando también anunció: “En un mundo de iguales, tampoco hay razón para que un hombre comparta solo dos días con su hijo recién nacido. Es importante estar en familia los primeros días por eso vamos a presentar un proyecto de Ley para extender la licencia por paternidad”.

En rigor, Macri comenzó su discurso ante la Asamblea Legislativa rindiendo homenaje a los 44 tripulantes del desaparecido submarino ARA San Juan, y dijo estar comprometido a «hacer todo lo que está a nuestro alcance para encontrar» al navío.

Macri, desconociendo el estado de ánimo de los familiares de los tripulantes, soltó: «Estoy seguro que todos los argentinos estamos unidos en este reconocimiento».

El jefe de Estado, además, se mostró optimista en varios tramos y apelando a distintas fórmulas:  «Lo peor ya pasó y ahora vienen los años en que empezamos a crecer»; «las transformaciones que hicimos empiezan a rendir frutos»; «no vine a hacer lo que me conviene a mí o a mi gobierno: estoy acá porque quiero que cada uno de ustedes sienta que su vida mejora».

El Presidente, como si en más de dos años no hubiera pasado nada de lo que generó su administración, sostuvo que no realizará «un shock de ajuste»al tiempo que cuestionó a quienes reclaman que «nada cambie».

Macri, incluso, se victimizò polìticamente: «Algunos me critican porque voy demasiado lento y otros por ir demasiado rápido». Y hasta se animò a plantearle a los sectores que piden «un shock de ajuste», respondiendo: «Acá vinimos a reducir la pobreza y a que ningún argentino pase hambre».  

Pero tambièn advirtiò a “los otros”, cuando los sermoneó: «Los otros nos piden que nada cambie y yo les digo si nada hubiese cambiado estaríamos como otro país hermano que está en una desintegración social».

A los que insisten con los indicadores que marca la realidad económica, el mensaje no pudo ser más vago o ficcional: «Tenemos metas para bajar la inflación, reducir el déficit fiscal, y como las vamos a cumplir, vamos a dejar de endeudarnos y se van a multiplicar las inversiones en un país confiable».

También aseguró que «la inflación está bajando», que el gobierno no quiere «sólo bajarla», sino que pretende que «nunca más sea un instrumento de la política como lo fue en los últimos 70 años», porque «castiga a la mayoría».

Macri propuso una «agenda de trabajo» con «desafíos concretos», y usó como ejemplo tener un «Estado al servicio de la gente, moderno y facilitador».

Pero el pico de su discurso, que despertó sonrisas en propios y extraños fue cuando afirmó que los funcionarios están «obligados a tener un alto estándar ético», y remató sosteniendo: «Nos pusimos límites como nunca antes».

Aborto despenalizado

Macri planteó: «Hace 35 años que venimos postergando un debate muy sensible que como sociedad nos debemos: el aborto».

Diputados y diputadas de todos los bloques llevaban puesto el pañuelo verde que identifica la campaña que lucha por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y escucharon de boca del mandatario su posición, más bien ambigua: “Como dije más de una vez, estoy a favor de la vida, pero también a favor de los debates maduros y responsables que como argentinos tenemos que darnos»,

Lo cierto es que Macri sólo agregó: «Espero que se escuchen todas las voces y se tomen en cuenta todas las posturas».

Telecomunicaciones

En un momento en el que el microclima político conoce la feroz interna entre Telefónica y el Grupo Clarín, en puja por el espectro radioeléctrico, Macri anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley sobre Telecomunicaciones y Tecnología de la Información, agregando que la iniciativa apuntará a «mejorar competencia de inversiones, bajar precios y mejorar el servicio de usuarios».

El mandatario argumentó que la legislación está «atrasada respecto de otros países» y que se buscará que haya «lugar para que cooperativas, empresas pequeñas, medianas, grandes, nacionales e internacionales» a favor de la «neutralidad de las redes y pluralidad de contenidos». Nadie entre los grandes jugadores cree una palabra de este último párrafo.

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