La petrolera que formó al actual ministro de Energía aparece como beneficiaria del conflicto en la planta santafesina. Y el comprador de la constructora de la familia presidencial es el candidato “natural” a quedársela.
Sin materia prima para elaborar y acosada por el fisco y el Poder Judicial, la Refinería San Lorenzo –propiedad de Oil Combustibles, del Grupo Indalo- atraviesa un parate de producción que la pone al filo del cierre. O, como creen los gremios del sector, al borde del cambio de manos en favor de empresarios ligados al gobierno nacional y de un sistema de importaciones que beneficia a Shell.
Unos 450 puestos laborales directos están en juego y otros más de mil –vinculados indirectamente a la planta- podría quedar afectados, así como las 300 estaciones de servicios que conforman la red nacional de Oil Combustibles.
“La Refinería se encuentra sin materia prima y vaciado su stock existente; no hay un solo litro de combustible”, dijo el titular del Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (Supeh), Héctor Brizuela.
El dirigente hizo público su miedo: “Tememos seriamente que esto haya sido diagramado y que esté en el contexto de política energética que expresó (el ministro de Energía) Juan José Aranguren de apagar las refinerías del país y cubrir las demandas a través de políticas de importaciones de productos terminados”.
Mencionó el decreto 967/17 que va en ese sentido, el de la eliminación de los aranceles de importación del crudo y sus derivados.
“Han parado la producción de asfalto en esta refinería, y ahora la demanda record va a ser suplida por Shell en este esquema de importaciones y no producción”, agregó Brizuela, introduciendo a la petrolera cuyo principal ejecutivo en Argentina fue durante más de una década el propio Aranguren, quien dejó su cargo pero posee acciones en la compañía.
No es la primera ocasión en la que Aranguren habilita desde el Estado negocios que benefician a la empresa que perteneció durante su actividad en el sector privado.
El otro empresario ligado al poder cuyo nombre aparece ligado como “candidato natural” a quedarse con la refinería que pertenece al grupo de Cristóbal López –preso por una demanda de la Afip- es Marcelo Mindlin, de Pampa Energía.
“Estuvimos reunidos con Aranguren y la respuesta que nos dio es que buscará inversores privados, alguien que pueda hacerse cargo de seguir explotando la refinería», dijo el secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible, Rubén Pérez.
El dirigente sostuvo que el candidato “natural” para hacerse cargo de la planta, ubicada en la ciudad de San Lorenzo, podría ser el empresario Mindlin, quien el año pasado compró por unos 50 millones de dólares la constructora de la familia Macri.
“La planta de Mindlin está conectada por una cañería con la refinería de San Lorenzo y necesita la nafta virgen que podemos bombearle, ya que son plantas hermanadas por esta conexión”, explicó Pérez.
Brizuela, por su parte, recordó que “Pampa Energía es uno de los mayores acreedores en el concurso (de Oil), y ahora con el incumplimiento del contrato tenemos que la tome gratis”.
Mindlin es uno de los grandes empresarios que se benefició con el generoso blanqueo de capitales expatriados que llevó a cabo el gobierno de Mauricio Macri.
Según reveló el periodista Horacio Verbitsky, el titular de Pampa Energía 770 millones de pesos que poseía sin declarar en el exterior, equivalente al precio que –de acuerdo a trascendidos- habría pagado por Iecsa, la constructora del Grupo Macri.
Conflicto a varias puntas
La refinería San Lorenzo pertenece a Oil Combustible, como parte del Grupo Indalo conducido por el empresario Cristóbal López, que está detenido por presunta retención indebida de impuestos.
La empresa atraviesa un conflicto judicial de varias puntas. Por un lado la Justicia embargó a pedido de la Afip la petrolera por 900 millones de pesos, aunque la deuda ascendería a unos 8.000 en concepto de retención indebida del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC).
Por otro, aún no se resolvió la venta de Oil Combustibles al grupo OP Investments, que está trabada en la Inspección General de Justicia (IGJ), mientras atraviesa un tortuoso proceso de concurso de acreedores.
Los nuevos administradores de la planta presentaron un plan para adquirir materia prima para la refinería a través de una firma local que hacía de intermediaria con la petrolera rusa Lukoil.
Pero el juez del concurso rechazó esa vía de solución de emergencia para la refinería santafesina, colocándola al borde del cierre.
Con la transferencia de la empresa frenada y sin materia primar para refinar, la histórica planta de San Lorenzo quedó entre la espada y los negocios del Gobierno.
“Un saqueo”
El diputado provincial del Frente Social y Popular, Carlos Del Frade, fue uno de los legisladores que recibió esta semana a los trabajadores de Refinería San Lorenzo en la Cámara baja santafesina.
Tras el encuentro, recordó que “tres empresas producen asfalto en la Argentina. Una de ellas es la Refinería San Lorenzo, ahora conocida como Oil Combustibles”.
Sostuvo que “en los últimos tres meses fue vaciada hasta el último litro de petróleo. Y una de las favorecidas por este saqueo es Shell, la empresa en la que trabajó el hoy ministro de Energía, Juan José Aranguren”.
El dirigente aseguró que lo que atraviesa la petrolera “no es una crisis” sino “un saqueo a favor de la Shell, con la información privilegiada que cuenta” el hombre de los tarifazos.
“Su negocio se traga la suerte de 400 puestos laborales directos y más de mil en forma indirecta”, lamentó Del Frade.
El último miércoles presentó en la Legislatura santafesina un proyecto de declaración que denuncia “estas maniobras y, además, solicitamos que el gobierno provincial, junto a los trabajadores, genere una alternativa para frenar el fenomenal costo social y el obsceno negocio premeditado desde las oficinas de la multinacional y algunos despachos oficiales”.
