Después del paro docente de 48 horas resuelto por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), con una multitudinaria movilización en Buenos Aires de la que participaron maestros y maestras de todo el país en demanda de que se restituya la paritaria nacional, por salarios dignos, contra el tope del 15 por ciento de aumento y por más financiamiento educativo, gremios del sector esperan retomar negociaciones con gobiernos provinciales a fin de alcanzar un acuerdo. De lo contrario, seguirá adelante la protesta de los guardapolvos blancos con nuevas medidas de fuerza. En 17 de los 24 distritos, donde unos 5 millones de alumnos no pudieron iniciar las clases en tiempo y forma, hay conflicto, y el eje de la pelea es el salario, cuyo poder adquisitivo está en franco retroceso desde que Cambiemos llegó a la Casa Rosada.

Al involucrar a una buena cantidad de trabajadores y trabajadoras, y al negociarse a comienzo de año, la paritaria docente hace de guía para el resto de los sindicatos. La pulseada salarial del sector siempre es difícil, desde que Mauricio Macri es presidente de la Nación más todavía. Cambiemos presiona para que los aumentos no superen la meta inflacionaria oficial del 15 por ciento y ordenó a las provincias descontar los días de paro. Las siete provincias que cerraron paritarias con gremios docentes locales son Salta (15%), Tucumán (17,5%), San Juan (17%), Santiago del Estero (20%), Misiones (15,5%), Corrientes (17%) y San Luis, donde el gobernador Alberto Rodríguez Saá pateó el tablero y otorgó un aumento por decreto del 40 por ciento para maestros y estatales puntanos.

En Santa Fe, el primer y segundo ofrecimiento del gobierno de Miguel Lifschitz a los docentes fue rechazado por los gremios Amsafé (público) y Sadop (privado) por considerarla insuficiente. Los maestros esperan una propuesta mejorada o de lo contrario habrá más días de huelga. Para el gobierno del Frente Progresista, “Santa Fe está entre las provincias que pagan los mejores sueldos del país”, con lo cual, consideran, “no hay lugar para medidas de fuerza”.

La comunidad educativa santafesina está pendiente del desenlace de la negociación paritaria. “Si bien el salario de bolsillo de los docentes de Santa Fe (unos 81.000 trabajadores en toda la provincia) está entre los más altos del país, el salario básico es uno de los más bajos. Un cargo de maestro de grado que recién inicia cobra 15.186 pesos de bolsillo, cuyo básico es sólo el 31 por ciento, 4.750 pesos”, ya que tiene componentes en gris y en negro, se señaló en un informe especial elaborado por la sede Santa Fe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) sobre la evolución de salarios y precios de 2018 bajo distintos escenarios proyectados.

El documento remarcó que el mercado laboral docente tiene “características particulares”. En este sentido, se indicó que “el trabajo docente está compuesto de horas que, para el Ministerio, y gran parte de la sociedad, están invisibilizadas (preparación de clases, corrección, estudio, etcétera) y el salario no remunera”. Según se recordó en el informe, en marzo de 2016 un docente inicial santafesino cobraba 11.233 pesos. “Para comprar los mismos productos hoy necesitaría 18.606 pesos (salario de marzo de 2016 aumentado por inflación), sin embargo, cobra 15.186. Recién luego de ese aumento, habiendo llegado a un sueldo de 18.606, debería negociar los aumentos para cubrir la inflación que se viene”.

¿Qué pasaría si los docentes aceptaran la oferta salarial que les hizo la gestión Lifschitz? “Bajo el esquema de aumentos propuestos en esta primera paritaria, la pérdida de poder adquisitivo acumulada sería de 2.599 pesos mensuales de marzo 2016 a febrero 2019. Entonces, ¿cómo debería cerrar la paritaria docente en Santa Fe para recuperase del atraso ante la inflación y cubrirse ante los aumentos que vienen en 2018?

“Para recuperar su poder adquisitivo de marzo 2016, el salario inicial docente debería subir en esta paritaria 22,5 por ciento, de 15.186 a 18.606 pesos, y además negociar incrementos para cubrirse de la inflación de 2018”, se remarcó en el informe del Ceso sede Santa Fe elaborado por los economistas María Belén Basile y Gonzalo Brizuela. Con la primera oferta paritaria que hizo la provincia, el salario de los maestros iniciales llegaría a 17.446 pesos en octubre.

Los docentes, como la mayoría de los trabajadores, ven deteriorarse el poder de compra de sus salarios frente a la fuerte suba de precios, sobre todo en alimentos de la canasta básica. La inflación no desacelera su marcha, sino todo lo contrario. Según el relevamiento de expectativas del propio Banco Central, la inflación del 2018 rondará el 20 por ciento. Consultoras e institutos privados estiman un índice de precios al consumidor en 25 por ciento.

El alza de precios medida por el IPC Congreso fue en 2017 de casi el 25 por ciento a nivel nacional, por encima de la meta del BCRA de 12 – 17 por ciento. En la negociación paritaria del año pasado, los docentes santafesinos obtuvieron entre 25,4 y 27 por ciento de aumento salarial de bolsillo. La inflación provincial, no obstante, cerró 2017 en 26,1 por ciento, generado una leve pérdida salarial en algunos casos. Encima, se apuntó en el informe del Ceso, “la inercia inflacionaria, la devaluación de diciembre 2017 (y comienzos de este) y nuevas rondas de tarifazos prometen mantener altos niveles de inflación en 2018”. Por eso, de cumplirse la meta salarial del gobierno para este año de 15 por ciento, “dejará muy atrasados los salarios” ante una inflación que el Ceso proyecta en 26 por ciento.

De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) en sueldos de docentes de la provincia de Buenos Aires -paritaria testigo- que incluyen el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), la carrera entre sueldos e inflación hizo que maestros bonaerenses perdieran 1.300 pesos con relación al poder adquisitivo que poseían en 2015. Es notorio que desde lo discursivo y desde las acciones, hubo un cambio de política de Estado con respecto al financiamiento y el salario del docente. Entre 2005 y 2015, las subas de haberes interanuales de los docentes estuvieron, casi todos los años, por encima de la inflación real, lo que permitió recomponer las remuneraciones de los maestros, incluso con mejoras concretas en la calidad educativa.

Fuente: El Eslabón

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