Guillermo Pérez Roisinblit pedirá a la Justicia que no se le conceda el beneficio de prisión domicilaria a su apropiador, Francisco Gómez, de quien denunció haber recibido amenazas de muerte. “Tengo miedo que me mate”, dijo.
El nieto de la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, explicó el temor que siento por Gómez, tras la amenaza de muerte que recibió de su apropiador durante una visita que le hizo a la prisión donde está alojado. “Tengo miedo que me mate. “No quiero que salga, estoy seguro que va a querer cumplir su promesa porque sé lo violento que es”, admitió en diálogo con Página|12.
«La nueva ley de víctimas obliga al Poder Judicial a notificar a las víctimas para que puedan ser oídas previo a la toma de decisión de un tribunal o un juez. Estoy pidiendo hacer uso de ese derecho», aseguró este lunes Pérez Roisinblit en declaraciones a radio La Red.
«Algún día voy a salir, y ese día les voy a poner una bala en la frente a vos, a tu hermana y a tus abuelas», fue la frase que escuchó de boca de su apropiador, por lo que el fin de semana inició una campaña por redes sociales para que el represor «no quede en libertad».
—Mirá el lío en que me metiste por ir con esas viejas! Me decía mi apropiador, Francisco Gómez, mientras cumplía con prisión preventiva por haberme apropiado, cambiar mi identidad y falsificar todos mis documentos.
— G. Pérez Roisinblit ✌ (@Guillogo_) 10 de marzo de 2018
Gómez «está incluido en una lista de represores y genocidas de la última dictadura militar que estarían en condiciones de tener la prisión domiciliaria o de recuperar su libertad», advirtió Roinsiblit en sus declaraciones radiales.
Francisco Gómez fue condenado en 2016 a 12 años de cárcel por haberse apropiado ilegalmente de Guillermo Rodolfo Pérez Roisinblit, hijo de Patricia Julia Roisinblit y José Manuel Pérez Rojo, desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.
«A pesar de haber sabido mi identidad y que me la haya confesado él de su boca, diciéndome que había visto a mis padres secuestrados en un centro represivo de la zona Oeste, durante tres años continué yendo a visitarlo en los lugares en donde estuvo detenido», relató Guillermo, y señaló que ese centro ilegal de detención estaba a cargo de la Fuerza Aérea, en la que revistaba su apropiador.
Gómez no era un pobre tipo que quedó preso por una injusticia. Era parte de un grupo de tareas de la Fuerza Aérea que durante la última dictadura se encargó de secuestrar, torturar y desaparecer gente desde el epicentro represivo de la zona Oeste del conurbano bonaerense, la RIBA
— G. Pérez Roisinblit ✌ (@Guillogo_) 10 de marzo de 2018
El nieto recuperado de 38 años aseguró que el régimen de prisión de Gómez «es soñado», dado que cuenta con «privilegios» como «asados y vino», y agregó: «Uno de los sábados en que lo fui a visitar estaba alcoholizado y me dijo que en algún momento iba a salir y me iba a poner una bala en la frente a mí, a mi hermana y a mis dos abuelas».
Por último, este muchacho que recuperó su identidad en el año 2000, señaló que según el escrito de su abogado, Gómez «no solamente puede tener prisión domiciliaria sino que amaga con pedir el 2×1», es decir el régimen según el cual transcurridos dos años de una prisión preventiva sin condena firme se debe computar doble cada día de detención.
Estela de Carlotto cuestionó duramente el intento del gobierno de otorgar arresto domiciliario a más de 96 represoreshttps://t.co/VSb83hMeYh
— Abuelas Plaza Mayo (@abuelasdifusion) 11 de marzo de 2018
Gómez, con dos condenas por delitos de lesa humanidad por su rol en el centro de detención del oeste del Conurbano bonaerense, es uno de los 96 genocidas a los que el Gobierno quiere liberar, con la excusa de “descomprimir” las cárceles.