Los fiscales del juicio a la banda narco iniciarán este lunes desde las 9 el alegato final del debate oral en el que acusan a 12 integrantes de la organización por asociación ilícita y homicidios, y a 13 miembros de distintas fuerzas de seguridad por complicidad.

Además, los fiscales Gonzalo Fernández Bussy y Luis Schiappa Pietra acusarán a cinco miembros de Los Monos, entre ellos sus cabecillas, por tres casos de cinco homicidios que aumentan significativamente la pena solicitada al inicio del debate.

Para los representantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) durante las audiencias iniciadas el 21 de noviembre del año pasado “quedaron acreditados” los delitos que se les endilgan a los 25 imputados que llegaron a juicio.

Casi 200 testigos declararon ante los jueces que integran el tribunal, conformado por Ismael Manfrín, Marisol Usandizaga y María Isabel Más Varela, quienes también oyeron escuchas telefónicas y analizaron registros y documentos aportados por la acusación.

En los alegatos de apertura, Fernández Bussy y Schiappa Pietra solicitaron 41 años de prisión para Ramón Monchi Machuca (35); 24 para Ariel Guille Cantero (29) y 10 para su padre Ariel Viejo Cantero (52), al considerarlos jefes y organizadores de una asociación ilícita destinada a cometer múltiples delitos, desde amenazas y lesiones hasta cohecho activo y portación ilegal de armas de fuego.

“Esta asociación ilícita rentabilizó la violencia” y “esta rentabilización consistió en provocar y usufructuar un territorio liberado mediante la imposición del miedo y con una organización sistemática de la violencia”, dijeron los fiscales durante el alegato de apertura.

“Como toda banda, sus miembros tenían roles asignados. No todos apretaban el gatillo, no todos diseñaban el negocio de la violencia ni todos la ejercían, no todos limpiaban los rastros, incluso los financieros, para escapar así del accionar de la justicia”, dijo entonces Fernández Bussy.

Y agregó que si bien “no todos manejaban y decidían cómo se realizaba ese negocio de la violencia”, pero sí “todos mantenían un vínculo y un sentido de pertenencia y conocimiento de las actividades ilícitas”.

De acuerdo a la acusación construida por la Fiscalía, la banda era conducida por los Cantero y debajo de ellos se ubicaban, a modo de pirámide, “los esbirros o ejecutores” de los planes criminales pergeñados por la conducción.

En ese rol ubicó a Leandro Gordo Vilches (32), Jorge Emanuel Chamorro (28) y Andrés Gitano Fernández (40), para quienes pidieron la pena de 12, 10 y 14 años de prisión respectivamente.

Para los fiscales, la asociación “tuvo que trabajar como una empresa lícita” con el fin de “ocultar los bienes que adquirían”, para lo que fue necesaria la designación de “testaferros”.

En ese papel de la banda acusaron a las mujeres del clan Cantero, Silvana Jésica Gorosito (31) –pareja de Monchi– y Lorena Verdún (39), ex mujer del asesinado Pájaro Cantero.

También a Mariano Salomón (30) mediante la compra-venta de automóviles; a Agustín Ruiz (27) como comprador de bienes muebles y automotores; y al “cazador de talentos” Francisco Lapiana (62) como intermediario de futbolistas, negocios que permitirían el lavado del dinero obtenido de modo ilegal.

Para los 13 policías acusados por encubrimiento y en algunos casos cohecho pasivo la Fiscalía solicitó penas de entre 9 y 3 años de prisión –de acuerdo a los cargos– y los consideró como “los proveedores de impunidad estatal” de la banda.

Según lo establecido por el tribunal, el lunes comenzará el alegato final de los fiscales, que podría extenderse hasta el martes, para luego dar paso al de las defensas de los 25 imputados.

Una vez concluida esa etapa, los miembros del tribunal fijarán la fecha para dar a conocer la sentencia.

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