En Pueblo Esther, sede del “Segundo Encuentro Regional de Pueblos Fumigados”, organizaciones ambientalistas debatieron sobre el derecho a la salud y los modelos productivos.

La Asamblea “Pueblo Esther por la Vida” es una organización de vecinos, que nació en enero de 2017. Promueve una ordenanza que impulsa la transición hacia la agricultura ecológica, libre de agrotóxicos como una manera de defender su derecho a la salud, frenar la contaminación de agua, tierra y aire, y avanzar hacia modelos productivos que no empobrezcan a los propios productores ni a la sociedad. La preocupación se extiende no sólo al territorio que habitan sino también a las localidades vecinas –Rosario incluida–, cuyos habitantes consumen la vasta producción hortícola de sus quintas. Este domingo 18 de marzo la Asamblea hizo de anfitriona del “Segundo Encuentro Regional de Pueblos Fumigados”.

Más allá del grado de movilización –superan los veinte miembros estables y en sus actividades suelen reunir a un centenar de pobladores–, los asambleístas no se posicionan como actores de un conflicto cuya contraparte son los productores rurales de lugar, sino que apuesta a un entendimiento, un cambio gradual sin afectar fuentes de trabajo e insisten en la responsabilidad del Estado comunal como garante de sus derechos, especialmente a partir de su adhesión a programas regionales y provinciales que promueven la agroecología. Por eso, Yanina Mennelli, integrante de la Asamblea, entiende que “no deberían existir obstáculos para que entrara en vigencia la ordenanza” que propician.

La movida de la Asamblea resulta por demás de significativa, ya que se la puede considerar como otro caso testigo en la lucha contra los agrotóxicos en la provincia; y permite pensar que, de llegar a buen puerto, generaría réplicas en otras localidades. “Cuando San Jorge avanza con el fallo que delimita los ochocientos metros para las fumigaciones, es toda la Provincia la que avanza. Lo mismo ocurrió cuando San Genaro, Hersilia y Ceres avanzaron con la producción agroecológica”, razona Mennelli.

Este domingo 18, “Pueblo Esther por la Vida” realizó una jornada de lucha en el anfiteatro local con la participación de artistas en vivo, proyecciones, intercambio de semillas y la presentación de un informe de su primer año de vida. Además, la actividad fue el marco del “Segundo Encuentro Regional de Vecinos de Pueblos Fumigados”. “Para nosotros es una jornada festiva, porque estamos celebrando el primer año de la asamblea; pero también tiene un carácter de lucha, porque hace un año que presentamos un proyecto y todavía seguimos sin que se haya sancionado. Además, en el encuentro de pueblos fumigados vamos a compartir las líneas de acción de distintos colectivos para fortalecer la organización regional”, explica la integrante de la Asamblea, antes de la actividad.

Pueblo Esther

Según Yanina, Pueblo Esther en la actualidad debe estar rondando los diez mil habitantes, consecuencia de un proceso de movilidad hacia localidades vecinas de residentes de Rosario, similar al que viene ocurriendo hacia el norte y el oeste de nuestra ciudad, y también de muchas construcciones promovidas por el agonizante plan Procrear. No es una comarca sojera. En la comuna se da una distribución territorial con un mix de residencias particulares, algunas de ellas con sus huertas, y quintas –“hay quintas dentro de los barrios y barrios dentro de las quintas”, observa–, lo que genera una proximidad preocupante con los agrotóxicos. De ahí, el interés por promover otras modalidades de trabajo de la tierra, ya que una separación entre quintas y barrios resultaría inviable. “Por eso, proponemos una transición hacia la agroecología, que es un trabajo que se hace en años. Es un proceso con algunos objetivos que se pueden cumplir al año, otros a los tres, a los cinco o a los diez”, aclara.

El derecho a la salud y los modelos productivos

A fines de 2016, un grupo de alumnos de Ciencias Médicas decidió realizar su Práctica Final en Pueblo Esther y, para tal fin, hicieron un relevamiento orientados por el titular de la cátedra, Damián Verzeñassi, y acompañados por médicos del Samco local. Así, visitaron un conjunto de quintas de la zona en las que –cuenta Yanina– “pudieron constatar que algunos productos que se estaban utilizando no eran los permitidos y los que sí lo estaban se empleaban de un modo riesgoso; también encontraron familias durmiendo en los mismos lugares donde estaban los bidones e informaron a la sociedad de Pueblo Esther”.

Precisamente, ese informe, preliminar y con los alcances que tiene un trabajo de grado universitario, fue el que llevó a un conjunto de vecinas y vecinos a conformar la Asamblea “Pueblo Esther por la Vida”, que al poco tiempo elaboró el proyecto de ordenanza.

No es un dato menor el hecho de que en la génesis de esa formación se da una valiosa articulación entre universidad pública y sociedad civil, que en los últimos días ha tenido un avance significativo: el 8 de marzo se anunció la realización de un relevamiento sanitario en Pueblo Esther del cual participarán el Samco y el Instituto de Medicina Socioambiental (Facultad de Ciencias Médicas, UNR). Se espera que el estudio permita establecer un perfil epidemiológico de la comuna lo que, al decir de Yanina, “es muy importante, porque muchas veces nos encontramos discutiendo cuestiones que tiene que ver con el sistema productivo, que es lo que complica toda la situación, pero como asamblea estamos parados en el eje de la salud, que se nos garantice el derecho a la salud”. Entonces, confía en que ahora van a tener una noción “más certera de la salud” en la comuna, van “conocer no solo lo que sucede sino lo que viene sucediendo: desde hace años, los médicos vienen diciendo que las alergias, que los problemas en la piel que cada vez aparecen con más frecuencia, tienen que ver con la fumigación”.

No obstante el hincapié que se pone en la salud, también se aboga por dejar “un modelo productivo que empobrece a los trabajadores de la tierra, que está contaminando el agua, el suelo, el aire y que lo único que hace es enriquecer a las grandes compañías”.

Las articulaciones provinciales

En lo que respecta a la producción agrícola y los productos fitosanitarios, en la actualidad rige la ley provincial 11.273 (setiembre de 1995), que según Yanina “hay que modificar por ha cambiado rotundamente el modo de producción”, no obstante reconoce que al menos la norma establece algunas restricciones.

Según la dirigente ambientalista, “la Comuna de Pueblo Esther adhirió pero, como el manejo de suelo es competencia suya, debería generar regulaciones para que se cumpla y no lo hace. Por eso, con la ordenanza decimos que hay que generar ciertas instancias donde existan información y control, porque lo puramente punitivo no es viable a un largo plazo”.

En ese sentido, promueven la creación de una Oficina de Control de Uso de Agroquímicos y Fomento de la Agroecología, que brinde información –“qué productos son más nocivos, cuáles son menos”–, donde participen las áreas comunales que se encargan de la producción, la salud y las políticas sociales; mientras se trabaja en un proceso de transición hacia la agroecología.

Mennelli resaltará un aspecto fundamental de la movida de la Asamblea: “Hay, al menos, dos instancias más generales con las que hay articular. Por un lado, el Ministerio de la Producción, que tiene el Programa Provincial de Producción Sustentable de Alimentos en Periurbanos (PSAP); y, por otro, está el Ecom (Ente de Coordinación Metropolitana), que está pensando toda el área de metropolitana de Rosario y propone para Pueblo Esther la agroecología”.

En ese sentido, asegura que la Comuna ya adhirió al programa del Ministerio, con lo cual cree que “estarían dadas las condiciones para que se avance en la legislación local, la ordenanza” que ellos impulsan, más aún cuando se trata de gobiernos del mismo signo políticos: ambos son del Frente Progresista Cívico y Social.

Más allá de las razones que esgrimen los asambleístas, entienden que las autoridades comunales no avanzan a paso firme con la ordenanza, porque “hay otros intereses en un juego” relacionados con los productores locales, con los cuales –dice– “la Comuna mantiene una interlocución y que no se han mostrado permeables a que este proyecto avance por cuestiones de rentabilidad”. Además, da cuenta de las implicancias regionales que tendría una resolución favorable a los asambleístas: “Si nosotros tenemos una ordenanza más progresista, digámoslo así, seguramente va a tener impacto en otras localidades”.

En definitiva, y valgan las redundancias, la situación resulta un desafío para cuán progresistas son las gestiones del Frente Progresista.

Por la vida

Los integrantes de la Asamblea “Pueblo Esther por la Vida” se reúnen quincenalmente en el Samco de esa comuna. “Es muy importante el lugar que nos alberga para estos encuentros, porque de alguna manera legitima el trabajo de la asamblea”, sostiene Yanina Mennelli. El grupo tiene una cuenta homónima en la red social Facebook, donde se pueden seguir sus novedades y los informes que periódicamente elaboran.

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