Pedro Pablo Kuczynski renunció este miércoles a la presidencia de Perú, un día antes de que el Congreso votara una moción para destituirlo por sus supuestos lazos con la empresa brasileña Odebrecht, investigación que también involucrada a la compañía de la familia Macri.

La salida de Kuczynski genera incertidumbre en el país que será anfitrión en abril de la Cumbre de las Américas, a la que asistirá el mandatario estadounidense Donald Trump y una treintena de gobernantes más.

«Pienso que lo mejor para el país es que yo renuncie a la presidencia de la república», dijo Kuczynski en un mensaje por televisión, acompañado por los miembros de su gabinete ministerial.

«No quiero ser un escollo para que nuestra nación encuentre la senda de la unidad y armonía que tanto necesita y a mí me negaron».

Los portavoces de las bancadas del Congreso se reunirán este mismo miércoles para pronunciarse sobre la renuncia de Kuczynski, de 79 años, primer presidente que pierde su puesto por el escándalo de Odebrecht.

La empresa brasileña confesó que pagó a políticos y empresarios latinoamericanos millones de dólares en soborno y dádivas para asegurarse contratos de obras públicas.

La presión contra Kuczynski creció en las últimas horas tras la divulgación de un video para salvarle de un primer pedido de destitución.

En la imagen aparece Kenji Fujimori intentando convencer a otros parlamentarios de que apoyen a Kuczynski a cambio de obras públicas en sus distritos.

El apoyo de Kenji supuso el indulto a su padre Alberto Fujimori (1990-2000), que cumplía 25 años de cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad, y desató una guerra por el control del partido Fuerza Popular que lidera su hermana Keiko.

El escándalo también llega al presidente Mauricio Macri a través de la persona en quien el grupo económico familiar delegó el manejo de los negocios, su primo Ángelo Calcaterra. Que el hecho pase desapercibido, aún cuando renuncia un presidente, sólo se explica por el enorme dispositivo de comunicación que le aportan las grandes corporaciones de medios argentinas, con Clarín y La Nación a la cabeza.

Tal cual publicó en su momento e diario Perfil, levantando a su vez una invetigación periodística del bresilero O Estadao do Sao Paulo, la constructora Iecsa, del presidente Mauricio Macri, estuvo involucrada en el pago de coimas por el Soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.

La información surgió de e-mails obtenidos por la Policía Federal de Brasil durante la investigación judicial en ese país. Las pruebas que comprometen a Iecsa aparecieron en correos y anotaciones obtenidas del back up de la computadora de Mauricio Couri Ribeiro, ejecutivo de Odebrecht en la Argentina durante los últimos años.

«Allí, el empresario dejó asentado que un representante de Iecsa, de nombre Sánchez Caballero, mantuvo reuniones para tratar el pago de coimas a funcionarios argentinos. Javier Sánchez Caballero es un gerente de Ieca», destacó Perfil en su nota del año pasado.

Fuentes: NA/Perfil.

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