¿Cuán lejos o cuán cerca queda el Concejo Municipal? Obvio que no se trata sólo de distancia física. Hay una impronta en lo institucional que no siempre se puede abordar. La ciudad es heterogénea en necesidades, proyectos individuales y condiciones concretas de existencia, lo que constituye la verdadera masa crítica de la tarea legislativa, que no siempre llega al Palacio Vasallo y que constituye el mayor desafío de los ediles. En las últimas semanas trascendieron un par de iniciativas al respecto con un objetivo de máxima: un Concejo de proximidad es y debe ser posible.

En esa dirección se anotan: el pedido para que los Centros de Distrito dispongan de un espacio institucional para el Concejo, de Marina Magnani y Andrés Giménez (Unidad Ciudadana), la realización de una sesión al menos en cada uno de estos sitios, impulsada por Celeste Lepratti (Frente Social y Popular), y la presencia de una Oficina Móvil de Defensa del Consumidor en los diferentes barrios de la ciudad.

Hemos propuesto a autoridades municipales avanzar en la idea de que el Concejo tenga un espacio institucional de contacto con la ciudadanía en cada distrito, buscando reforzar el vínculo entre la institución legislativa y la comunidad”, explicó Magnani.

En realidad no es nada nuevo, hace una década surgió la necesidad de que el Concejo llegue institucionalmente a los barrios”, dijo Giménez, al relatar la experiencia que realizó junto a Magnani, durante las últimas semanas, atendiendo a los vecinos en Centros Municipales de Distrito.

Le queda muy incómodo al vecino llegar hasta el Concejo, en Córdoba y 1º de Mayo, por eso vimos la necesidad de descentralizarlo y consideramos que la mejor manera es tener un espacio en los Centros de Distrito”, explicó el edil.

Según Giménez, no hubo respuesta formal del Municipio para ceder un espacio con carácter institucional para la tarea de proximidad propuesta por los ediles en cada uno de los seis espacios geográficos de la ciudad. “Nada nos va a detener, lo ideal hubiese sido tener un lugar para reunirnos con los vecinos”, comentó sobre los encuentros en los Distritos Oeste, Sur y Norte, y anticipó que la próxima reunión será en el Centro, de Wheelwright y Paraguay.

A un mes del inicio de esta modalidad de trabajo que proponemos, estamos esperando respuesta”, sostuvo Giménez y comentó que optaron por hacer las reuniones en la vereda, porque no lograron formalizar el carácter institucional con el que consideran tiene que estar investido el encuentro con los vecinos. “Al hablar con ellos se genera una empatía y una comunicación que no siempre se logra con el Estado y al final terminamos asesorando sobre otras cuestiones que son incumbencia del Concejo pero si es una cuestión social”, enfatizó.

Además destacó la necesidad de formalizar a través de “mesas de gestión abiertas a la comunidad con resultados vinculantes para la gestión de cada distrito, el aporte de las instituciones barriales (vecinales, clubes, bibliotecas populares, entre otras) y que son “el primer cordón de atención al vecino, espacios legítimos entre la población y Estado”.

Sesiones en los Distritos

Unas de las propuestas con las que llegamos fue que el Concejo estuviera presente en la vida cotidiana de los vecinos y vecinas de Rosario”, dijo la concejala Celeste Lepratti. Y explicó que en el Legislativo local, ese objetivo ya tiene formato desde hace varios años. “Lamentablemente no se cumple, a pesar de que existe una ordenanza que lo regula, donde se deja sentado que al menos una vez al año, se debe sesionar en cada uno de los Distritos”, aseguró.

En ese marco se inscribe el proyecto que días atrás presentó la edila del Frente Social y Popular y que impulsa la realización de al menos seis sesiones ordinarias en cada uno de los distritos, con sus respectivas comisiones y mesas de entrada durante el año legislativo 2018.

“El objetivo es que los vecinos y vecinas de los barrios de Rosario, que con serias dificultades acceden a las instituciones, puedan acercar sus propuestas”, puntualizó Lepratti.

Somos los concejales y concejalas, elegidos por el pueblo rosarino, quienes tenemos que salir a su encuentro y lograr más cercanía llevando la labor legislativa a los barrios”, enfatizó la edila, y aseguró que ya son “varias las voces que están tratando de retomar esa iniciativa.

Oficina móvil a los barrios

Estamos muy contentos por la buena predisposición de los vecinos. En sólo tres horas recibimos alrededor de veinte personas con diferentes consultas, muchas de las cuales dejaron asentados sus reclamos”. De esta forma, la titular de la Oficina Municipal del Consumidor, María Julia Bonifacio, daba cuenta de una satisfactoria experiencia: llegar a los barrios con una oficina móvil.

Tomamos esta decisión porque creemos que es una herramienta fundamental para poder defender nuestros derechos como consumidores y sobre todo asesorarnos, porque hay bastante desconocimiento y quedamos en manos de los comerciantes o empresas”, dijo Bonifacio a El Eslabón.

En el mes dedicado a promover conciencia sobre los derechos de los consumidores, la dependencia rosarina salió a la calle y recorrió distintos barrios, donde la respuesta fue inmediata por parte de vecinos que según sus propias manifestaciones, no hubieran llegado hasta la sede de Córdoba 852.

Esto permitió que las personas pudieran acercarse aún con cuestiones que podrían aparecer como menores”, aseguró, y puso un ejemplo: “Puede ocurrir que quede un saldo a favor en un comercio y en lugar de otorgar una nota de crédito lo obligan a que se lleve otro producto, en algunos casos pagando el excedente. ¿Es correcto?

No, y sucede porque se desconoce el derecho a que le emitan una nota de crédito, como estos ejemplos tenemos varios, por eso es importante que la gente los conozca, que se acerque a denunciar o preguntar”, explicó Bonifacio.

La primera experiencia extra muros se realizó en la vecinal de Empalme Graneros, que ofició de intermediaria. “La idea es continuar, todos los meses estar en un barrio distinto de la ciudad con compañía de instituciones del lugar”, anticipó.

Aumento de taxis

El Concejo aprobó las nuevas tarifas para el servicio de taxis, las que regirán a partir de su promulgación por el Departamento Ejecutivo. La bajada de bandera en horario diurno será de 37 pesos, y la ficha y el minuto de espera: 1,70 pesos. La tarifa nocturna será de 43 pesos la bajada de bandera, y 1.90 pesos la ficha y el minuto de espera. Así, pasajeros con paritarias techadas al 15 por ciento, pagarán aumentos de taxi del 25. Para pensar y caminar.

Fuente: El Eslabón

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